La actividad nacional cerró el año registrando una recuperación mes a mes, y se ubicó a niveles idénticos al inicio de la pandemia
Especialistas coinciden que en 2021 Argentina experimentará un recupero “por rebote” lo que significará un crecimiento “económico y productivo” del país, luego de dejar atrás uno de los periodos más difíciles de la economía nacional y mundial a raíz del impacto del COVID-19.
Tras la caída récord del 26% entre febrero y abril, la actividad nacional cerró el año registrando una recuperación mes a mes, y se ubicó a niveles idénticos al inicio de la pandemia. “El 74% de lo perdido en el peor momento económico de la pandemia ya se recuperó”, informó el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación en el “Informe del Panorama Productivo”- “Evolución de los principales indicadores de la actividad productiva”.
De esta manera, el organismo nacional efectuó un análisis de los sectores claves para la economía e industria, no sólo nacional sino también para el sector productivo santacruceño como los hidrocarburos; minería; y pesca.
En Santa Cruz, la actividad hidrocarburífera cerró el 2020 con un balance positivo de parte de CGC e YPF con expectativas más que positivas para el presente año que acaba de iniciar.
Ante la presencia del coronavirus en los yacimientos mineros, la actividad metalífera provincial decidió en una acción conjunta entre el sector Público-Privado- Trabajadores la paralización total de la producción que inició a mediados de diciembre -sosteniéndose las guardias mínimas- que se extenderá hasta este mes.
Los protocolos serán reimpulsados con la idea de preservar la salud de los trabajadores.
La pesca, industria clave que permitió el sostenimiento del empleo en 2019, logró resolver la demanda de los trabajadores y Puerto Deseado, junto al puerto de Caleta Olivia, se alistan para el inicio de la temporada del calamar prevista para el 16 de enero próximo. Se trata de un circuito económico vital para el Estado provincial.
El mercado energético inicia el 2021 con la entrada en vigencia del Plan de Promoción de la Producción del Gas Natural Argentino, lanzado por el Gobierno Nacional.
El plan se ha convertido en una clara señal para la inversión privada por lo que creció la expectativa de Nación y las provincias productoras en que la producción de gas comience a expandirse en el corto plazo.
La estrategia oficial está enfocada en “evitar el sobrecosto que la importación implica. Para ello, establece un precio estímulo de hasta US$ 3,70 por millón de BTU y las empresas participantes se comprometen a sostener al menos los niveles actuales de producción”.
En la primera licitación -concretada el 15 de diciembre de 2020- se adjudicaron 67 millones de metros3 diarios entre 20 petroleras, a precios promedio de US$ 3,50 por millón de BTU.
Pero, los últimos datos oficiales disponibles marcaron que en octubre, Argentina produjo 2,36 millones de m3 de petróleo crudo, 8% menos que un año atrás.
El aspecto sobresaliente es que la caída fue de 1,2 punto porcentual menor que septiembre.
A pesar de los datos alentadores, la producción convencional registró -en todo el territorio nacional- más de dos años en baja. Se contrajo 12,9%, se trata de la menor baja desde marzo con 1,8 millones de m3.
El gas mostró idéntico escenario que la producción convencional de petróleo. Así, octubre totalizó 3.784 millones de m3 y marcó una contracción 12,8% interanual.
“El convencional aceleró su baja al 10,1% con 2.200 millones de m3, y el shale tuvo la caída más profunda desde 2010, lo que implica un descenso del 15%, registrando una producción de 930 millones m3 en el periodo analizado”, explicó el escrito al que accedió La Opinión Austral.
Asimismo, el informe del ministerio a cargo de Matías Kulfas, dio a conocer que en octubre las exportaciones argentinas de combustibles y energía cayeron 56,7% interanual. La reducción obedeció a la menor cantidad comercializada (-39,8%) y los precios de la materia prima (-27,9%).
A principios de diciembre último, el petróleo WTI se ubicó en torno a los US$ 45 por barril. Si bien fue un 25% mayor que el mes anterior, el crudo no ha retomado el mejor precio del 2019, US$ 57.
Por su parte, el Brent (referencia para la industria nacional) rondó los US$ 48 por barril, 26% por encima del valor de inicios de noviembre y 25% por debajo del promedio de 2019, US$ 64.
Las exportaciones mineras de la República Argentina totalizaron los US$ 235 millones en octubre, según el informe publicado en diciembre pasado.
Se trató del mayor registro en lo que va del año, duramente impactado por la presencia del coronavirus. De hecho, la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) dio cuenta que la productividad de la industria madre se mantuvo alrededor de 60 y el 70% de su capacidad.
“La comparativa interanual observó una caída de 21% frente a octubre de 2019 y de 22% en lo que va del año. Entre enero y octubre las ventas al exterior acumularon US$ 2.038 millones”, aseguró el “Informe Productivo”.
