Las exportaciones chilenas podrían transformarse en el motor de la recuperación económica este año
CAROLINA PIZARRO
El 2021 podría generar un hito en el mundo exportador y convertirse en un puntal para la recuperación económica y, de paso, dejar de lado el bajo desempeño que tuvo el envío de productos desde Chile al mundo durante el 2020. Es que uno de los grandes damnificados con la pandemia fue el comercio mundial. Sin embargo y pese a las turbulencias, las exportaciones chilenas crecieron un tímido 2% el año pasado, totalizando más de US$ 70 millones.
El cobre mantuvo su presencia, representando más de la mitad de los envíos. El metal creció 7,5%, totalizando US$ 35 mil millones, pero el protagonista de la minería fue el hierro, metal cuyos envíos crecieron 112%. Situación contraria vivió el litio, marcando una caída de 18%.
La salmonicultura también tuvo un mal año. Según Aduanas, los retornos por envíos de salmón y trucha desde Chile, cayeron a US$4.389 millones por bajos precios de venta en pandemia. Pero el escenario ya está cambiando y con fuerza. En el Consejo del Salmón ya ven que los números están cambiando y ven una recuperación de la demanda en algunos de sus principales mercados de destino como Estados Unidos y Japón. Esta recuperación “puede ayudar a la reactivación de nuestra economía, como motor de crecimiento”, proyecta la directora ejecutiva del Consejo del Salmón, Joanna Davidovic.
Esta industria, al igual que varios otros rubros relacionados con los commodities, vivieron un cuarto trimestre bastante positivo. Racha que esperan se mantenga. Y las cifras ya están confirmando ese escenario. En enero, el intercambio comercial del país alcanzó los US$ 12.738 millones, el valor más alto para un inicio de año desde enero de 2013. Y en febrero, nuevamente la minería llevó la batuta e impulsó el intercambio internacional, el que subió 24%.
Las empresas están optimistas, algunos commodities están dejando atrás las curvas a la baja vividas en los últimos dos años, como el caso de la celulosa y otros como el litio, están viendo una fuerte recuperación, la que no llegará, eso sí, a situar el mineral a los precios históricos que se vieron en 2016.
El cobre en tanto, está en su mejor precio en más de una década, generando mayores expectativas de recaudación fiscal. Se espera que esta industria aporte en total más de US$ 3.000 millones adicionales a las arcas fiscales este año y sea uno de los motores de la recuperación económica del país.
El cobre llegó en febrero a cotizarse a valores que no se veían desde 2011, pasó la barrera de los US$ 4 la libra y hoy se cotiza a US$ 4,01 la libra. Desde octubre del año pasado que el metal está mostrando un mejor comportamiento, el que no se esperaba tan ascendente.
Es que la cotización de febrero sorprendió al mercado, los principales ejecutivos mantuvieron la cautela y hoy ya se está en condiciones de descartar la existencia de un nuevo Superciclo, pero sí de una etapa auspiciosa para el sector. El gobierno también está expectante con este nivel de cotización del metal, que el jueves cerró en US$ 4,01 luego de una caída bajo ese umbral el martes pasado.
Las mejores expectativas llevaron a la propia Dirección de Presupuesto (Dipres) a actualizar sus estimaciones, las que situaban al cobre primero promediando US$ 2,88 en su estimación de octubre del año pasado y luego en US$ 3,35 la libra, en enero. Pero hoy la Dipres está hablando de un precio promedio que podría ser mayor.
En su última actualización, el organismo ya habla de un aporte adicional de la minería de más de US$ 3.000 millones. Y Codelco ahora aportaría, por cada centavo promedio de alza, US$ 35 millones versus los US$ 22 millones que se tenían contemplado inicialmente. Ya el año pasado, el metal representó más de la mitad de las exportaciones chilenas, gracias al mayor precio promedio que se logró -US$ 2,55 la libra- comparado con 2019.
