Para hacer realidad la senda del carbono cero hasta 2050, se tendrá que observar primero una disociación entre el PIB y el uso de la energía
El mundo ha iniciado una transición hacia una economía sin emisiones de carbono que requerirá grandes volúmenes de muchos tipos de materias primas, incluido el petróleo, para construir esta nueva economía, pronostica Alphabulk, en su informe semanal.
Como resultado, estima la consultora, los sectores de las materias primas y del transporte marítimo podrían disfrutar de una repetición del súper ciclo, "pero esta vez con esteroides". Este fenómeno, en su primera versión, fue desencadenado principalmente por China, y ayudado por India, Brasil y Rusia, es decir, impulsado por el BRIC. En el momento en que comenzó el súper ciclo, en 1999, la población de los países BRIC era de unos 2.500 millones de personas.
Esta vez, es la economía mundial la que impulsará el superciclo, lo que equivale a una cifra mucho mayor de unos 7.700 millones de personas que buscan el crecimiento y que, al mismo tiempo, tienen que cambiar todos sus activos existentes, sedientos de carbono, por activos de carbono cero. "¿Podría esto dar lugar a la madre de todos los superciclos?", cuestiona Alphabulk.
Pero en realidad, no es correcto afirmar que el mundo tendrá que cambiar todos sus activos intensivos en carbono por activos de carbono cero o neutros en carbono. De hecho, el camino hacia un mundo libre de carbono, según la mayoría de los escenarios disponibles públicamente, "no se basa únicamente en el cambio de todos los activos, sino en varios métodos".
Si se toma como referencia el escenario publicado por la Agencia de Información Energética de Estados Unidos (EIA) en noviembre de 2019, alcanzar un mundo con cero emisiones de carbono en 2050 se logrará mediante una combinación de: Mejora de la eficiencia energética; Uso de energías renovables; Cambio de combustibles de hidrocarburos por combustibles limpios; Energía nuclear; Captura y almacenamiento de carbono (CAC); otros medios
Para comprender la enormidad de la tarea que tenemos por delante, la EIA parte de la base de que la demanda mundial de energía aumentará una media del 1% anual de aquí a 2050, lo que supone un crecimiento total del 36% en ese periodo.
Alcanzar el carbono cero mientras la demanda de energía aumenta a ese ritmo será una tarea de enormes proporciones. Al mismo tiempo, todos los políticos van a perseguir, sin duda, un crecimiento mínimo del PIB del 4% o superior.
Históricamente, el crecimiento del PIB y el aumento de la demanda de energía han ido unidos por la cadera. En resumen, para hacer realidad la senda del carbono cero hasta 2050, se tendrá que observar primero una disociación entre el PIB y el uso de la energía por primera vez en la historia de la humanidad.
Al mismo tiempo, se tendrá que lograr que los activos existentes sean más eficientes desde el punto de vista energético, o bien desecharlos y sustituirlos por activos de carbono cero. "Les dejamos que juzguen la plausibilidad, por no decir la posibilidad, de que eso ocurra", acotan desde Alphabulk.
La EIA considera que la eficiencia energética representa el 37% del descenso de las emisiones de CO2 de aquí a 2050, lo que sobre el papel parece muy plausible. Por ejemplo, si se cambian los neumáticos de un automóvil por unos nuevos, especialmente diseñados para minimizar el consumo de gasolina, se puede rebajar un 8% el consumo habitual. Además, si se comprueba la presión de los neumáticos con regularidad se evita hasta un 10% de consumo extra de gasolina.
"Basándonos en estos dos sencillos ejemplos, y suponiendo que todos los conductores de un país determinado tengan siempre la presión correcta en los neumáticos y, además, que en el plazo de un mes todos los propietarios de automóviles equipen sus vehículos con neumáticos de bajo consumo, seguramente el consumo de gasolina de ese país se reducirá en un 8%".
Esa es la suposición de la EIA y de la mayoría de los gobiernos, pero para Alphabulk es errónea. "El consumo de gasolina del país no sólo no bajará, sino que seguirá aumentando". Esto porque según la paradoja de Jevons: "si algo se abarata, su uso aumenta".
La consultora precisa que "en nuestro ejemplo del automóvil, la mayoría de la gente, en lugar de conducir el mismo kilometraje que de costumbre con un costo un 8% más barato, conducirá más y, por tanto, el consumo global de gasolina no disminuirá".
De acuerdo con Alphabulk, este efecto rebote se ha documentado en la mayoría de las actividades humanas. Por lo tanto, para seguir en la senda del carbono cero en 2050, se tendrá que ver por primera vez no sólo una disociación del PIB y la demanda de energía, sino también el fin de la paradoja de Jevons.
"Una vez más, les dejamos que juzguen la probabilidad de que esto ocurra", acotan desde la consultora.
El resultado de todo esto podría ser un posible nuevo úuper ciclo del transporte marítimo y de las materias primas. De hecho, en estos momentos se está llevando a cabo un esfuerzo masivo para dotar al mundo de activos con cero emisiones de carbono.
Esto requerirá el traslado de una enorme cantidad de materias primas, incluido el petróleo, para hacer que la energía renovable represente el 32% de la mezcla de combustibles del mundo dentro de 30 años, si se cree en el planteamiento de la EIA.
"Es un caso en el que el mundo tiene que ensuciarse mucho más a corto plazo para limpiarse a largo plazo", apunta Alphabulk que finalmente plantea que el transporte marítimo sólo puede beneficiarse de ello... siempre y cuando los responsables del sector, por primera vez en la historia de la humanidad, no se adelanten a este inminente súper ciclo con un exceso de pedidos en los astilleros. "Una vez más, les dejamos que juzguen la probabilidad de que esto ocurra o no", concluye la consultora.