El precio del cobre anotó una fuerte caída este jueves y se ubicó bajo la barrera de los US$4 la libra, en medio de una corrección generalizada en el mercado de metales industriales, tras el potente rally alcista de las semanas recientes.
Los metales industriales cayeron porque un colapso de los precios del níquel y el nerviosismo generalizado en los mercados se combinaron para provocar un desplome del cobre de hasta un 5%.
El cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) perdió un 3% a 8.883 dólares por tonelada luego de hundirse más temprano a 8.654 dólares. La semana pasada, el referencial llegó a los 9.617 dólares, máximo de 10 años.
El níquel tuvo su segundo día seguido de pérdidas, luego de que la semana pasada tocó un máximo de siete años de 20.110 dólares la tonelada. En la sesión del jueves, perdió un 7,6% a 16.100 dólares, su mayor pérdida en un día desde 2016.
La cotización al contado del metal cerró con un descenso de 5,17% a US$3,98549 la libra en la Bolsa de Metales de Londres, con que anotó su menor valor desde el 18 de febrero.
Así se alejó de los US$4,36 la libra, que alcanzó el jueves pasado cuando llegó a su mayor nivel desde agosto de 2011.
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En tanto los futuros a tres meses del metal retrocedían 1,35% a US$4,07 la libra, con lo que, sin embargo, recortaban pérdidas tras haber llegado a caer también hasta 5% más temprano.
Analistas sostienen que estas bajas corresponderían a una corrección puntual, ya que los fundamentos seguirían apoyando una tendencia alcista en el cobre a largo plazo.
“Ha tardado mucho en llegar”, dijo el analista de Saxo Bank Ole Hansen, señalando una enorme afluencia de inversión especulativa que llevó a todos los metales industriales a máximos de varios años, según publicó Reuters.
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“El detonante fue la venta masiva de níquel. Ahora estamos viendo una corrección”, añadió.
Asimismo sostuvo que los fundamentos subyacentes de la oferta y la demanda del cobre aún apuntan a precios más altos a largo plazo.
Pero advirtió que a corto plazo un rápido aumento en los rendimientos de los bonos estadounidenses, que ha provocado ondas en los mercados, amenaza a todos los activos de riesgo, incluidos los metales.
En esta línea, el gerente de Estudios de Renta 4, Guillermo Araya afirmó que “el alza en la tasa de los bonos del tesoro implica necesariamente un mayor costo de endeudamiento a nivel global, y como consecuencia de este mayor costo de endeudamiento, un menor crecimiento global”.
En consecuencia, Araya añadió que “ante un menor crecimiento global, la demanda de materias primas se ve afectada, y entre ellas el cobre que es fundamental para la cadena productiva de la industria manufacturera”.