Gobitz, presidente del IIMP, recomendó continuar en propuestas como el Centro de Convergencia y Buenas Prácticas Minero-Energéticas (Rimay)
Uno de los principales puntos de la agenda minera peruana es lograr contar como país con una política minera consensuada, que garantice la continuidad de esta actividad económica, considerada de vital importancia para el crecimiento y desarrollo del país.
Así lo indicó Víctor Gobitz, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), en el marco de la inauguración del Ciclo de Conferencias Jueves Minero, donde brindó una ponencia sobre los desafíos y perspectivas del sector.
“En términos económicos la minería es una actividad fundamental en las cuentas nacionales y, por lo tanto, no puede ser una industria que dependa del gobierno del turno, del gobernador regional o de la autoridad local. La minería es fundamental para el desarrollo del territorio y de todo el país”, remarcó.
Detalló que la industria minera no solo beneficia positivamente al núcleo que trabaja en las minas, sino también paga impuestos, dinamiza otras actividades económicas a través de su cadena productiva, y desarrolla infraestructura pública.
En ese sentido, recomendó continuar en propuestas como Centro de Convergencia y Buenas Prácticas Minero-Energéticas (Rimay), espacio de diálogo cuyo propósito es lograr consensos en torno a la “Visión del Sector Minero al 2030".
Agregó que entre los mayores desafíos que tiene el Perú se encuentran las mayores exigencias regulatorias, lograr una mayor integración con el territorio y superar la pandemia del Covid-19. Entre los temas pendientes también figuran la formalización minera aurífera y la solución a los pasivos mineros
El titular del IIMP también resaltó que el Perú cuenta con una cartera de proyectos mineros, valorizada en cerca de US$ 60 mil millones, donde resaltan los proyectos cupríferos (70%), que podrían ayudar a mejorar la calidad de vida de miles de peruanos.
El grueso de estos proyectos están ubicados en territorios con bajos Índices de Desarrollo Humano (IDH), que podrían avanzar a su vez con el plan de infraestructura que desarrolló el MEF, que es un portafolio de más de US$ 100 mil millones.
“Claramente hay sinergias entre esa mirada de inversión minera, infraestructura y en incrementar el Índice de Desarrollo Humano. Ese debería ser el foco de oportunidad para lograr que la industria minera sea entendida y promovida”, apuntó.
En otro momento, señaló que la industria minera actualmente genera más de 1 millón de puestos de trabajo. Unos 200 mil puestos directos permanentes, y el resto de la fuerza laboral conformada por contratistas y proveedores mineros.
“La vacuna puede ser una solución definitiva. Si uno a eso le suma la experiencia ganada en esta crisis sanitaria, en desarrollar protocolos, oportunidades trabajo y el despliegue logístico que tenemos a nivel altoandino, deberíamos ser uno de los actores principales cuando se diseñe la política de vacunación masiva”, finalizó.