El sector dominado por un pequeño grupo de empresas obtuvo ganancias récord en el caótico 2020. ¿Cómo lo lograron?
Las comercializadoras de materias primas comparten el botín con sus trabajadores mientras la industria emerge como uno de los mayores ganadores de la crisis del coronavirus.
Los resultados comerciales récord que obtuvo Trafigura el mes pasado permiten entrever por primera vez el exitoso año que tuvo este sector dominado por un pequeño grupo de empresas, en su mayoría no cotizantes, que pueden cosechar enormes frutos haciéndose camino entre las alzas y bajas propias del volátil mercado de los commodities.
Sus 850 empleados jerárquicos recibieron ingresos imprevistos en efectivo cercanos a U$S 600 millones, lo que lleva a U$S 3500 millones el total pagado a los socios desde 2015.
"El Covid-19 golpeó a todo el mundo pero no a todas las regiones al mismo tiempo", explicó Christophe Salmon, director financiero. "Eso nos permitió desviar un cargamento... hacia donde se pagaba más".
Las comercializadoras de productos básicos son los mayores intermediarios que vinculan a los proveedores de materias primas –que en general están en los países en desarrollo- con los consumidores de los países ricos y de rápido crecimiento a cambio de un margen muy reducido pero sobre enormes volúmenes de operaciones.
Su huella global y su red de terminales, depósitos y flotas de buques les permitió estar perfectamente preparados para invertir cuando los precios de las materias primas se derrumbaron en el segundo trimestre, según Roland Rechtsteiner, socio de Oliver Wyman y coautor de un informe anual sobre el sector.
En el caso del petroleo, las empresas aprovecharon las ventas masivas para conseguir barriles de crudo barato y vender inmediatamente sus cargamentos a precios más altos en el mercado de futuros, lo que les aseguró ganancias casi sin riesgo.
También pudieron explotar los arbitrajes de precios causados por la propagación del Covid-19. Esto también se vio en el caso de los metales, área donde la rápida recuperación de China elevó la demanda mientras al mismo tiempo caía la producción minera en África y América del Sur por las cuarentenas.
La utilidad neta de Trafigura se disparó un 84% a U$S 1600 millones en el año hasta septiembre, sobre ingresos por ventas de U$S 147.000 millones. En la comercialización de petróleo -un mercado cuyas enormes oscilaciones hicieron que los precios del crudo estadounidense fueran brevemente negativos en abril- las ganancias brutas se triplicaron hasta alcanzar la cifra récord de U$S 5300 millones, mientras que en el caso de los metales subieron 30% a U$S 1530 millones.
Otros operadores también van camino a obtener grandes utilidades en 2020. La rama de comercialización de Glencore informó que se duplicaron las ganancias antes de intereses en los seis meses anteriores a junio a la cifra récord de U$S 2000 millones, mientras que la ganancia neta de Mercuria fue de U$S 277 millones en el segundo trimestre.
El CEO Gunvor, Torbjörn Törnqvist, dijo que 2020 había sido un buen año para la empresa con sede en Ginebra, aunque debió registrar pérdidas en el valor sus refinerías debido a la pandemia. Trafigura también contabilizó una caída del valor de sus activos por U$S 1500 millones.
"En términos de utilidad bruta nos fue muy bien y nuestro balance es más sólido", señaló Törnqvist, agregando que el segundo trimestre de 2020 fue probablemente "el mejor en la historia del sector".
"No estoy seguro de que volvamos a ver esas condiciones de nuevo. Entre la guerra de precios entre la OPEP y Rusia y el derrumbe de la demanda, fue una tormenta perfecta. Todas las comercializadoras ganaron mucho dinero."
Las comercializadoras y los altos ejecutivos, incluyendo a Russell Hardy, CEO de Vitol, la mayor trader independiente de petróleo del mundo, sostienen que la estructura del mercado petrolero fue el mayor factor que permitió el buen desempeño de la industria el año pasado.
Rechtsteiner cree que 2021probablemente sea otro buen año para el sector porque sigue la agitación en los mercados y hay una amplia gama de posibles resultados.
"Me parece que vamos a ver mucha volatilidad en los próximos trimestres", agregó. "Estamos empezando a aplicar vacunas pero no sabemos qué tan efectivas serán ni cómo cambiarán de comportamiento". Podría ser un año muy interesante".
Sin embargo, la industria se enfrenta a un mayor control regulatorio y cuestionamientos sobre las prácticas comerciales, en particular el uso de agentes para conseguir negocios.
La compraventa de materias primas físicas suele implicar operar en países que han sido cuna de corrupción o en los que es difícil conseguir negocios sin contactos con funcionarios públicos que ayuden a cerrar acuerdos.
El mes pasado Vitol acordó pagar más de U$S 160 millones a autoridades de Estados Unidos y Brasil después de admitir el pago de sobornos en tres países. Glencore y Trafigura también están siendo investigados por corrupción.
"Históricamente, la corrupción y los sobornos han sido sin duda endémicos en toda el sector de la comercialización de productos básicos y nuestra investigación sobre Vitol y sus competidores en Brasil reveló por sí sola una masa de acuerdos sucios", dijo Ed Davey del grupo de campaña Global Witness.
Aunque el sector se está alejando del uso de intermediarios, Jean-Francois Lambert, consultor y ex banquero, dijo que las investigaciones serán motivo de preocupación para todos los interesados, incluidos los bancos, que otorgan grandes créditos al sector. "Las denuncias por corrupción que afectan a la sociedad comercializadora manchan a todo el sector", dijo Lambert. "Por lo tanto, la disciplina colectiva ya no es una opción sino una necesidad".