El pacto prevé inversiones chinas de alrededor de US$ 400.000 millones en energía e infraestructura
AURORE BAYOUD
Los ministros de Asuntos Exteriores de China e Irán, ambos países sometidos a sanciones de Estados Unidos, firmaron un histórico acuerdo de cooperación de 25 años, en la última expansión de la emblemática iniciativa de la Ruta de la Seda de Beijing. Durante la firma, la autoridad iraní expresó su esperanza de que el déficit en el intercambio comercial entre Irán y China fomentado por las sanciones estadounidenses "sea compensado en 2021".
China e Irán sellaron en Teherán su estratégica alianza con la firma de un acuerdo de cooperación económica de una duración de 25 años. El presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo iraní, Hassan Rohani, acordaron así establecer una hoja de ruta para "las inversiones recíprocas en los ámbitos del transporte, los puertos, la energía, la industria y los servicios."
"El Gobierno y el pueblo de Irán se esfuerzan como siempre por ampliar las relaciones con países fiables e independientes como China", reaccionó entonces el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, que calificó de "correcto y razonable" el acuerdo de cooperación propuesto. "Irán decide de forma independiente sus relaciones con otros países, no es como algunos países que cambian su posición con una llamada telefónica", declaró por su parte Ali Larijani, consejero del ayatolá.
Aunque no han trascendido detalles del pacto, su eje principal es la dimensión económica y comercial, así como la participación de Irán en la iniciativa china de crear una nueva Ruta de la Seda.
El pacto prevé por ejemplo inversiones chinas de alrededor de 400.000 millones de dólares en los sectores iraníes de la energía y las infraestructuras, según los medios estatales de Irán. A cambio, Teherán, gran productor de hidrocarburos, garantiza a Beijing un suministro estable de petróleo y gas a precios competitivos.
El Ministerio de Exteriores de Irán indicó en un comunicado que el documento "promoverá aún más la asociación estratégica integral entre Irán y China y creará prosperidad para las dos naciones", que celebran medio siglo de relaciones diplomáticas.
Hassan Rohani pidió también más importaciones de vacunas contra el coronavirus a Irán, el país más afectado por la pandemia en Medio Oriente. "En cuanto a la vacuna contra el coronavirus, es necesario aumentar la cooperación entre los dos países, y queremos que se suministren más vacunas de China", declaró la autoridad iraní. "Les proporcionaremos más vacunas e Irán es nuestra prioridad para las vacunas", contestó el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi.
Pero este pacto interviene sobre todo para contrarrestar las sanciones estadounidenses a Irán. En efecto, China es el principal socio comercial de Irán, y era uno de los mayores compradores de petróleo iraní antes de que el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, volviera a imponer amplias sanciones unilaterales en 2018, tras abandonar un acuerdo nuclear multilateral con Teherán.
"Bajo la nueva Administración, los estadounidenses quieren reconsiderar su política y volver al acuerdo nuclear y China da la bienvenida a su iniciativa", dijo así Wang. "China siempre se ha opuesto a las sanciones unilaterales de Estados Unidos. La presión máxima es ilegal e inhumana y carece de apoyo internacional", agregó Wang.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha por su parte expresado su voluntad de regresar al acuerdo, pero exige a Irán volver a cumplir con todos sus compromisos, mientras que Teherán pone como condición que Washington elimine primero sus sanciones.
Esta hoja de ruta comenzó a trazarse con la visita en enero de 2016 a Teherán del presidente chino, Xi Jinping, durante la que se firmaron 17 acuerdos de cooperación y se habló de aumentar los intercambios a 600.000 millones de dólares en una década.
Sin embargo, la falta de transparencia en torno al convenio despertó cierta polémica el año pasado en Irán, después de que el expresidente Mahmud Ahmadineyad denunciara que se estaba negociando un "nuevo acuerdo de 25 años con un país extranjero" sin el conocimiento del pueblo iraní.
Así, con la etiqueta "Irán no está a la venta", circularon en las redes sociales denuncias sobre la supuesta cesión a China de hidrocarburos y de alguna isla del golfo Pérsico, lo que fue negado por las autoridades del país persa.
El ministro de Asuntos Exteriores fue entonces abucheado en el Parlamento cuando aseguró a los legisladores que no había "nada secreto" en el acuerdo propuesto, que prometió que se anunciaría públicamente "una vez que se haya finalizado". Pero el Gobierno aún no ha cumplido esa promesa y se han hecho públicos pocos detalles.