Iván Arriagada y Octavio Araneda presentaron sus análisis y proyecciones para el cobre en Cesco Week
El cobre caía por el miedo a que China, el mayor consumidor de metales, quiera poner topes a los precios de las materias primas para evitar una posible inflación, en un mercado presionado además de una demanda tambaleante y por mayores inventarios del metal.
A las 1055 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) bajaba un 0.6% a US$ 8,875 la tonelada. El metal acumula un alza de 30% en los últimos cinco meses, luego de que en febrero llegó a los US$ 9,617, máximo de nueve años y medios.
El cobre en Shanghái cerró con una baja de 1.8% a 65,690 yuanes la tonelada.
"El enfoque real en este momento son esos números muy altos de IPP (índices de precios al productor), tanto de China como de Estados Unidos, y la potencial implementación de Beijing de medidas para frenar la inflación impulsada por las materias primas ", dijo Ole Hansen, estratega de Saxo Bank.
Los precios en las fábricas chinas subieron en marzo a su ritmo anual más rápido en casi tres años, según datos publicados el viernes.
El primer ministro chino, Li Keqiang, enfatizó la necesidad de fortalecer la regulación del mercado de materias primas para aliviar la presión de costos de las empresas en medio del aumento de los precios mundiales de los insumos, reportó el domingo la agencia de noticias oficial china Xinhua.
Los mercados de metal celebrado el plan del presidente estadounidense Joe Biden de gastar US $ 2.3 billones para mejorar la infraestructura estadounidense, pero los republicanos se han mostrado cautelosos.
Los inventarios de cobre de la LME tocaron su nivel más alto en cinco meses el lunes, luego de que las existencias subieran en más del doble desde principios de marzo.
El mercado era presionado además por indicios de una demanda débil en China. La prima de cobre Yangshan cayó a US $ 51 la tonelada, su nivel más bajo desde el 20 de noviembre.
La reciente alza en el precio del cobre no lograría seducir a las grandes mineras para embarcarse apresuradamente en proyectos sin garantizar su rentabilidad futura, dijo Iel presidente ejecutivo de Antofagasta plc, Iván Arriagada.
Los precios del metal han tocado este año máximos de una década en medio de expectativas de una pujante recuperación económica tras la pandemia de coronavirus.
Pero Arriagada recordó que en los últimos años del superciclo de precios apoyado en el crecimiento de la economía china se inauguraron yacimientos de alto costo y rentabilidad marginal, que fueron castigados una vez que los precios cayeron.
“Los inversionistas están cautos desde un punto de vista de los proyectos y en ese sentido no veo un ímpetu por acelerar y hacer inversiones que no reflejen un proceso bien reflexivo de las probabilidades que tienen de rentar lo que se espera”, dijo el ejecutivo de la minera del grupo Luksic en entrevista con Reuters.
Además señaló que el crecimiento inorgánico en la industria es desafiante ya que no hay muchas oportunidades de prospectos o yacimientos atractivos en venta.
“Esta es una industria donde no ha habido descubrimientos importantes en el último tiempo (...). La industria del cobre tiene un tremendo desafío de poder responder a la demanda”, agregó.
Por su parte descartó que Antofagasta piense en alguna iniciativa fuera de las dos previstas actualmente. “Nuestras decisiones de inversión las tomamos de acuerdo a nuestra visión de largo plazo de precios, justamente porque sabemos que el precio así como sube, va a bajar”, indicó.
Antofagasta alista para poner en línea el próximo año una mejora de su mina estrella Los Pelambres, que le aportará 60.000 toneladas anuales adicionales.
Además tiene previsto también en 2022 someter a decisión de inversión una ampliación de su división Centinela que agregaría 140.000 toneladas anuales del metal.
Sin embargo, recordó que parte de la nueva producción servirá para mitigar la caída en las leyes minerales de los depósitos.
Aunque dijo que la empresa cuenta con una posición financiera sólida, casi sin endeudamiento neto, de aprobar el avance del proyecto en Centinela -con inversiones proyectadas de unos US$2.700 millones. “Buscaríamos una parte del financiamiento para ese proyecto en el mercado”, afirmó.
En tanto en una entrevista con Bloomberg Arriaga indicó que probablemente será necesaria una reforma tributaria amplia para reducir las desigualdades del país, y que las autoridades no solo deberían señalar la minería.
Ello en el marco de una propuesta de regalías de 3% sobre las ventas de cobre que está a punto de presentarse ante el Senado, la cual según el ejecutivo ahogaría a las minas con mayores costos cuando los precios del metal caigan.
Se debe permitir que la regalía variable existente sobre las ganancias se aplique en el entorno de precios altos de la actualidad en lugar de introducir un nuevo sistema, dijo.
Si bien Arriagada entiende la necesidad de aumentar los ingresos del gobierno, dijo que un impuesto sobre las ventas de cobre podría inhibir el desarrollo de la industria.
“Tener en cuenta la competitividad de la industria a nivel mundial es bastante importante”, dijo en una entrevista. “Una perspectiva a largo plazo sobre las políticas públicas es absolutamente crucial”.
KAREN PEÑA/DIARIO FINANCIERO
"Un año que va a quedar marcado en nuestra memoria para siempre por todo lo que ocurrió con el tema del Covid y que ha sido sin duda uno de los más complejos y desafiantes de los últimos 100 años". Así describió de entrada el 2020 el presidente ejecutivo de Codelco, Octavio Araneda, quien participó en la Conferencia Mundial del Cobre, actividad que se realiza en el marco de la Cesco Week Santiago 2021.
