Más de la mitad de lo que cuesta la generación y el transporte será subsidiado. El efecto sobre las cuentas públicas será mucho más alto que el calculado en el Presupuesto 2021
PABLO WENDE/INFOBAE
Las tarifas eléctricas representan el principal peso de los subsidios económicos, lo que explica la preocupación de Martín Guzmán por realizar ajustes. El atraso tarifario es cada vez más elocuente: en 2019 el pago de las facturas de electricidad representaba el 64% del costo real del servicio, ese porcentaje cayó a 54% el año pasado y la estimación es que este año apenas llegará al 45%.
En otras palabras, más de la mitad del costo de la tarifa de electricidad residencial no será cubierto por el pago de los usuarios y estará subsidiada por el Estado. En la ecuación entran dos componentes principales: la suba del tipo de cambio y el precio del petróleo.
El aumento de 9% que definió el gobierno esta semana, en medio de una fuerte tormenta política, no llega a compensar ni por asomo la suba de costos. Tanto Edenor como Edesur habían solicitado aumentos en las tarifas cercanos al 30% sólo para mantener la calidad del servicio, sin contemplar nuevas inversiones.
Los datos sobre el costo de la electricidad los publica mensualmente Cammesa (Cámara Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico). Allí figuran detalladamente los costos de la generación y el transporte eléctrico, que es el que deben pagar las compañías distribuidoras. La diferencia entre esos costos y la tarifa arroja el nivel de subsidios. De allí surge justamente que en 2020 cayó 10 puntos porcentuales la cobertura del costo eléctrico con tarifa y este año podría suceder otro tanto.
El aumento de 9% que definió el gobierno esta semana, en medio de una fuerte tormenta política, no llega a compensar ni por asomo la suba de costos
Según las proyecciones que también parten de Cammesa, el trimestre que arrancó en mayo arrojará un déficit para el sistema de $ 132.000 millones. Ése es el monto millonario de subsidios que tendrá que pagar el Gobierno sólo para cubrir los costos de la electricidad.
Según el Presupuesto el déficit del sector eléctrico debería permanecer constante en 1,7% del PBI. Pero terminará siendo mucho mayor, seguramente arriba de 2% del PBI, porque el aumento tarifario estará muy por debajo de lo planificado por el ministro de Economía.
Este cuadro explica la preocupación de Martín Guzmán por avanzar con más aumentos tarifarios. Su propuesta consistía en dos aumentos de 9% cada uno a lo largo del año para Edenor y Edesur, pero además una segmentación de tarifas para que paguen más aquellos usuarios de mayor poder adquisitivo.
La tarifa pasará de representar un 64% a apenas un 45% del costo de la electricidad. Cuando Cristina Kirchner dejó el poder en 2015 ese porcentaje no llegaba al 10%, luego de una década de congelamiento
Sin embargo, el planteo chocó con la férrea negativa de dos altos representantes de La Cámpora en el Gobierno con injerencia en los servicios públicos. Por un lado Federico Bernal, interventor del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), y de Federico Basualdo, subsecretario de Energía Eléctrica. Este último se negó a renunciar pese al pedido de Guzmán y del propio jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. No sólo quedó expuesta las dificultades para la toma de decisiones del ministro de Economía, sino la propia autoridad presidencial.
Para los camporistas, no es el momento de avanzar con ajustes más agresivos de la tarifa eléctrica, al menos hasta las elecciones legislativas. La idea es no generar más presión sobre todo en los bonaerenses, donde la pobreza ya supera el 50%. Claro que la consecuencia de este atraso tarifario es que los subsidios son cada vez más abultados.
En los próximos días también se definirá un nuevo aumento de la tarifa de gas, que estaría en el orden del 6% al 7%, lo que también aumentará la necesidad de subsidios. Además, se vienen los meses más fríos y habrá que importar gas ante la caída de la producción local. Según cálculos de especialistas en el sector, las importaciones demandarán unos US$ 1.200 millones, lo que impactará negativamente en el balance cambiario.
MARTÍN BIDEGARAY/CLARÍN
En la luz ya se dispuso un decreto con suba del 9% en Buenos Aires y el conurbano. En el caso del gas alcanza a todo el país y rige desde junio.
El aumento en las tarifas de gas será del 6% y se oficializará hacia fin de mes. El incremento regirá en todo el país desde junio. El próximo mes también se sentirá el incremento del 9% en distribución eléctrica (luz), aunque este nivel de aumento solo rige para Buenos Aires.
El aumento del 9% en luz será el “único”, según explican en el Gobierno,dejando claro que se adoptará la postura de Federico Basualdo, el subsecretario de Energía Eléctrica, postergando el deseo de una recomposición del 15% que sostenía el ministerio de Economía, que también pensaba en dos subas.
