Los títulos del canje volvieron a sondear sus precios mínimos desde su salida a cotización
JUAN GASALLA
Mientras las bolsas globales operaron con volatilidad y finalizaron con ligeras alzas tras dos ruedas bajistas, los bonos y las acciones de Argentina acentuaron la tendencia negativa, por el arrastre de la incertidumbre doméstica.
Con precios en franca baja, los bonos en dólares de Argentina encontraron compradores luego de un comunicado del Fondo Monetario Internacional, en el que ratificó que el “estrecho diálogo continuará”, en el marco de las negociaciones con el gobierno argentino para alcanzar un acuerdo que permita reprogramar los vencimientos del crédito stand by por unos US$ 44.000 millones que el organismo otorgó al país entre 2018 y 2019.
Eso moderó las bajas para los bonos del canje, que habian caído hasta 3% por la mañana. El bono de referencia Global 2030 (GD30), en dólares con ley extranjera, cerró un 0,7% abajo, a US$ 34,12, según datos de Reuters, con una tasa interna de retorno del 19,7%, mientras que el Global 2029 (GD29) cedió 2%, a US$ 37,03, con tasas internas de retorno de 19,55 por ciento.
Al mediodía de Argentina se desató una “batalla” de precios con el GD30: en el exterior era negociado debajo de US$ 34, pero en la Bolsa de Buenos Aires aparecieron manos “tomadoras” a US$ 36, para apuntalar las cotizaciones, probablemente de parte de entes públicos.
En tanto, el riesgo país de Argentina regresó a la zona de los 1.600 puntos que había alcanzado hace dos semanas. El indicador de JP Morgan, que mide el diferencial de tasa de los bonos del Tesoro de los EE.UU. con sus pares emergentes tocó a las 11 horas los 1.603 puntos básicos, para ceder a 1.597 unidades a las 17 horas.
En este aspecto, la tasa de los bonos del Tesoro norteamericano a 10 años exhibió variantes marginales y concluyó en el 1,61% anual.
Las contradicciones políticas de la Argentina se cruzan con un escenario externo adverso para las inversiones y perjudican así las debilitadas valuaciones de los activos argentinos.
Este miércoles, mientras el ministro de Economía, Martín Guzmán, se encontraba en los los EE.UU. dialogando con acreedores y el presidente Alberto Fernández aseguraba al titular del Banco Mundial que la Argentina honrará sus compromisos, la vicepresidente Cristina Kirchner afirmaba: “No podemos pagar la deuda”.
“Con los ‘rebotes’ no se alcanzó salida y ahora sin drivers y sin volumen, es tarde para vender y sin ganas para comprar”, expresó Jorge Fedio, analista de Clave Bursátil.
“Lamentablemente, el ambiente político, económico y social no está nada mejor, asistimos a peleas internas en el seno del poder, algo verbal y concreto, sin pudor alguno y ‘a las piñas’, pero tampoco sin solución alguna. Así partida en dos, ninguna escoba barre mejor, de manera que el presente se alinea con la baja que se origina a principios de 2018 y en su recorrido cuenta con dos desplomes, desaciertos de dos gobiernos, uno del post PASO y el otro con el derrumbe a causa del coronavirus”, apuntó Fedio.
“El mercado nos devuelve una cachetada a cada paso, los activos financieros argentinos no paran de caer, aumenta el riesgo país, y si bien no tenemos grandes vencimientos de deuda por delante, el mercado presume que algún día Argentina no pagará la deuda”, afirmó el analista financiero y consultor Salvador Di Stefano.
“La devaluación de la lira turca extiende al mundo emergente los peligros de una salida de capitales, Turquía es la referencia de los inversores de riesgo para invertir en mercados sub desarrollados”, acotó Di Stefano.
Los bonos en dólares negociaron con pérdidas toda la rueda, pero la baja se profundizó al cierre, después de que la vicepresidente Cristina Kirchner aseguró en un acto que “no podemos pagar la deuda porque no tenemos la plata”. Asimismo, llamó a la oposición a lograr un acuerdo para negociar con el Fondo Monetario Internacional y para afrontar la economía bimonetaria.
“Si desde los partidos políticos no somos capaces de articular un acuerdo mínimo frente a cuestiones estructurales como es el endeudamiento externo y la economía bimonetaria, va a ser muy difícil gobernar la Argentina, sino imposible tal vez”, afirmó la vicepresidente, que tuvo a su lado al gobernador Axel Kicillof y al diputado Máximo Kirchner.
Con reservas netas en torno a los US$ 5.500 millones, el Gobierno argentino debe enfrentar este año pagos de capital por encima de los US$ 7.000 millones con el Club de París y el el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En este sentido, el FMI decidió aumentar los derechos especiales de giro (DEG) a los países miembros del organismo para mitigar los efectos de la pandemia de coronavirus.El monto que se asignará a cada país será en proporción a la cuota de participación que tiene el país en el FMI, por lo que Argentina, que tiene el 0,67% del capital total del organismo, recibirá un total equivalente a 4.354 millones de dólares.