Pasó un año desde que los futuros del West Texas (WTI) cayeran a territorio negativo, por primera vez en la historia cerró en menos US$ 37.63 bbl cuando los vendedores en pánico se vieron obligados a deshacerse de sus los stocks de sus contratos que expiraban en mayo de 2020.
"Un año después esto parece una escena de un mundo diferente. Los precios del petróleo se han recuperado por completo de la caída. El enorme exceso de inventarios que provocó el colapso de los precios hace un año se ha eliminado casi por completo. Un papel importante en esto han sido los recortes masivos de producción implementados por la OPEP + y los productores de petróleo de esquisto de Estados Unidos", explican los economistas de Commerzbank.
El petróleo saltó por encima de los US$ 64 el barril, un año después de que los futuros del índice de referencia estadounidense colapsaran por debajo de cero, con el producto básico más importante del mundo extendiendo un poderoso repunte en las apuestas por una mejor demanda.
West Texas Intermediate avanzó un 1,3%, sumándose a la modesta subida del lunes a medida que el dólar se debilitaba, mientras que la producción en Libia cayó por debajo de 1 millón de barriles por día en medio de una disputa presupuestaria.
Por su parte, el petróleo Brent, de referencia en Europa, busca reconquistar los US$ 68 por barril que, hace un año, llegó a caer por debajo de los US$ 20. Algunas diferencias en el funcionamiento de los mercados de futuros de crudo europeo y un mayor margen para almacenar el petróleo impidieron que el Brent rompiese la frontera de los precios negativos. Ahora, el precio de este tipo de petróleo se acerca a los US$ 70.
El 20 de abril de 2020 daba la sensación de que el mundo se iba a acabar. No cabía más petróleo en las instalaciones de Cushing (Oklahoma) y el consumo se había desplomado. Los futuros de crudo cayeron a precios negativos Sin embargo, la reapertura parcial de las economías desde mayo mantuvo con vida al petróleo, aunque no ha sido hasta ahora cuando los traders y productores han empezado a ver claramente la luz al final del túnel. "Parece que estamos en una escena de un mundo diferente", aseguran desde el banco alemán Commerzbank.
Cabe recordar que una semana antes de la caída, Arabia Saudita y Rusia no sólo no lograron acordar los recortes de producción durante la reunión de la OPEP +, sino que decidieron liberar millones de barriles de petróleo crudo adicionales en el mercado. Todo esto mientras la demanda mundial de petróleo se desplomaba, con el consumo aplastado por la pandemia de COVID-19.
El crudo ha subido más del 30% en 2021 debido al optimismo de que la reapertura de las economías avivará el consumo y seguirá agotando los inventarios mundiales. A medida que aumenta la demanda, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados están planeando un retorno gradual de la oferta a partir del próximo mes. La alianza puede omitir una reunión ministerial a gran escala planificada para la próxima semana, posiblemente indicando que los miembros no ven mucha necesidad de revisar la estrategia actual.
"La recuperación del mercado durante el año pasado, aunque todavía nublada por la incertidumbre, hace que sea muy poco probable que se repita la caída de precios de abril de 2020", dijo Vandana Hari, fundadora de Vanda Insights en Singapur. "Algunas de las circunstancias fueron exclusivas del año pasado y las primeras semanas de la pandemia, como la confluencia del impacto inesperado de los cierres globales y la destrucción de la demanda y la OPEP + abriendo los grifos".