FABIÁN ANDRÉS CAMBERO
Los trabajadores de la mina Escondida de BHP en Chile, el mayor yacimiento mundial de cobre, esperan lograr un contrato "justo y equitativo" con la empresa pero, de ser necesario, están preparados para una huelga incluso más extensa que la ocurrida en 2017, reveló a Reuters el poderoso sindicato.
Actualmente están trabajando en el proyecto de contrato que presentarán a sus bases y luego a la firma para el proceso, que iniciará los primeros días de junio, en momentos en que el precio del metal ha marcado máximos históricos por mejores expectativas de recuperación de la economía mundial.
Como preparación a la discusión, el sindicato ha tenido como práctica habitual crear un fondo de contingencias con cuotas extraordinarias de sus afiliados para contar con respaldo financiero en caso de que llegue a una huelga.
"Insistimos y reiteramos nuestra total disposición al diálogo, creemos firmemente que ese es el camino para enfrentar estos procesos, todo en un marco de respeto que dé como resultado un contrato colectivo justo y equitativo", dijo el gremio en su primera entrevista sobre el proceso.
"En el caso de ser necesario, contamos con un fondo de contingencia, bases sindicales sólidas y experiencia, que nos permite enfrentar un largo proceso de negociación por una eventual huelga. Igual o mayor que el año 2017", aseguró.
Los operarios protagonizaron una dura huelga de 44 días en 2017 que culminó solo con una extensión del contrato y llevó a una nueva discusión al año siguiente, que finalmente se resolvió poco antes de llegar de nuevo a la paralización.
La negociación contractual de Escondida, que produjo 1,19 millones de toneladas en 2020, es seguida muy de cerca por el mercado como un marcador de la industria ya que agrega presión al precio global del metal rojo.
En consulta sobre qué tan alejadas estarán las posiciones de las partes en esta negociación, los "patos y patas negros" -como se denominan los socios del gremio- afirman tener voluntad de llegar a un acuerdo pese a que consideran que el comportamiento de la empresa ha sido históricamente "nefasto".
"Permanentemente (la empresa) ha demostrado una insensibilidad a las legítimas demandas de sus trabajadores y una constante falta de respeto a la legislación laboral, lo que ha quedado documentado", apuntó.
El sindicato destacó que durante la discusión "será intransable" lo vinculado a los beneficios que han conquistado a lo largo de más de 28 años de historia.
"La creciente necesidad mundial de cobre, como especial elemento para el desarrollo de tecnología limpia, es una realidad y esa mayor demanda será cubierta por las y los trabajadores de nuestro país, mientras en el mercado el metal rojo se transa en cifras históricas", señaló el gremio.
Consultada por Reuters sobre el venidero proceso, la compañía dijo que está en "total disposición" para que en la discusión prime el diálogo y se puedan lograr acuerdos que sean beneficiosos para ambas partes.
"Creemos que en los tiempos que vivimos demostrar capacidad de lograr acuerdos constructivos es aún más relevante", dijo la firma en una breve declaración.
La discusión del nuevo contrato se dará en medio del inicio del trabajo de una asamblea para redactar una nueva constitución liderada por fuerzas emergentes de izquierda e independientes, luego de la derrota de las fuerzas políticas tradicionales en la elección de los delegados que la conformarán.
Esto ha despertado la incertidumbre sobre el futuro de la minería en el país, donde actualmente también se discute el alza de la carga tributaria del sector a través de regalías.
"Esperamos que esta agitación política sirva para que Minera Escondida y todas las transnacionales se hagan cargo de la profunda deuda histórica con nuestro pueblo", opinó el gremio de más de 2.000 socios.
"El royalty no es la solución final, esperamos que el cambio profundo sobre el aporte de las transnacionales a nuestro país y la titularidad de los recursos naturales, sea un tema de la agenda constituyente", agregó.
La producción de Escondida ha cedido desde mediados del año pasado por la suspensión de operaciones de cátodos para cumplir con restricciones de personal en faenas debido a los estrictos protocolos sanitarios para combatir la pandemia de coronavirus.
"Esperamos como siempre, que la empresa no desconozca el sacrificio que hombres y mujeres realizan diariamente y que, en definitiva, posicionan a Minera Escondida como la mayor productora de cobre", señaló.
Como antesala del esperado proceso, un pequeño gremio de operación remota de Escondida y Spence, ambas de BHP, está en negociaciones contractuales, lo que ha generado interés sobre el impacto que pudiera tener en la operación.
La situación actual de Chile, sumada a incertidumbre sobre el futuro político de Perú, despiertan inquietud sobre la producción de la vital región minera.