En gas, quedó abierta una posibilidad que haya otro incremento, aunque después de las elecciones. La secretaría de Energía -que depende del ministerio de Economía- puede buscar una recomposición de una parte de la tarifa. Pero, para aplicarla, el Enargas (el ente regulador) debe convocar a una audiencia pública.
Aunque Economía puede tratar de impulsar ese aumento en cualquier momento, todo indica que será después de las elecciones.
El proceso de recomposición de las tarifas de gas, que será del 6%, estará listo para la última semana de mes, según estima Federico Bernal, interventor del Enargas. “Ya está el OK de las distribuidoras, ahora falta el proceso de trámites internos dentro del Poder Ejecutivo nacional”, puntualiza.
La recomposición de tarifas de gas arrancó su proceso antes que la de distribución eléctrica. La secretaría de Energía y el Enargas celebraron sus audiencias públicas a mediados de marzo, mientras que el Enre lo hizo a fin de ese mes. Sin embargo, en distribución eléctrica ya se implementó a través del Boletín Oficial, mientras que en gas eso no sucedió.
La explicación reside en que hubo “falta de acuerdo” entre el Enre y la secretaría de Energía Eléctrica, que gestionaban el aumento de luz, con las distribuidoras (Edesur y Edenor). Por esa ausencia de concordancia, el Poder Ejecutivo salió con un decreto que estableció su posición. En gas, en cambio, habrá acuerdo con las licenciatarias, según fuentes oficiales, y no hará falta que un decreto salde los desacuerdos entre las partes.
En distribución eléctrica, el Poder Ejecutivo salió del procedimiento establecido, en parte por los desacuerdos entre el ministro de Economía (Martin Guzmán) y el subsecretario Basualdo. El secretario de Energía Darío Martínez depende de Guzmán y Basualdo es su segundo. Sin embargo, los intentos de Economía de desplazar a Basualdo chocaron contra el férreo respaldo del Instituto Patria (que solo responde a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner) a ese funcionario. Basualdo continuará con sus funciones, y este miércoles se mostró en una reunión con sindicatos.
Federico Basualdo, sociólogo de profesión, estuvo en el Enre en la segunda gestión de Fernández de Kirchner como presidente. Eduardo, su padre es un historiador y economista muy escuchado por la vicepresidenta y La Cámpora.
“En las tarifas de gas, estoy cumpliendo a rajatabla el decreto de necesidad y urgencia 1020 (inicio de la renegociación de las revisión tarifaria integral para prestadores de servicios públicos) y el marco regulatorio”, dice Bernal.
El aumento del 6% en el gas también será el único que alcanzará a transporte y distribución, es decir las empresas que llevan gas a hogares y comercios. Pero Economía puede decidir un incremento por el precio del gas en si mismo (el nombre técnico es PIST).
A través de la boleta, los clientes pagan una parte del costo del gas que consumen. El resto lo subsidia el Gobierno. Si Economía quiere que los usuarios paguen mayor proporción del costo del gas (para achicar las subvenciones), puede proponerlo a través de la secretaría de Energía. De allí se convoca a una audiencia pública. “El traspaso o no a tarifa se define a partir de la audiencia pública y un estudio del precio del gas, conforme lo establece la reglamentación de la ley 24.076 (marco regulatorio del gas)”, expresa Bernal.
Las tarifas de luz de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano estuvieron congeladas desde febrero de 2019 hasta mayo de 2021. Las de gas no tienen aumentos desde abril de 2019, pero lo tendrán en mayo de 2021.
Desde Economía dejaron trascender que la disconformidad con Basualdo tenía que ver con la falta de elaboración de “subsidios segmentados”. Sin embargo, entre los reguladores específicos se refuta que esas planillas (y simulaciones de quita de subsidios) fueran hechas y están en Jefatura de Gabinete.
En su campaña electoral que lo llevó a la presidencia, el Frente de Todos prometió una postura contraria a la adoptada por la administración anterior, que autorizó fuertes aumentos en tarifas. El congelamiento de tarifas es una de las razones que acercó a ciertos sectores de clase media al Frente de Todos.
Federico Basualdo parece ser hoy una pieza clave en el esquema energético actual. Los Basualdo conforman una familia exitosa. Su hermano Eduardo (mismo nombre que el padre) es un exitoso artista plástico, ganador de múltiples premios. Sus bisabuelos eran los duelos de lo que hoy se conoce como el Palacio Ortiz Basualdo, sede actual de la embajada de Francia.