EDDY LAVANDAIO*
En lugar de sumar virtuales amenazas, sería mucho más constructivo que la Sociedad Rural explique cuáles son sus razones, o sus temores tal vez, para oponerse al desarrollo minero en otros lugares de Mendoza.
En un reportaje hecho por Mauricio Manini al Presidente de la Sociedad Rural del Valle de Uco, Mario Leiva, publicado en Los Andes el 12 de diciembre pasado, nos llamó poderosamente la atención un párrafo dedicado a la minería que implica una amenaza al orden
institucional de la Provincia. Dijo Leiva: “Defendemos el agua para que no se contamine, porque es parte del valor de una producción diferenciada como es la que tenemos en el Valle de Uco”... “En el mundo existe minería no contaminante pero, claro, vale tres veces más. Acá ya se produjo una movilización gigante y si el gobernador quiere imponer la minería de vuelta, yo no creo que pueda terminar su gobierno”.
Dejando de lado la alusión a la minería no contaminante que no coincide con la realidad, por respeto a nuestro sistema democrático nos parece imprudente dar a entender que mediante movilizaciones pueden llegar a voltear al gobierno.
El Gobernador Suárez ha señalado públicamente que el Valle de Uco está libre de emprendimientos mineros por aplicación de la Ley de Áreas Naturales Protegidas. Siendo así, no se entiende cuáles son las intenciones o los intereses que guían a la Sociedad Rural para oponerse a que en otros lugares, por ejemplo Malargüe, se pongan en marcha establecimientos mineros que contribuyan al desarrollo sustentable de la provincia sumando producción y fuentes laborales para sus ciudadanos.
En lugar de sumar virtuales amenazas, sería mucho más constructivo que la Sociedad Rural explique cuáles son sus razones, o sus temores tal vez, para oponerse al desarrollo minero en otros lugares de Mendoza.
Por nuestra parte, como ya hicimos otras veces, ofrecemos el asesoramiento de profesionales idóneos, mediante consultas, conferencias o cursos, para explicar la importancia que tiene la producción de materias primas minerales que sirven de sustento a las industrias del país y del mundo, en el marco de razonables normas de protección ambiental.
* Miembro de la Asociación Geológica de Mendoza
El Memo
En medio de las crisis económicas el sector minero siempre es mirado con interés, pero al mismo tiempo Mendoza no termina de definir una posición frente a su desarrollo.
Raúl Rodríguez, abogado y presidente de la Cámara Mendocina de Empresarios Mineros, CAMEM, espera que el 2021 permita -junto a otras cámaras- comenzar a pensar de qué va a vivir la provincia en un momento en que la matriz productiva está agotada.
-El primer objetivo está relacionado con el Consejo Económico, Ambiental y Social (CEAS). Es una invitación muy importante para el sector poder integrarlo y desde allí poder articular todos los consensos y los diálogos con otras actividades y sectores para poder llevar a cabo la difusión de qué se trata la actividad minera y cuáles serían los beneficios para Mendoza. Esperamos consolidarnos dentro del CEAS.
-Otro objetivo es encarar un ambicioso plan de comunicación desde la Cámara para poder llegar a la opinión pública y explicar los alcances de la actividad minera metalífera, cuáles son sus beneficios y temores que peude tener la comunidad respecto a esto. Es un paso imprescindible que debemos dar después de lo que pasó en diciembre del 2019, cuando una serie de desinformaciones difundidas a través de redes sociales generaron miedo en la opinión pública.
-Participar como cámara dentro de lo que es el sector privado. Formamos parte como socio fundador de la UIM y esperamos afianzar nuestro lugar tratando de poder compartir con otras cámaras una preocupación muy seria que tenemos y que es como vemos a Mendoza en 30 años. Creemos que la matriz productiva está agotada y si no nos ponemos a pensar de qué vamos a vivir los mendocinos, realmente no va haber muchas posibilidades de crecimiento.