Pan American Silver, responsable del proyecto de US$ 1000 millones, está lista para arrancar
FLORENCIA LEONDOIRO
Mientras el precio de la plata vuela en los mercados internacionales y toca sus máximos en casi una década -aun circunstancial y artificialmente por el 'Efecto GameStop'-, uno de los depósitos sin desarrollar más importantes del mundo de ese mineral espera bajo suelo chubutense a ser extraído.
En la superficie, la provincia acelera la decisión de habilitar la actividad minera -hasta ahora prohibida en la zona-, lo que en la práctica equivale a una rápida puesta en marcha del Proyecto Navidad, un mega desarrollo en la meseta central de Chubut en la que la empresa canadiense Pan American Silver (PAS) invertirá más de US$ 1000 millones.
El Proyecto Navidad está detenido desde 2003 por una Ley que restringe la minería pero la actividad está en plena discusión en la actualidad en Chubut.
Pan American Silver está vinculada a ese plan desde 2010, cuando compró Aquiline Resources y desde entonces se encuentra trabajando en estudios ambientales y desarrollos de la zona en trabajo con la población, a la espera de la luz verde para comenzar a operar.
Con una extensión de aproximadamente 10.000 hectáreas, el Proyecto Navidad debe su nombre a que las primeros resultados de laboratorio se consiguieron un 25 de diciembre.
Según las proyecciones de la empresa, se obtendrán allí 7,5 millones de onzas de plata anuales en promedio de plata y a partir de su construcción, aseguran que habrá más de 2800 empleos vinculados (unos 800 directos y el resto indirectos), en una región rural donde el trabajo es realmente codiciado entre la población.
A la vez, el proyecto -como todo el desarrollo de la minería a cielo abierto en la zona- es resistido por algunos grupos ambientalistas cuyo foco fue hasta ahora el imperante.
Pero la mirada sobre el desarrollo de la minería parece ser ahora diferente, sobre todo en el gobierno provincial y nacional. En Chubut de hecho, el gobernador Mariano Arcioni convocó, confiado, a sesión extraordinaria para tratar varios proyectos entre el que se encuentra el desarrollo productivo en la meseta y que incluye la zonificación que levantaría la restricción para realizar minería en los departamentos de Gastre y Telsen, donde se encuentra el Proyecto Navidad. Pero la sesión se suspendió finalmente.
El funcionario habló de la "oportunidad histórica" para impulsar la actividad minera en la provincia, una idea que apoya el secretario nacional del área Alberto Hensel e incluso el secretario general de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA), Héctor Laplace, quien aseguró que "el actual y real debate en Chubut es la apuesta al desarrollo o su sentencia a la postergación", al referirse al "significativo impacto económico-social que otorgaría a la provincia y a su meseta central la implementación del 'Proyecto Navidad'".
En Pan American Silver estiman una inversión de US$ 1.200 millones en este desarrollo, que se realizará de forma escalonada.
La parte más importante de los desembolsos se realiza en los primeros años por la construcción de toda la infraestructura, la mina en sí y la planta industrial, un proceso que lleva unos dos años.
A esa instancia se llegará luego de ser aprobado nuevamente el estudio de impacto ambiental que se requiere y que es el que abre el inicio de la actividad en una mina que en este caso se calcula que tendrá aproximadamente 18 años de vida.
Las exportaciones, según los cálculos del proyecto, representarán unos US$ 350 millones anuales, dependiendo siempre del encuadre final que tenga la normativa definitiva.
Pan American Silver tiene actualmente en Argentina la mina Manantial Espejo, en Santa Cruz y además opera minas en Estados Unidos, México, Perú y Bolivia. Posee 6.500 empleados directos y contratistas.
El entonces presidente Mauricio Macri y el número uno de Pan American Silver, Ross Beaty, se había reunido en 2016 durante una reunión del Foro de Inversión y Negocios que se desarrolló en Buenos Aires para hablar de la inversión en el Proyecto Navidad, siempre atado a las posibilidades de llevarlo adelante. Allí Beaty sedujo al gobierno con la decisión de invertir US$ 1000 millones, incluso en aquel contexto en el que la posibilidad de realizar el proyecto era nula.