Ahora el escenario, con un meteal promediando hasta ahora US$ 3,85 la libra, podría ser mucho más alentador. La última estimación de la Sonami prevé que la exportación de cobre llegaría a US$ 54 mil millones, cifra récord en la industria y el cobre volvería a impulsar las exportaciones.
La rápida recuperación de la demanda china también benefició al hierro. Gracias al repunte que se viene observando desde agosto y septiembre del año pasado, el mineral logró un precio promedio en el año de US$ 108,5 por tonelada métrica, un 33% mayor que el valor alcanzando el 2019. China consume cerca del 60% del hierro a nivel mundial, el cual se destina casi en su mayoría para la industria del acero.
Hoy el precio se sitúa en torno a los US$ 166 por tonelada, según indicó el gerente general de CAP, Julio Beltran, en un encuentro con inversionistas recogido por Mercurio Inversiones. El valor es casi el doble que el registrado hace un año. Sin embargo, estos valores, destacó el ejecutivo, no son de “equilibrio”.
“Es difícil pensar que estos precios se mantengan en el tiempo, puesto que en algún momento la demanda va a volver a su crecimiento normal; el mercado del hierro/acero es relativamente maduro, y la oferta también ajustará su producción. Dado que todavía existe incertidumbre con respecto a la recuperación de la economía mundial, debido a las terceras olas del COVID, es difícil anticipar cuándo se volvería a un precio de equilibrio”, proyecta Daniela Desormeaux, directora de Estudios de Vantaz Group.
La pandemia terminó con la relativa estabilidad que estaban mostrando los precios de los fletes martítimos y también aéreo. A partir del segundo semestre del año 2020 se comenzó a ver una “abrupta” alza de las tarifas marítimas que hicieron que los precios subieran a niveles hostóricos, destacó Vapores en su balance.
Según la firma, los valores estuvieron por encima de los US$2.500 por TEU. “Aún es muy pronto para concluir cuál será el nivel de tarifa sostenible en el tiempo, ya que no existe certeza sobre la evolución de los efectos del Covid-19 sobre la economía y la industria marítima, más allá del primer trimestre del 2021”, señala la firma.
En el mercado aéreo, en tanto, la carga creció más que el año 2019. Según el estado de resultados de Latam, incluso se acondicionaron cabinas de pasajeros para el traslado de carga y también se incrementaron las frecuencias y destinos de vuelos carguero.
De acuerdo con la aerolínea, al 31 de diciembre del 2020, los ingresos por carga crecieron 13,7% respecto de 2019, a pesar de la caída de 12,7% en el tráfico, medido en RTK-yield de pasajero- y un 25,9% de la capacidad medida en ATK -toneladas por kilómetros disponibles. “Los yield aumentaron 30,2% impulsados principalmente por el cambio del entorno competitivo por la crissi del Covid-19”, dijo la firma.
Atrás podría dejar la industria salmonera el mal desempeñó que vivió durante 2020. Los tres primeros trimestres del año pasado fueron negativos para la industria debido a la pandemia, lo que repercutió con fuerza en el precio del salmón.
El precio del salmon del Atlántico, filete Trim D, origen Chile, llegó a venderse en US$ 9 el kilo, con un incremento que comenzó a notarse con más fuerza en los últimos tres meses del año, cuando el kilo se comercializó en US$10,8, en línea con los valores históricos que se vieron entre los años 2016 y 2017.
“Estos son precios de transición, no históricos”, recalca un ejecutivo de la industria. “El golpe del coronavirus fue muy duro y este año comienzan a recuperarse los precios. La buena noticia es que la demanda sigue intacta y seguramente se fortalecerá, producto de la diversificación de los canales de venta que se abrieron durante la pandemia”, señala.
En el Consejo del Salmón tienen la misma perspectiva optimista. En febrero de este año, los envíos de salmón alcanzaron los US$ 403 millones, lo que representa un alza de 1,8% respecto del mismo mes 2020. “Este aumento es relevante, ya que desde abril de 2020 que las exportaciones de salmones y truchas no registraban una variación anual positiva”, explica la directora ejecutiva del Consejo del Salmón, Joanna Davidovich.
