El impacto económico ascendió a 190.410 millones de pesos
La derrama económica de la minería en México debe entenderse a partir de los beneficios tangibles que deja sobre las economías locales, regionales e incluso a nivel nacional. Los principales indicadores mineros que permiten cuantificar y calcular dichos beneficios tienen que ver con salarios, compras a proveedores y pago de impuestos.
El sector minero es una de las pocas industrias que crean empleos sin importar el nivel de desarrollo económico e infraestructura de las áreas donde se desarrolla, ya que incluso contribuyen a generar esa infraestructura, con lo cual participa de manera decisiva en el desarrollo local y regional, arraigando a las poblaciones en zonas con escasas alternativas económicas.
La minería genera empleos a través tanto de los puestos de trabajo que reportan directamente a las unidades económicas (empleos directos), como de los contratistas y proveedores de productos y servicios a las mismas (empleos indirectos), entre otros generados por la derrama en negocios locales.
La Camimex agrupa a un total de 123 unidades operativas que tienen presencia en 696 comunidades pertenecientes a 212 municipios de 24 entidades de la República Mexicana y que representan 90% del valor de la minería que opera en México.
Con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), al cierre de 2019, se registraron 379.093 empleos directos en la industria minera, generando un total de 2 millones 653.000 empleos entre directos e indirectos.
A diciembre de 2019, el salario promedio diario de cotización en el IMSS a nivel nacional fue de 378.13 pesos, mientras que en el sector minero fue de 526.7 pesos, es decir, un nivel superior de 39 por ciento.