Ejecutivos del consorcio adjudicatario de la obra le hicieron saber a Gustavo Beliz que para que el proyecto avance se necesita el crédito de los bancos
Se realizó en la Casa Rosada una reunión clave vía zoom para analizar el futuro de la construcción de la represa Chihuido, en Neuquén, que debe llevar adelante el consorcio empresario encabezado por Helport.
El equipo de Gustavo Beliz, secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, fue anfitrión virtual de los representantes de Helport, del Banco Santander, del Credit Suisse y del grupo alemán Voith Hydro –proveedor de las turbinas- que acercó el posible financiamiento. Allí, los representantes del consorcio que se quedó con la licitación de la obra en 2014, dejaron en claro que la construcción de la represa depende de que la Argentina cierre el acuerdo con el FMI.
En un repaso del estado de situación, los ejecutivos les compartieron a los funcionarios gubernamentales una serie de filminas. En una de ellas titulada “Logros alcanzados y pendientes”, enumeraron los aspectos positivos ya conseguidos, y los que faltan cerrar en pos de conseguir el financiamiento por más de u$s2.200 millones necesarios para la megaobra.
Entre los puntos destacados como favorables, los representantes del consorcio encabezado por Helport recordaron que el proyecto les fue adjudicado en diciembre de 2014. También resaltaron el acuerdo alcanzado por la Argentina con los bonistas en 2020. Además, la aprobación por parte de Euler Herms, el gigante de seguros de crédito, para la ampliación del monto a financiar.
Al momento de llegar a los aspectos pendientes, los ejecutivos señalaron que resta la solicitud formal de los bancos a Euler Hermes para garantizar los créditos y también las firmas de contratos. Pero sobre todo dejaron en claro que el financiamiento está atado a la suerte que corran las negociaciones de la Argentina con el FMI. Dicho en criollo, sin acuerdo no habrá financiamiento.
Detrás del pedido está el gobierno de Angela Merkel. Es que la firma alemana Voith Hydro quien es la encargada de la provisión de las cuatro turbinas Francis de eje vertical que potenciarán a la represa, es la que acercó la posibilidad del crédito de un grupo de bancos.
Vale recordar que el proceso licitatorio iniciado en diciembre de 2013 durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, tuvo como ganador al consorcio liderado por Helport, conformado además por Panedile S.A.I.C.F. -de Hugo Dragonetti-, Isolux Ingeniería S.A., Chediack S.A.I.C., Eleprint S.A., y Hidroeléctrica Ameghino.
Ya durante el gobierno de Mauricio Macri, la obra nunca contó con el financiamiento de más de US$ 2.200 millones necesarios para la construcción de la esperada represa de 637 MW de potencia sobre el río Neuquén.
Proyectada desde los años 70, la represa de Chihuido pareció tomar impulso cuando el consorcio encabezado por Helport se quedó con la licitación en el año 2014. Sin embargo, año tras año los dólares necesarios para comenzar con la construcción brillaron por su ausencia y la obra nunca se inició. De hecho, el financiamiento original que vendría desde Rusia nunca se cristalizó, y Helport sacó un as de la manga: un crédito de bancos alemanes a una tasa del 6,7%.
Sin embargo, ahora ese financiamiento dependerá de que el Gobierno consiga cerrar el acuerdo con el FMI. Sin esa rúbrica, los bancos no están dispuestos a desembolsar miles de millones de dólares sin tener en claro cómo será la evolución del stock de deuda soberana de la Argentina.
Por otra parte, en el marco de lo que fue la licitación de 2014, en caso de que se caiga definitivamente la propuesta de Helport, Ámbito pudo saber que hay otro consorcio empresario que cuenta con el financiamiento necesario para comenzar la obra.