Los proyectos de ley postulados a nivel nacional para declarar “recurso estratégico” al litio reactualizan una discusión ya abierta a mediados del año pasado, cuando las autoridades de YPF y la Secretaría de Minería de la Nación comenzaron a explorar la posibilidad de que la firma se insertara en el negocio del “oro blanco”.

La cartera de Minería destacaba por entonces la capacidad técnica y la experiencia de YPF, que a su criterio la posicionaban como una buena opción para asociarse con los inversores privados.

El desembarco de la petrolera estatal en la producción de litio se llevaría a cabo mediante la Compañía de Inversiones Mineras SA (CIMSA), unidad que ya controla un entramado de canteras con las que provee de arena silícea a las compañías que hacen "fracking" en la cuenca de hidrocarburos no convencionales Vaca Muerta.

De este modo, consignaba la prensa nacional, el Gobierno abriría “un nuevo horizonte financiero para YPF, dado que la unidad minera reuniría todas las condiciones para cotizar en bolsa”.  

Algunas voces advirtieron por aquel entonces sobre la amenaza que la iniciativa de la Casa Rosada representaba para los intereses de las provincias litíferas, Catamarca entre ellas. El Ancasti señaló además la conveniencia de que el Estado provincial activara resortes para mejorar sus chances en las tratativas con los inversores privados. La sociedad estatal CAMYEN, creada con el fin específico de meter al sector público en la actividad, parece la herramienta adecuada en tal sentido.

El Gobierno provincial avanzó en la depuración del padrón minero, pero no en la toma de posesión, a través de CAMYEN, de áreas con potencial extractivo. En este marco, un año después, la diputada nacional jujeña Carolina Moisés anunció la presentación, junto a otros 15 legisladores del Frente de Todos, de un proyecto tendiente a " la conformación de un espacio científico tecnológico y productivo que indique cuáles son las políticas de comercialización del litio.

“Entendemos que las políticas del litio no pueden circunscribirse a las decisiones provinciales" porque "es un recurso natural estratégico hoy tan importante como el petróleo, que en un momento generó un cambio cualitativo y cuantitativo", dijo.

A su entender, las provincias carecen de “herramientas para enfrentar a un poder tan influyente como las empresas multinacionales con el manejo de un recurso tan estratégico como este".

A la propuesta impulsada por Moisés se suman otras, entre ellas una pergeñada por el diputado kirchnerista Carlos Heller. Hay unas 170 investigaciones del CONICET relacionadas con el litio y hasta en el Instituto Patria, “think tank” del kirchnerismo, se llegó a barajar las alternativas de crear una criptomoneda calzada con proyectos litíferos y una empresa binacional con Bolivia.

Estos movimientos no hacen más que confirmar lo imperioso de que Catamarca reformule su diseño de relación con las empresas del sector para obtener el mayor provecho posible de este recurso estratégico. Si no lo hace, a la Nación le resultará mucho más sencillo avanzar, pese a que la Constitución Nacional otorga a las provincias “el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio". Cocodrilo que se duerme es cartera.

Esta revisión de los vínculos con las litíferas resulta más indispensable en cuanto se advierte que las utilidades que arroja el litio son muy inferiores a las del oro y el cobre que se extraía de Bajo La Alumbrera, emprendimiento del que la Provincia, al estar asociada a través de YMAD, logró utilidades tres veces superiores a las de las regalías.

Con los precios actuales y los proyectos que aún no están funcionando en marcha, se calcula que las exportaciones argentinas de litio rondarían los 700 millones de dólares al año. Poco para la Nación, cuyas exportaciones superan los 50 mil millones anuales, pero un capital significativo para financiar el desarrollo de Catamarca, si consigue participar de las ganancias y no se limita a las regalías.