La industria mundial de las energías renovables creció el año pasado a su ritmo más rápido desde 1999, a pesar de las perturbaciones causadas por la pandemia del virus Covid-19, y puede haber establecido una norma de crecimiento para el futuro, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

El organismo mundial encargado de velar por la energía reveló que la entrega de proyectos de energía renovable, incluidos los parques eólicos y los proyectos de energía solar, crecieron un 45% el año pasado, en un cambio radical para la industria mundial.

La capacidad de energía eólica se duplicó en el último año, mientras que la energía solar creció casi un 50% más que su crecimiento antes de la pandemia, debido al creciente apetito por la energía limpia por parte de gobiernos y empresas.

El auge de las energías limpias ha llevado a la AIE a revisar sus previsiones de energías renovables para los próximos años aumentando alrededor de un 25% respecto a sus anteriores estimaciones de crecimiento, debido a la expansión más rápida de lo previsto de las energías renovables en China, Europa y Estados Unidos.

Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, afirmó que los gobiernos deben "aprovechar este prometedor impulso" poniendo en marcha políticas que "fomenten una mayor inversión en energía solar y eólica, en la infraestructura complementaria de la red que necesitarán, y en otras tecnologías renovables clave como la hidroeléctrica, la bioenergía y la geotérmica".

"Una expansión masiva de la electricidad limpia es esencial para que el mundo tenga la oportunidad de alcanzar sus objetivos de cero emisiones netas", añadió Birol.

China sigue estando en el centro del crecimiento de la industria de las energías renovables, después de haber representado más del 40% del crecimiento mundial del mercado en los últimos años. También es uno de los mayores proveedores de las materias primas necesarias para fabricar aerogeneradores y paneles solares, como silicio, vidrio, acero, cobre y otros materiales de tierras raras.

Sin embargo, China es también el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo debido a su uso de centrales eléctricas de carbón para satisfacer la creciente demanda energética del país.

El presidente del país, Xi Jinping, ha prometido que China será neutra en carbono para 2060, pero los expertos han advertido que necesitará desarrollar suficiente energía renovable para cerrar casi 600 de sus centrales de carbón en los próximos 10 años para cumplir este objetivo.

Se prevé que el vencimiento de una fecha clave para las subvenciones estatales en China hará que el crecimiento de las energías renovables en el país se ralentice en los próximos años. Pero la AIE cree que el auge de la demanda de energía limpia en Europa y Estados Unidos mantendrá el crecimiento anual de la industria mundial cerca de los niveles del año pasado.

Heymi Bahar, autor principal del informe de la AIE, describió el auge de las energías renovables del año pasado como algo "sin precedentes", ya que, aunque igualó el ritmo observado por última vez en 1999, el sector ha crecido mucho en las dos últimas décadas.

Según él, los niveles récord de subastas gubernamentales para nuevos proyectos de energías renovables, combinados con un número creciente de empresas que quieren pasarse a las energías renovables, impulsaron el "aumento excepcional", que se convertirá en "la nueva normalidad de las energías renovables".

"El impulso de las empresas y los gobiernos está ahí", añadió.

Las últimas previsiones de la AIE no tienen en cuenta al nuevo presidente de EE.UU., Joe Biden, cuya administración se espera que impulse un ritmo aún más rápido de crecimiento de las energías renovables. Biden se ha comprometido a reducir las emisiones estadounidenses a la mitad en los próximos 10 años.

En el Reino Unido, se prevé que el crecimiento de la industria eólica marina represente una cuarta parte de la capacidad eólica marina del mundo en 2022, lo que lo convertirá en el único país del mundo que tiene más energía eólica generada en su costa que en su tierra.