"Mi único enemigo es el virus" (sic)
Argentina prolongó confinamientos, en similares condiciones, hasta el 21 de mayo. Al cabo de una semana difícil signada por nuevos escándalos y disfunciones, el gobierno anunció la continuidad de la cuarentena argentina con una novedad: habrá mayor autonomía de las provincias para aplicar la letra chica de las restricciones y medidas sanitarias.
El que sigue es el discurso de 20' de Alberto Fernández en la mañana del viernes:
El mensaje presidencial se produjo mientras se conoce la creciente dificultad del país para abastecerse de vacunas por la decisión de China de no exportar más para dedicarlas a su población y por la espiral en India.
Las restricciones a la circulación afectan sobre todo al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde los trabajadores tienen más límite para viajar, cosa que no ocurre con miles de manifestantes progubernamentales que todos los días reclaman subsidios en las calles sin distancia social alguna
DIEGO CABOT/LA NACIÓN
Una firma sin antecedentes en estudios clínicos está a cargo de los testeos, con resultados en tiempo récord; el enigma sobre el verdadero dueño
Hace poco más de un mes, el Gobierno definió que todos los argentinos que llegan a Ezeiza deben pagar obligatoriamente $2500 por el test de antígenos, conocido como hisopado rápido, similar al que el gobierno porteño realiza en los centros de testeo. Nada llamativo si no fuera porque detrás de esa decisión funciona una sociedad recién creada, sin antecedentes en análisis clínicos, cuyas dueñas son dos monotributistas que no se conoce si pisaron una facultad de bioquímica, al menos, como alumnas.
Una, Paola Perillo Orellana, está inscripta en la categoría más baja, con una facturación de $18.000 por mes; la otra, Laura Cáceres, puede facturar hasta $34.700 cada 30 días. Ambas figuran como dueñas de Labpax, la firma que maneja todos los hisopados requeridos para entrar al país y que genera al menos cinco millones de pesos por día.
Pero eso no es todo, hay una carpa y una guardia de Labpax fuera de la estación para quienes se van y desean llevarse sus “negativos” listos para acreditar en el exterior. Para salir, el precio es otro: $4000 el hisopado y $6000 el PCR. Las previsiones de quienes conocen la demanda de ese tipo de test consideran que la recaudación seguramente está entre seis y siete millones de pesos diarios.
El emprendimiento de las dos monotributistas vio la luz de la mano de la decisión administrativa 268 –firmada el 25 de marzo de 2021–, pero la contratación corrió por cuenta de Aeropuertos Argentina 2000. Tanto en el Ministerio de Salud como en el de Transporte deslindaron responsabilidades, aunque aquella norma estableció que esas eran las autoridades de aplicación de la puesta en marcha del testeo obligatorio.
“Nada tiene que ver el Ministerio”, señalaron en la cartera que maneja Carla Vizzotti. Quienes trabajaban con Mario Meoni cuentan que el entonces ministro envió a fines de marzo al Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna) una carta para que, junto a la concesionaria, dispongan la forma de cumplir con el requisito.
Fuentes de la compañía de Eduardo Eurnekian indicaron que no estaban al tanto de que el servicio de salud, vital para controlar la pandemia, lo prestaba Labpax. Sin embargo, AA2000 firmó un contrato de colaboración con la Fundación Educativa San Lázaro, manejada por la propia empresa, para que organice el sistema de testeos en espacios cedidos por la concesionaria. Finalmente, la fundación fue la que delegó el sistema en Labpax, representada al momento de la rúbrica por Laura Cáceres.