“En la medida que se vaya superando la crisis sanitaria y avance el proceso de vacunación en el mundo, la recuperación de las ventas en hoteles y restaurantes sumado al crecimiento de los nuevos canales de distribución como ventas online y retail que han aumentado este año, permiten tener buenas perspectivas para la industria en 2021”, anticipa Davidovich.
Un año a la baja registró el precio del litio en 2020. El mineral que hoy es la estrella para el desarrollo de la electromovilidad, de la mano de las baterias de litio, comenzó el año con un precio promedio de US$ 7.600 la tonelada métrica y pese a que el segundo y tercer trimestre registraron precios levementes más altos, en los últimos tres meses del año el precio del mineral cayó hasta cotizarse en US$ 5.300 la tonelada.
“Creemos que esto podría ser el fondo de la tendencia a la baja de precios y que podríamos ver precios más altos durante la primera mitad de 2021”, señaló SQM en su estado de resultados.
Por eso, la compañía, una de las principales productoras de litio del mundo, tiene los ojos puestos en el 2021. “Creemos que deben ser más altos que el año pasado, de todas maneras no es un fuerte incremento, sino que tenemos que ser más conservadores... los precios serán mejores, pero no en exceso”, anticipó el gerente general de SQM, Ricardo Ramos.
El auge de los autos eléctricos motiva el optimismo de SQM. Y también la demanda global, que está creciendo en torno a un 20% a 25% anual. Pero todo dependerá de cómo evolucione la oferta. Por eso, Ramos es cauto sobre las expectativas y no cree que vuelvan los precios históricos de 2016, cuando el litio se transó a US$ 16.000 la tonelada métrica.
“El alza que se observó en el precio de los principales compuestos de litio entre 2015 y 2017 fue muy acelerada, y por sobre sus fundamento”, explica Daniela Desormeaux, directora de Estudios de Vantaz Group. Por eso, estima que “si bien el crecimiento en demanda es relevante (a tasas de dos dígitos en los próximos años), vemos difícil que se vuelva a los precios peak de 2016-2017”, sentencia.
El cuatro trimestre fue el mejor para CMPC y Arauco. En el último mes del año, el mayor producto exportador de ambas compañías, la celulosa, comenzó a repuntar, luego de varios meses con una curva a la baja que se venía arrastrando desde el cuatro trimestre del 2019. El último mes del año de la pandemia culminó con una fibra larga de celulosa cotizándose en torno a los US$ 590 por tonelada CIF y la de fibra corta en US$ 465 la tonelada CIF.
Valores que fueron destacados por las compañías. “El cuarto trimestre del 2020 fue el mejor del año, en términos de volúmenes de venta y precios en relación con los otros trimestres del 2020”, señaló Arauco en su análisis razonado.
En tanto, el gerente general de Empresas Copec, Eduardo Navarro, destacó el comportamiento del commodities, indicando que los precios que se vieron en 2019 y parte importante del 2020, no eran de equilibrio. “A comienzos del año 2020 vimos pocas semanas donde el precio repuntó, pero luego vino la pandemia, cayó la demanda para todo tipo de fibras incluso algunos productores de otras fibras ingresaron transitoriamente al mercado de celulosa de papel, derumbando los precios”, señaló en un video corporativo.
El futuro también se ve prometedor, destacó Navarro. “Hoy día estamos viendo una recuperación de los mercados y de la actividad y, por lo tanto, de los precios de la celulosa. Vemos una demanda más sana, una oferta e inventarios de celulosa mucho más razonables y estamos proyectando mercados más equilibrados y robustos, con ingreso de nueva capacidad de producción mucho más paulatina y gradual y con una demanda potenciada, entre otras cosas, por fenómenos con la sustitución del plástico”, proyectó.