LETICIA ARAGÜES CORTES
Las esperanzas de una recuperación global persisten y el oro extiende su retroceso. Con el aumento de la vacunación en los EEUU la onza del metal dorado llegó a caer este mes por debajo de la barrera de los 1.700 dólares, aunque hoy cotiza con ganancias del 1% y recupera este nivel.
El repunte de la rentabilidad de la deuda estadounidense (por encima del 1,7%) y del dólar (el índice dólar sube más de un 3% en lo que va de año) presionan a la baja al metal, que tradicionalmente ha mantenido una relación inversa con estos activos.
El oro cerró así su primer trimestre en negativo desde 2018 y su peor desde 2016, ya que cae un 10% entre enero y marzo. El 8 de este mes el metal marcó mínimos no vistos desde junio de 2020, situándose sobre los 1.679 dólares. Esto ocurrió tras haber terminado febrero con una caída mensual del 6,1%, lo que supuso cerrar su peor mes desde noviembre del 2016.
El apetito de los inversores por el riesgo aumenta en detrimento del activo refugio por excelencia. Biden aseguró que el 90% de los adultos estarán vacunados para el 19 de abril, lo que presionó más a la baja al metal durante este martes, cae un 1,5%.
"El oro se cotiza en un cruce crítico y es muy probable que los precios puedan caer más por debajo de la cota de los 1.700 dólares por onza, lo que desatará nuevas apuestas bajistas", afirma Naeem Aslam, analista jefe de mercado de Ava Trade. Además, el experto recalca que las declaraciones de Biden aumentan aún más las perspectivas de una fuerte recuperación económica. "Nadie realmente quiere favorecer los precios del oro en estas circunstancias ", concluye Aslam.
Sin embargo, desde Bloomberg recalcan que el viento en contra a más largo plazo para el metal proviene de la venta masiva de fondos cotizados en bolsa, que han experimentado salidas todos los días menos uno durante las últimas seis semanas. Los volúmenes globales de los fondos relacionados con el metal se han hundido a su nivel más bajo desde junio, perdiendo alrededor de 150 toneladas en lo que va de 2021.
La semana pasada BlackRock alertó de que el metal estaba fallando como cobertura de riesgo. "El lingote está demostrando ser una cobertura menos eficaz contra los movimientos de otros activos, como las acciones, así como la inflación. El oro enfrenta vientos en contra si la recuperación se acelera", aseguró la entidad.
Además, la firma de inversión recalca la relación negativa del metal con los rendimientos de la deuda estadounidense "mayores estímulos y una mejor distribución de vacunas sugieren la posibilidad de un aumento económico. Si esto sucediera, es probable que las tasas reales sigan subiendo desde niveles históricamente deprimidos. Como ha sido el caso el mes pasado, esto probablemente resultará en un viento en contra para el oro".
No solo BlackRock prevé un complicado futuro para el metal, bancos como UBS Group y Goldman Sachs Group también comparten esta proyección. De hecho, esta última entidad crediticia señaló que la razón principal detrás del bajo rendimiento del oro es una fuerte rotación hacia activos de riesgo como consecuencia del crecimiento global. En enero, cuando el oro vivió un repunte importante, firmas como ABN Amro y Nevada State advirtieron que el oro había alcanzado su punto máximo y que las caídas se impondrían tras esta subida.
Por otra parte, algunos inversores apuntan a que las ventas de ayer y de hoy también podrían estar relacionadas con el 'caso Archegos'. "Los bancos de Wall Street se apresuraron a descargar los activos vinculados con el fondo de cobertura, la venta directa también puede haber llevado a la venta de oro, en un intento por aumentar la liquidez, aseguró Daniel Briesemann, analista de materias primas de Commerzbank.