TSVETANA PARASKOVA

Analistas de la industria se cuestionan las perspectivas a largo plazo de la demanda global de gas en la transición energética a causa de un mayor escrutinio sobre el impacto ambiental del gas natural, una fuente clave de metano, que es un gas de efecto invernadero mucho más dañino que el dióxido de carbono.

Las grandes petroleras han apostado fuerte en los desarrollos del gas natural en la última década, esperando un crecimiento incesante de la demanda en las próximas décadas. Hoy, las grandes continúan esperando una sólida demanda de gas natural, lo que justifica inversiones en más producción.  

Esto podría crear riesgos para las mayores corporaciones de petróleo y gas, incluidas Shell, Total y ExxonMobil, según Sarah McFarlane de The Wall Street Journal.

Esos tres supermajors y muchas otras compañías de petróleo y gas han apostado fuerte por hacer crecer sus divisiones de gas natural para satisfacer lo que ven como un crecimiento continuo en la demanda global de gas.

Sin embargo, la narrativa de transición energética y neta cero ha cambiado la narrativa general en la industria del gas: los compradores quieren cargas netas cero, mientras que los productores y vendedores se comprometen a capturar carbono y reducir las emisiones de metano.

La demanda de gas natural seguirá creciendo en los próximos años, después de recuperar completamente este año las pérdidas causadas por la pandemia de 2020, dijo la Agencia Internacional de Energía (AIE) a principios de este año.

Asia continuará liderando ese crecimiento, mientras que muchos mercados occidentales, incluida la Unión Europea (UE), comenzarán a prestar más atención a las credenciales ambientales del gas natural.

Caso en cuestión: A fines del año pasado, la eléctrica francesa Engie canceló un contrato para comprar gas natural licuado (GNL) de los Estados Unidos debido a la alta intensidad de carbono de la producción de gas de esquisto.

Sin embargo, no se espera que Asia, especialmente los principales impulsores del crecimiento de la demanda, China e India, experimenten una disminución en la demanda de gas natural y GNL en el corto plazo. En India, por ejemplo, el gas natural es el único combustible fósil que crecerá hasta 2050 en los tres escenarios del Energy Outlook 2020 de BP, que considera que las perspectivas mundiales del gas son más resistentes  que las del carbón o el petróleo.  

Para retener y hacer crecer los mercados en la transición energética, las grandes empresas de petróleo y gas y otros desarrolladores de recursos de gas deben abordar el problema de las emisiones, dicen los analistas.

Los desarrolladores de gas han comenzado a atender esas llamadas. Qatar, por ejemplo, incluyó planes para un sistema de captura y secuestro de CO2 (CAC) como parte de lo que sería el proyecto de GNL más grande del mundo en términos de capacidad.

El mayor comerciante independiente de GNL del mundo, Shell, tiene como objetivo aumentar aún más su capacidad de GNL, ya que prevé que la demanda de GNL casi se duplique de 360 ​​millones de toneladas el año pasado a 700 millones de toneladas para 2040, gracias a la continua y sólida demanda de Asia y un aumento en el uso de gas. para alimentar sectores difíciles de electrificar.

Shell espera entregar más de 7 millones de toneladas por año de nueva capacidad en funcionamiento a mediados de la década de 2020 y se compromete a ofrecer más cargas de GNL neutrales en carbono. Shell apunta a mantener la intensidad de las emisiones de metano por debajo del 0,2 por ciento para 2025, junto con el uso de drones y tecnología de detección láser para cuantificar y frenar esas emisiones.

Los supermajors también creen que el GNL como combustible marino de menor emisión y la producción de hidrógeno a partir del gas más la captura de carbono serán mercados en crecimiento para sus divisiones de gas.

ExxonMobil, por ejemplo, dijo en su Día del Inversor de este mes que estaba posicionado para tener éxito en el hidrógeno, y señaló que el hidrógeno bajo en carbono del gas natural con CCS tiene ventajas de costo y escala frente a las alternativas.

Total, que está  apostando por el crecimiento rentable de  sus negocios de GNL y renovables, quiere expandir su suministro de búnker de GNL, ya que apunta a servir a más del 10 por ciento del mercado mundial de búnker de GNL.

El gigante naviero AP Moller - Maersk, sin embargo, está renunciando al GNL como combustible marino.

“No creemos que el GNL vaya a desempeñar un papel importante para nosotros como combustible de transición porque sigue siendo un combustible fósil. Y preferimos pasar de lo que hacemos hoy, directamente a un tipo de combustible neutro en CO2. Pero eso va a pasar años en el futuro, sospecho", comentó el CEO Søren Skou.

La demanda de gas natural seguirá creciendo, impulsada por Asia, pero los inversores y compradores demandarán cada vez más fuentes de energía con bajas emisiones.

“La industria del gas del futuro debe ser sinónimo de ESG,” agregó el vicepresidente de Wood Mackenzie Asia y el Pacífico Gavin Thompson.