“La producción mundial de uranio ha sido limitada en los últimos años, principalmente debido a un mercado lento”, dice el gerente asociado de proyectos Vinneth Bajaj. “La pandemia de covid-19 afectó aún más esto desde principios de 2020”, dice el analista.

La producción mundial de uranio cayó un 9.2% a 49.700 toneladas en 2020, el nivel más bajo desde 2008. Las disminuciones más significativas se observaron en Canadá (43.9%) y Kazajstán (14.6%); a nivel mundial, casi el 60% del uranio se origina en estos dos países .

En marzo de 2020, la mina Cigar Lake de Cameco, en la cuenca Athabasca de Canadá del Norte de Saskatchewan, que representa del 12% al 13% de la producción mundial, se suspendió para contener el brote de covid. La suspensión se mantuvo hasta septiembre de 2020, pero luego se detuvo nuevamente a mediados de diciembre debido a los crecientes riesgos. Reabrió en abril de 2021.

En abril de 2020, la minera estatal de Kazajstán Kazatomprom, el mayor proveedor de uranio del mundo, redujo las actividades durante casi cuatro meses en todas las minas de uranio del país. La pandemia también provocó restricciones en otros países, incluidos Australia, Namibia y Sudáfrica.

Sin embargo, gradualmente, las restricciones comenzaron a disminuir hacia el final del tercer trimestre, y varias empresas reanudaron la producción.

GlobalData espera que la producción de uranio crezca a una tasa de crecimiento anual compuesta del 6,2% entre 2021 y 2025 a 62.200 toneladas.

Renacimiento nuclear

El impacto de la pandemia del Covid-19 en la industria nuclear mundial fue relativamente mínimo debido a la implementación temprana de medidas de seguridad, lo que garantiza que las operaciones continuaran con una interrupción mínima.

Ha habido optimismo reciente en torno a la industria nuclear mundial, con varios gobiernos incorporando la energía nuclear dentro de sus planes para alcanzar los objetivos climáticos. Por ejemplo, Estados Unidos está evaluando actualmente extender la vida operativa de sus plantas de energía nuclear hasta por 100 años. Inicialmente, las plantas tenían una licencia de hasta 40 años, pero ahora pueden solicitar renovaciones por hasta 20 años.

BMO Capital Markets pronostica un déficit de 15.000 toneladas de uranio este año, o alrededor del 18% de la demanda actual, incluso con el reinicio de la mina Cigar Lake de Cameco. Otros países como China, Japón y Corea del Sur, y la UE, mejoraron sus políticas de cambio climático durante 2020, lo que indica una mayor demanda de energía nuclear en el futuro, junto con una mayor electricidad generada a partir de fuentes distintas del carbón. 

Las construcciones nucleares chinas también pueden ayudar a impulsar un aumento significativo de la demanda para enviar los precios del uranio a niveles que incentiven la nueva producción.

Alexander Pearce de BMO Capital Markets también ha señalado recientemente que un tema clave que surgió de las charlas con los directores ejecutivos de las empresas de uranio en la 30ª Conferencia anual de BMO Global Metals & Mining (del 1 al 5 de marzo) “fue una clara sensación de crecimiento positivo impulso detrás del potencial del uranio para ofrecer energía de carga de base baja en carbono ".

Por su parte, los mayores productores de uranio del mundo sufrieron enormes pérdidas en el trimestre de marzo, pero dicen que probablemente continuarán cumpliendo los compromisos existentes a largo plazo mediante compras en el mercado al contado mientras aumenta la producción.

Lamentan que las empresas eléctricas eviten firmar contratos de suministro a largo plazo, dada la abundancia continua de torta amarilla barata en el mercado spot.