La demanda de gas natural aumentará en un 50% gracias a los mercados de Asia-Pacífico, Norteamérica y Oriente Medio
LAURA OJEA
El Foro de Países Exportadores de Gas (GECF), que representa en su conjunto al 70% de las reservas probadas de gas del mundo, ha presentado la quinta edición de su GECF Global Gas Outlook 2050. En él afirman que para esa fecha, los combustibles fósiles, petróleo y gas sobre todo, y en una pequeña participación el carbón, aún seguirán manteniendo el liderazgo en la demanda energética mundial dentro de 30 años.
Y será el 71% de total, aunque reconocen que antes de la pandemia, en 2019, estaban seguros de que esa cifra subiría hasta el 81%.
En el informe tienen en cuenta las expectativas revisadas del crecimiento del PIB mundial, la contracción de la demanda de 2020 y los patrones relacionados con la pandemia del Covid y los nuevos planes de política energética de los países.
Con todo ello, concluyen que la demanda mundial de energía primaria crecerá un 24% hasta 2050, y volverá a sus niveles de 2019 a fines de 2023. Aún así 2050 seguirá siendo un 2,5% más bajo que su pronóstico antes de la pandemia.
No obstante, no todos los combustibles fósiles sufrirán la misma suerte. El gas es el mejor parado de todos ellos. "El gas natural será el único recurso de hidrocarburos que aumentará su participación del 23% al 28% durante el período estudiado", mientras que el petróleo languidecerá después de haber alcanzado su pico en 2040.
Otra de las conclusiones a las que llega es que el sector de la energía será el motor de crecimiento más grande de la economía mundial. Y de ese crecimiento se beneficiará la demanda de gas, por el fuerte aumento de la demanda de electricidad, las políticas que apoyan la eliminación gradual del carbón, así como un papel cada vez más importante del gas para dar flexibilidad a los sistemas de energía.
En consecuencia, la combinación de generación de energía global cambiará significativamente y en 2050 el gas natural y las energías renovables supondrán el 60% del suministro de electricidad.
El ritmo de crecimiento de la demanda de gas en el transporte terrestre y marítimo será particularmente sólido. Con un aumento del 5,3% anual, el consumo de gas en estos segmentos alcanzará los 360 millardos de metros cúblicos (bcm) en 2050 debido a las regulaciones ambientales más estrictas y los objetivos para frenar la contaminación del aire.
El mercado del carbón seguirá bajo presión debido a la competencia del gas y también gracias a la expansión de los objetivos de emisiones netas cero en un número creciente de países. Sin embargo, como no cuentan con el despliegue comercial de CCUS (captura y almacenamiento de carbono), las perspectivas de demanda serán débiles y se espera que el precio del gas se mantenga deprimido.
Y mientras esto ocurre, los representantes mundiales del gas auguran que se extenderá el uso de fijación de precios del carbono para acelerar las mejoras en la eficiencia energética. "Se espera que se establezcan y funcionen periódicamente un número cada vez mayor de sistemas mundiales de comercio de carbono. Hacia 2050 se integrarán en un sistema global de comercio de carbono".
Para GECF, el crecimiento de la población será el principal impulsor de las tendencias energéticas futuras. Curiosamente, la mayor parte del crecimiento provendrá de países y regiones con infraestructuras y accesos energéticos subdesarrollados, lo que significa que habrá una gran oportunidad para el gas.
África liderará ese crecimiento, hasta suponer la mitad del aumento total hasta 2050, seguido de Asia en segundo lugar e India convirtiéndose en el país más poblado del mundo para 2030.
En concreto, Asia-Pacífico, Norteamérica y Oriente Medio proporcionarán juntos más del 75% del volumen adicional de gas en 2050. De hecho, dado el enorme potencial de Asia-Pacífico, se convertirá en el mayor consumidor de gas, duplicando su consumo hasta los 1.660 bcm para 2050.
Impulsado por factores económicos y demográficos, preocupaciones ambientales, mayor disponibilidad de suministros y apoyo político positivo en muchos países, el gas natural superará al carbón en 2025 y se convertirá en la fuente de energía primaria más grande del mundo para 2047, con una meseta del petróleo alrededor de 2040 y luego comenzando una decadencia irreversible.
Simultáneamente, la estructura del mix energético se diversifica gracias a la expansión de los combustibles no fósiles, encabezada por el avance de las renovables, cuya participación pasa del 2% en 2019 al 10% en 2050.
Este informe es el pronóstico más extenso de la industria global del gas y presenta múltiples escenarios con visión de futuro, desde cómo va a ser la recuperación post-Covid pasando por la economía del hidrógeno.
El pronóstico sigue siendo la publicación insignia de la asociación de 19 países miembros, que en conjunto representan el 70% de las reservas probadas de gas del mundo, el 44% de su producción comercializada, el 52% del gasoducto y el 51% de las exportaciones de GNL del mundo.
“El desarrollo del mercado global del gas depende en gran medida de los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), cuyo balance energético será testigo del crecimiento del gas natural en casi un 50% para 2040", dijo durante la presentación del informe Viktor Zubkov, representante especial del presidente ruso para la cooperación con el GECF y presidente de la junta directiva de Gazprom.