El principal partido de oposición de Groenlandia, que se opone al proyecto de tierras raras Kvanefjeld, ahora detenido en el sur del país, obtuvo el 37% de los votos el mes pasado.

Bluejay dijo que la ministra de Vivienda, Infraestructura, Recursos Minerales e Igualdad de Género, Naaja Nathanielsen, confirmó el apoyo del nuevo gobierno al sector.

También se dice que la autoridad confirmó la Estrategia de minerales de Groenlandia 2020-2024, que proporciona un marco para el desarrollo de los recursos minerales del país.

El partido gobernante ha adoptado una postura contra los elementos radiactivos, pero ha declarado públicamente que está a favor de la minería.

"Espero que Bluejay continúe adoptando las mejores prácticas con respecto a los altos estándares que exigimos a aquellas empresas que han recibido con éxito sus licencias de explotación, acompañadas de los rigurosos estándares ambientales y sociales que se establecen en Groenlandia", dijo el ministro Nathanielsen en el comunicado.

La compañía obtuvo un permiso de 30 años para su proyecto de ilmenita Dundas en diciembre. Permite a Bluejay producir 440.000 toneladas de ilmenita anualmente durante una vida útil inicial de 11 años. El mineral se considera el mineral más importante de titanio y se utiliza comercialmente en la producción de pinturas, adhesivos y productos para el cuidado personal.

Más allá de la pesca

Groenlandia, un vasto territorio ártico autónomo que pertenece a Dinamarca, basa su economía en la pesca y los subsidios del gobierno danés. Como resultado del derretimiento del hielo en los polos, los mineros se han interesado cada vez más en la zona.

Hasta hace poco, la región tenía solo un proyecto minero importante, el proyecto de tierras raras Kvanefjeld de Greenland Minerals, lanzado en 2007. Sin embargo, durante el año pasado, ha emitido más licencias de exploración y minería en un intento por diversificar su economía.

El gobierno de EE.UU. firmó un memorando de acuerdo con Groenlandia sobre la gobernanza del sector minero en 2019 como parte de los esfuerzos para garantizar el suministro de minerales críticos, particularmente tierras raras, desde fuera de China.

La medida buscaba ayudar en parte a abordar el dominio chino del mercado de tierras raras, ya que la nación representa casi el 80% del suministro mundial extraído de los elementos utilizados en todo, desde electrónica de alta tecnología hasta equipo militar.