nte la llegada de la pandemia del COVID-19 , el Perú era considerado la “estrella macroeconómica de América Latina”. Era visto como el “alumno aventajado y aplicado en lo macro”, pero con la pandemia se desnudaron diversos problemas estructurales que no han podido ser revertidos pese a los resultados en todos estos años, dijo Javier Beverinotti, economista líder del Banco Interamericano de Desarrollo ( BID ).
“El Perú era el más aventajado, pero lo macro no ha resuelto muchos de los problemas que han quedado visibles con la pandemia, que quedaron muy reflejados en la manera en que se expresó el electorado en la primera vuelta. La informalidad sigue abarcando el 75% en el país y la pobreza es muy alta ”, mencionó Beverinotti, durante la presentación del programa “ BIDeconomics Perú: Oportunidades para la recuperación y el crecimiento sostenible y resiliente ” este miércoles.
En la misma línea de esta idea, Waldo Mendoza , titular del Ministerio de Economía y Finanzas ( MEF ), destacó el desempeño del país en todos estos año, indicando que la muestra más palpable de ello es la respuesta de política macroeconómica que se puso en marcha el año pasado para abordar el impacto de la pandemia. “Un 10% del PBI en créditos con banca estatal”.
Sin embargo, logró que los avances en estos indicadores no hayan podido invertirse para concretar un avance en las diferentes brechas que aquejan a la sociedad.
“Ya sabemos cómo crecer, ya sabemos cómo mantener la inflación estable, ya sabemos cómo mantener las finanzas públicas sanas, pero hace tiempo estamos con los mismos [problemas] en el crecimiento económico. Es imposible que el crecimiento económico dé un salto sin nuevas mejoras ”, subrayó.
“El Perú ha sido la estrella en el área macroeconómica, pero de algún modo escondido muchas fallas estructurales que tiene el país y salieron con la pandemia”, complementó Tomás Bermúdez, representante del BID en el Perú.
“Si bien el crecimiento es condición necesaria para el desarrollo, no es suficiente. La desigualdad no se redujo en la misma magnitud que la pobreza, lo que indica que persisten brechas de ingreso que responden a asimetrías en el acceso a educación básica y superior, salud y servicios de infraestructura económica y social, en grupos históricamente vulnerables y nuevos colectivos ” , Cita en su introducción el estudio “ Perú: Oportunidades para la recuperación y el crecimiento sostenible y resiliente ”.
La primera arista que se aborda para afrontar este panorama se describe en “Posicionando la productividad como motor del crecimiento y el desarrollo”.
En este sentido, el BID destaca que la elevada informalidad laboral y empresarial ha ampliado el impacto de la crisis, sobretodo en los más vulnerables; y que el marco legal actual tiene un impacto limitado sobre la generación de empleo de calidad y su aumento en las empresas.
Ante ello, algunas de las ideas que se plantea es continuar con el apoyo económico a los sectores vulnerables durante la emergencia a fin de proteger el empleo, actualizar la legislación laboral para ejercer menos presión sobre los costos laborales no salariales, mejorar la percepción de los beneficios de la formalidad empresarial, entre otros.
Un segundo aspecto al que se insta es a “Fortalecer las instituciones para un gobierno más eficiente”.
Esto, debido a que, según el diagnóstico del BID, los avances en educación y salud se dieron de manera desigual, dejando rezagada a la zona rural; y que la baja eficiencia en la gestión del gasto es otro factor limitante para la cantidad y calidad de los servicios públicos, entre otros.
Al respecto, el BID plantea consolidar la digitalización de los procesos y servicios educativos y de salud, consolidar los regímenes tributarios que viabilice el crecimiento de las empresas y racionalizar los incentivos tributarios.
Santiago Levy , exvicepresidente de Sectores y Conocimiento del BID, mencionó que en, en las dos últimas décadas, el Perú ha sido ejemplo, paradójicamente, de dos escenarios contrapuestos.
“El Perú es un caso de éxito en crecimiento económico, pero, a su vez, de no éxito de un crecimiento social e incluyente. Ha sido de los mejores en indicadores de crecimiento, pero si ves los sociales son bastante decepcionantes. No es lo mismo crecer, que hacerlo con inclusión social. Lo primero estuvo presente, pero lo segundo ausente ” , refirió.
Levy también criticó que el conjunto de políticas públicas en el país que apuntan a crear una sociedad incluyente, como los regímenes laborales, tributarios y demás, resulta totalmente incoherentes respecto a su objetivo.
“El grado de incoherencia entre los instrumentos de aseguramiento social, legislación de salud, tributaria, es incoherente. La alta informalidad y la baja productividad es la manifestación de la incoherencia que hay en el Perú. Si algo quiere hacerse al respecto, lo primero que tiene que hacerse es un diagnóstico ”, subrayó.
Al respecto, Hugo Ñopo , investigador principal de Grade, destacó la mención del BID sobre que el nivel de recaudación tributaria en el país es muy bajo y, por ende, deben aplicar medidas para aumentar los ingresos.
“Es un tema que no le gusta a nadie. Pero se debe diseñar un esquema tributario con una base de contribuyentes más ancha y con una recaudación mayor. De otra manera, resulta inviable [ejecutar medidas apuntando a un crecimiento sostenible] ”, dijo.
En esta línea, también resaltó del estudio que el nivel de eficiencia del gasto no es bajo respecto a otros países de América Latina .
“Uno de los principales argumentos que utilizan para evitar incrementar el nivel de recaudación es que el estado es ineficiente en el gasto. Sin embargo, este estudio del BID revela que la ineficiencia del Perú es mucho más baja respecto a otros países. Entonces, la 'ineficiencia del gasto' no es un argumento de peso para dejar de tomar la decisión de aumentar la recaudación ”, refirió.
Así, Ñopo dijo que, a partir de las conclusiones del BID, se tiene entre los pendientes urgentes convertir el crecimiento económico en desarrollo, lo cual está ligado a la generación de empleo adecuado; conseguir una mayor recaudación y repensar en el rol de las elites.