El presidente Alberto Fernández decretó esta semana que las represas Cóndor Cliff y La Barrancosa, ambas en Santa Cruz, recuperen los nombres que les había dado Cristina Kirchner durante su mandato: "Presidente Néstor Kirchner" y "Gobernador Jorge Cepernic".
De acuerdo al texto del Decreto 389/2021 en sus artículos 4 y 5, las represas que se construyen sobre el río Santa Cruz volverán a llamarse "Presidente Néstor Kirchner" y "Gobernador Jorge Cepernic". La inauguración de la primera turbina está pautada para 2023, informó el sitio Ámbito.com.
El proyecto de aprovechamiento hidroeléctrico fue presentado internacionalmente en 2012, y un año más tarde adjudicado a la Unión Transitoria de Empresas (UTE) conformada por Electroingeniería, Gezhouba e Hidrocuyo.
En 2014, el Gobierno nacional de Cristina Fernández de Kirchner aprobó el modelo de contrato con China para que este país financie parte de la obra, y en febrero de 2015 se ordenó su inicio. En ese marco, la ex presidenta rebautizó a las represas "Jorge Cepernic" y "Néstor Kirchner". Los trabajos comenzaron en 2015, pero antes de fin de año se detuvieron, y con la llegada de Cambiemos su continuidad quedó en duda.
En 2017 Mauricio Macri las volvió a renombrar Cóndor Cliff y La Barrancosa y frenó los trabajos: miles de trabajadores se quedaron sin empleo. Unos meses antes, en diciembre de 2016, apareció un fallo de la Corte Suprema de Justicia que ordenó analizar el impacto ambiental que podrían tener las represas en la región, y llamar a audiencia pública para discutirlo. El ex ministro de Energía Juan José Aranguren la organizó y defendió ante ambientalistas algunos retoques al master plan original y una reducción de los desembolsos.
Por lo tanto, el gobierno de Macri determinó en una investigación sobre el impacto ecológico que, más allá de algunos recaudos, no había mayores problemas de convivencia con la flora y fauna locales. Durante la visita que el ex presidente Macri había realizado a China en 2017, se pactó el reinicio de las obras para las cuales el gigante asiático prometió financiamiento por US$ 4.730 millones. Pero las obras tampoco se reactivaron, ahora por falta de dólares en el país.
A principios del 2018 el proyecto quedó trabado por el estallido en la Argentina de la “Causa de los Cuadernos” y la aparición de Gerardo Ferreyra, vicepresidente de Electroingeniería, en ese expediente y por la que quedó privado de su libertad.
A fines de 2018, el presidente chino Xi Jinping llegó a la Argentina con motivo del G20 de Buenos Aires y fue recibido en Olivos por Macri. Allí, le prometieron al mandatario oriental definiciones sobre las represas y el reacomodo de las empresas participantes de las obras en la UTE. En enero de 2019 Macri aprovechó una visita por Tierra del Fuego, Santa Cruz y Chubut para visitar el obrador de las represas, donde unas 1.100 personas ahora sí estaban trabajando.
Con la llegada al gobierno de Alberto Fernández, la Secretaría de Energía dio otro impulso a la iniciativa a cargo de la UTE Represas Patagonia, conformada por la china Gezhouba y las nacionales Electroingeniería e Hidrocuyo. Primero hubo encuentros con los empresarios chinos a cargo del proyecto y luego se avanzó fuertemente con la construcción.
“La obra está alcanzando un nivel y ritmo óptimo en la represa Jorge Cépernic y estamos próximos a firmar los documentos para el relanzamiento formal de la represa Néstor Kirchner", explicó el presidente de la empresa estatal Integración Energética Argentina, Agustín Gerez.
Actualmente en las dos represas trabajan 2.600 personas de forma directa, bajo estrictos protocolos contra el Covid-19. En Iecsa y el Ejecutivo se entusiasman con el avance: la represa Néstor Kirchner está cercana a un 20% y la gobernador Jorge Cepernic en 25%. Estiman tener la primera turbina en funcionamiento en el 2023.