La menor demanda externa, como los desafíos del lado de la oferta a raíz de la pandemia, explicaron el desempeño que registro la minería nacional.
Así fue que entre “enero y octubre las cantidades exportadas de oro -principal producto comercializado- presentaron una caída interanual de 44%”. En valores, la baja se ubicó al 22% por el buen desempeño del precio en los mercados internacionales.
A diferencia de otros minerales, el oro fue utilizado por las economías nacionales -principalmente- como reserva de valor. En año marcado por la incertidumbre alcanzó valores récord que impidió que los ingresos cayeran aún más.
De los principales proyectos locales, el santacruceño Cerro Negro (Newmont) fue el de mayor afectación. Registró en 2020 “una caída cercana a la mitad de sus ingresos”, según consignó el “Informe del Panorama Productivo”.
En tanto, las cantidades comercializadas de plata otro de los metales producidos en Santa Cruz- cayeron un 21% interanual.
Mientras que su uso industrial cayó en 2020, la demanda para atesoramiento creció y, en conjunción con las turbulencias internacionales, ayudó a que su precio también se incrementara a idéntico ritmo que mostró el patrón oro.
El complejo pesquero exportó US$ 168,8 millones en septiembre, 18,9% más que un año atrás. El volumen comercializado experimentó un incremento de 16,9% y totalizó alrededor de 42.000 toneladas.
Las ventas de langostino “arrojaron un alza del 29% y alcanzaron las 20.200 toneladas, se trata de un incremento del 24,7%”. Esta estadística explicó gran parte del resultado global en la actividad.
Las exportaciones de merluza hubbsi -especie predominante en la pesca nacional- retrocedieron 17,7% por la combinación de precio y cantidad. Pero, con la suba de septiembre la baja acumulada en lo que va del año se desaceleró al 7,4% interanual.
Más adelante, el informe del Ministerio de Desarrollo Productivo dio cuenta que “las ventas de langostino siguen siendo las más afectadas tanto en dólares (-25,9%) como en cantidades (-23,3%), aunque mejoraron frente a los registros previos” atenuados por la pandemia en distintos mercados internacionales.
El intercambio de Argentina con España experimentó un incrementó un 71,9% interanual en el valor de las compras de los productos nacionales.
El país ibérico fue el principal destino de las exportaciones del sector en septiembre con US$ 47,8 millones.
Por su parte, las ventas a Italia ocupó el segundo lugar y los datos analizados arrojaron un crecimiento del 37,5%.
Seguidamente se ubicó Japón que con compras por US$ 17,5 millones (+45,9%) desplazó a China. En esta misma línea, los envíos a Estados Unidos incrementaron 78,1%.
La mayor parte de estas cifras se explican por la dinámica del langostino que repuntó fuertemente en septiembre pasado.
Pese que la pesca registró cierta normalidad a inicios diciembre, “la pandemia tuvo un profundo impacto en el sector y las expectativas se mantienen moderadas”, aclaró el informe.
“Las capturas de langostino y merluza cayeron en 2020 por menor disponibilidad, conflictos logísticos y gremiales, a lo que se sumó la inestabilidad de la demanda.
En el caso del calamar, los rebrotes de COVID-19 y la disponibilidad en 2021 generan incertidumbre luego del buen resultado en 2020”.
En Santa Cruz, el Gobierno provincial -representado por el Ministerio de la Producción, Comercio e Industria y el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social- fortaleció al cierre del año pasado el diálogo con el sector privado y las entidades sindicales.
Este espacio permitió a los actores que integran este sector productivo regularizar las condiciones salariales y laborales para el personal de ultramar y de tierra con el objetivo que el presente año transcurra sin conflictos y todo el encadenamiento productivo se realice sin sobresaltos.
El "Informe del Panorama Productivo"- "Evolución de los principales indicadores de la actividad productiva" del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación observó que la reactivación industrial tuvo su impacto en el plano del empleo formal.
De acuerdo al Ministerio de Trabajo de la Nación, "la cantidad de trabajadores formales en el sector retornó en septiembre a los niveles de febrero".
"Esa mejora, junto con la de otros sectores que empezaron también a encenderse -por ejemplo la construcción que tuvo una drástica expulsión de empleo en 2019 y en los primeros meses de la pandemia- fue un motor importante para que por primera vez en 28 meses, el empleo privado presentara un crecimiento de 6,5 mil puestos en el noveno mes del año".
Asimismo, las perspectivas de corto plazo son moderadamente positivas en lo que concierne al empleo: de acuerdo a la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) del Ministerio de Trabajo, en octubre -y por primera vez desde el inicio de la pandemia- fueron más las empresas que señalaron que pensaban incrementar su dotación de personal en los próximos meses respecto a las que prevén reducirlo.
Datos de INDEC referidos a la industria y la construcción mostraron idéntico escenario: en octubre, hubo 4,1% más de empresas que creen que van a incrementar su nómina de personal.