La crisis de producción de gas está impactando en los precios de una muy larga serie de insumos y productos que en el caso de las arenas de fractura terminará afectando con un sobrecosto al mismo desarrollo de pozos de Vaca Muerta.

En lo que va de 2021 se consumieron 13.572 toneladas por pozo, un 68% más que en 2020 y casi el doble que hace dos años. El récord de consumo de arenas de fractura en el país se produjo en 2019, con 1.403.624 toneladas, un 32,7% más que el año anterior, cuando se utilizaron 1.057.457 toneladas. 

Por efecto de la pandemia de coronavirus, que derivó en la paralización de las actividades de perforación y completación de pozos, el año pasado, la cifra se derrumbó hasta las 355.657 toneladas

Las arenas de fractura, también conocidas como el agente sostén del fracking, son un insumo clave para la realización de nuevos pozos en la formación no convencional.

Desde varias empresas areneras, se advirtió que a raíz de la disparada de precio del gas par el sector industrial el valor de la tonelada de arena de fractura subirá en estos días hasta un 10%, llevando nuevamente el precio del agente sostén a muy cerca de los us$ 120. La clave de este encarecimiento está en el proceso de secado de la arena, en el cual el costo clave es el gas.

Según detalló  Diario Río Negro, la disparada de las tarifas industriales, que subieron recientemente más de un 90%, sumadas al costo extra de adquirir gas en el mercado spot ante la falta de suministro general, llevaron a las industrias a estar pagando en estos días un precio del gas que en muchos casos llega a los 6,50 dólares por millón de BTU.

Este encarecimiento es el que impacta en el costo de la arena, que hasta el mes pasado se comercializaba en torno a los US$ 100  pero que podría llegar a los US$ 110, un valor muy cercano a los US$ 120 por toneladas que regían antes del inicio de la pandemia.

Pero el escenario no es igual para todas las empresas del sector arenero, en donde incluso YPF tiene una gran cuota del mercado con su propio sistema de provisión.

Es por esto que desde las empresas más chicas del segmento se alertó que si bien, esta temporada de precios altos de la arena por el impacto del gas durará algunos meses en consonancia con el invierno, este fenómeno podría afectar seriamente a las empresas más pequeñas y con contratos de más corto plazo, perjudicando la tan buscada ampliación de la red de proveedores de Vaca Muerta.

Días atrás la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático definió un esquema de montos a pagar de acuerdo a la instancia de la cadena productiva en la que intervenga la firma. Por cada tonelada de arena obtenida abonarán $2,79 pesos, y la recaudación se aplicará en el monitoreo de las áreas de operaciones de las canteras, que en su mayoría se encuentran en la zona de la Línea Sur.

Las arenas de fractura son el insumo más importante en la realización de un nuevo pozo en Vaca Muerta, y llegan a representar hasta el 15% del costo total de cada pozo. Esto se debe a que en los últimos años no solo se fijó como un patrón que los pozos en la formación son más largos y por ende tienen más etapas de fracturas que insumen más arena

En 2019, el último año con un nivel de actividad normal antes del inicio de la pandemia, el consumo de arenas de fractura llegó a nada menos que 1.403.000 toneladas a nivel país, ya que la arena y las fracturas se utilizan más allá de Vaca Muerta.

En tanto que en lo que va del año, y con el impulso de la actividad que llevó el mes pasado al récord histórico de Vaca Muerta en lo que hace a etapas de fractura con la realización de 1079, el consumo por pozo se duplicó en relación con el 2019 y se situó en nada menos que 13.500 toneladas por pozo.