Un total de 20,1 millones de toneladas de GNL se descargaron en los puertos de Japón, China y Corea del Sur en diciembre
Lo que está sucediendo este invierno en el mercado de GNL es digno de estudio en las universidades y escuelas de negocios.
El gran subidón de los precios registrado estos días en el JKM, principal mercado de gas en Asia, con compras por encima de los 100 €/MWh se achacaron en un principio a la fuerte ola de frío que ha estado azotando la zona norte de Asia, donde se sitúan dos de los grandes importadores de GNL del planeta, China y Japón.
Es extraño lo sucedido. Y además del frío, parece que claramente ha habido una especie de exceso de confianza por los grandes compradores asiáticos. Según cuenta Reuters, a finales de noviembre, cuando el precio spot era de solo 6,40 dólares por mmBtu, (unos 19 €/MWh) el mensaje de los importadores de los tres principales compradores, Japón, China y Corea del Sur, era que estaban cómodos con los volúmenes de GNL que habían asegurado para el próximo invierno.
También se expresó la opinión de que, incluso si el invierno resultaba más frío de lo esperado, había muchos cargamentos al contado disponibles, dado el excedente en curso de capacidad de producción de GNL.
Pero ya en noviembre comenzó el show y los precios empezaron a subir a un ritmo vertiginoso. Algo falla. Los compradores se vieron obligados a reevaluar el nivel de demanda anticipada, los inventarios de gas natural y la disponibilidad de cargas al contado. Los números no cuadran.
Realmente necesitaban mucho más GNL del que creían, es decir, una pésima previsión hizo que muchos buques de GNL se desviaran hacia la zona y se pagaran esos precios.
Según relata Reuters, con datos del portal Refinitiv, los flujos de GNL evaluados por Refinitiv mostraron que los volúmenes entregados aumentaron en diciembre, pero no de manera dramática en comparación con el mismo mes en años anteriores.
Un total de 20,1 millones de toneladas de GNL se descargaron en los puertos de Japón, China y Corea del Sur en diciembre, según los datos de seguimiento de buques de Refinitiv.
Esto fue un 9,6% más que los 18,34 millones de toneladas en diciembre de 2019, y un aumento del 5,7% en diciembre de 2018.
China estuvo detrás de gran parte del aumento de los volúmenes, importando 8,14 millones de toneladas en diciembre, un 14% más que los 7,14 millones de diciembre de 2019 y un salto del 27% desde los 6,42 millones de toneladas de diciembre de 2018.
Japón, cuyo estatus como el principal comprador mundial de GNL está siendo desafiado cada vez más por China, importó 7.73 millones de toneladas en diciembre, un 16.6% más que los 6.63 millones de diciembre de 2019, pero estable desde los 7.72 millones de toneladas en diciembre de 2018.
Entonces, ¿ha fallado la oferta? Pues tampoco ha sido ese el problema. Es cierto que se exportó menos GNL desde Australia, pero no tanto, y ha habido retrasos desde el GNL enviado desde EE.UU., pero los datos de Refinitiv recogidos por Reuters indican que los volúmenes de GNL que se envían en las últimas semanas no cuadran realmente con el aumento masivo de los precios, ya que parece que se produce, envía y entrega una gran cantidad de GNL en el mercado asiático.
Lo que es más probable es que algunos compradores juzgaron mal la disponibilidad de cargamentos al contado y, cuando se vieron afectados por un aumento en la demanda, se vieron incapaces de asegurar un mayor suministro, subiendo así los precios de forma masiva por las pocas cargas que aún estaban disponibles.
Si este es el caso, los precios podrían revertirse tan pronto como el período actual de fuerte demanda comience a relajarse, es decir, cuando remita la ola de frío.