En su reflexión, el ejecutivo indicó que la pandemia golpeó fuerte a todo el mundo y la actividad económica se vio muy resentida. Hace exactamente un año, el precio del cobre llegó a 2.29 dólares la libra, recuperándose levemente después hasta que llegar hoy a valores en torno a los 4.10 dólares la libra en marzo, lo que -aseguró- no se visualizaba en ninguno de los pronósticos, incluso los más optimistas.
Y aunque destacó que "sin duda es una gran noticia para todos los productores y en particular para este país", advirtió que siempre es bueno recordar que el precio del cobre es altamente volátil, situación que queda respaldada al observar la serie de tiempo en los últimos 10 años donde "las fluctuaciones han sido muy importantes".
"Este comportamiento cíclico es bien conocido y es uno de los grandes desafíos que tiene la industria de los metales especialmente el cobre", enfatizó. En esa línea, dejó en claro que "la naturaleza cíclica del precio conlleva desafíos en gestión de costos de operación y en decisiones de inversión".
Y no solo eso. También en su intervención Araneda sostuvo que la inversión de la industria ha seguido al precio con rezago y la rentabilidad sobre el capital empleado se ha deteriorado.
"Dos o tres años después de que llegan los peak del precio del cobre, reacciona la inversión fuertemente y así también reacciona a la baja, como se refleja en la historia reciente. Por otro lado, la rentabilidad -medida como el retorno sobre el capital empleado- ha tenido una variación bien importante en el tiempo", explicó. Actualmente, esta rentabilidad promedio para las empresas más grandes de la industria habría estado en torno al 7%.
Lo anterior, dijo, "nuevamente pone foco y resalta la necesidad de ser extremadamente riguroso en término de las decisiones de inversión". En el caso de Codelco, advirtió que esto es especialmente importante, ya que hacia el año 2030 un 74% aproximadamente de la producción de cobre va a venir de proyectos que están actualmente en construcción y otros que están en estudio.
"Hay un cambio muy importante en la estructura de producción de la compañía y fundamentalmente marcada en la irrupción de estos grandes proyectos de inversión que principalmente reemplazan las infraestructura necesaria para profundizar nuestras minas, nuestros yacimientos de operación, y en alguno de los proyectos genera la necesidad de invertir en nuevas procesos de beneficio para hacerse cargo de cambios en la estructura mineralógica de los yacimientos", afirmó.
Araneda fue enfático: "Si nosotros no desarrollamos estos proyectos, Codelco a la cuadra del 2030 tendría una caída de producción tremendamente importante. Por lo tanto, es vital y estratégico para la compañía los proyectos estructurales que vienen desarrollándose a partir del año 2011 en un fuerte ritmo de inversión y que nos va a mantener ocupados en la construcción de estos proyectos y de su puesta en marcha por los próximos 10 años".
Según Araneda, "el desafío de Codelco en materia de proyectos es gigantesco. No solamente en términos de la construcción de nuestros proyectos estructurales sino también en los desarrollos de las minas actuales y una serie de otros proyectos asociados a temas de sustentabilidad, de reparación, y también de refacción de instalaciones y modernidad de nuestros activos".
"Esta compañía, toda su organización, está completamente comprometida con este plan de transformación que no solamente es fisico sino que también en multiples ambitos de gestión", dijo, aludiendo al plan estratégico que están desarrollando desde 2019 con 10 prioridades donde buscan un aumento de excedentes de US$ 1.000 millones en forma sostenida a partir del año 2021.
Para lograr esto están trabajando en un proyecto de gestión de gerencia de proyecto cuyo desafío es reducir en un 20% los costos de los proyectos, traduciéndose en un desafío de reducir US$ 8 mil millones en la cartera desarrollada entre los años 2019 al año 2028.
Esto, que se viene aplicando desde Chuquicamata Subterránea, a través de -por ejemplo- la búsqueda de la optimización de los diseños que permitan un menor corto en la construcción de las iniciativas. "Hay un montón de ejemplos de actividades, proyectos, y mejoras que estamos haciendo en los proyectos para reducir el capex", destacó.
"El lograr este desafío va a permitir a Codelco posicionarse como compañía en el segundo cuartil de costos en el medio del segundo cuartil", adelantó.
Y agregó que, "a partir del 2011, la intensidad de capital ha aumentado muchísimo asociado a la ejecución de los grandes proyectos estructurales y también se muestra en lo que tenemos que seguir invirtiendo en los próximos nueve años asociados a estas iniciativas".
El máximo timonel repasó los proyectos más destacados que impulsa la estatal. Sobre Chuquicamata Subterráneo, cuyo comienzo de producción se dio el año 2019 y que involucró como inversión inicial US$ 5.500 millones, detalló que están enfocados en llevar a la iniciativa a su régimen de producción en la cuadra del año 2025.
El proyecto Nuevo Sistema Traspaso Andina está a punto de iniciar su puesta en marcha con un avance del 93% y este año -dijo el ejecutivo- "estamos iniciando" la construcción de Rajo Inca que se emplaza en la División El Salvador. Esta última considera una inversión de US$ 1.400 millones. Mientras, en cuanto a la cartera de El Teniente -que contempla los proyectos Andesita, Diamante y Andes Norte-, éstos ya tienen un avance total del 65%.
En tanto, en los proyectos que están en fase de estudio (en fase de ingeniería, ya sea a nivel de prefactibilidad o factibilidad), detalló que está en curso la prefectibilidad de RT Sulfuros Fase II. "Se está estudiando la opción de beneficio mediante tecnología tradicional de concentradora, pero también estamos analizando las opciones de hidrometalurgia", dijo, agregando que es un proyecto muy importante desde el punto de vista de la inversión de capital y que tiene un potencial de valor y de producción de cobre fino muy relevante dentro de la cartera de la Corporación.
A esto sumó la eventual expansión de Andina cuya factibilidad está en desarrollo.