En los primeros nueve meses Edenor tuvo una ganancia superior a los $ 5.000 millones
Los rumores arrancaron a mediados del año pasado. Marcelo Mindlin, dueño del grupo Pampa, empezó a evaluar la posibilidad de ceder una parte de Edenor, la distribuidora eléctrica. La compañía tiene sus tarifas reguladas como parte de la concesión en la que opera. Después de consultas con empresas internacionales, ahora los diálogos son con José Luis Manzano, el ex superministro de Carlos Menem devenido en empresario.
Manzano, junto con Daniel Vila, controlan Edemsa, la distribuidora eléctrica de Mendoza, la provincia donde ambos concentran sus negocios.
El interés de Mindlin pasaría por concentrarse en la generación eléctrica (siempre a través de Pampa), mientras que podría ceder Edenor a Manzano.
Edenor no actualiza sus tarifas desde febrero de 2019. Pero sus costos vienen creciendo. Eso se viene saldando a través de Cammesa, la administradora mayorista del sistema eléctrica. En el presupuesto, se habilitó a Cammesa a renegociar las deudas de las distribuidoras a través de refinanciaciones, prórrogas y hasta condonación de deuda.
En esta etapa, donde el contacto con la administración de Alberto Fernández puede cotizar alto, habría aparecido el nombre de Manzano, que conserva su ascendente entre dirigentes políticos. Sin embargo, Manzano arrastra dos complicaciones, según antiguos interlocutores en otras operaciones: nunca está dispuesto a desembolsar dinero en efectivo, pero a cambio ofrece sus contactos.
Además, a mediados del año pasado, también desplegó algunos herramientas para capturar algunos activos que buscaba desinvertir YPF. Y allí chocó con la resistencia de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien no habría habilitado esa posibilidad.
La caída de las acciones de Edenor es fuerte. Aunque todas las energéticas resultaron golpeadas por el congelamiento ordenado por el Poder Ejecutivo, el papel de esta distribuidora experimenta una caída notoria: en febrero llegó a valer US$ 58. Ahora, está en torno a los US$ 3,50. Eso reflejaría el menor atractivo de la empresa a los ojos del mercado.
Edenor todavía acumula números positivos en su balance. En los primeros nueve meses, tuvo una ganancia superior a los $ 5.000 millones. De todas formas, es un descenso con respecto a los $ 12.000 millones que había ganado en el mismo período de 2019.
El aumento para las tarifas de luz estaba previsto desde diciembre. Pero el secretario de Energía, Darío Martínez, lo postergó para marzo o abril de 2020. Esa postergación no cayó bien entre las empresas. Edesur viene siendo cuestionada por los intendentes del conurbano sur. Edenor esperaba una recomposición inmediata. El retraso profundizará la dependencia de la compañía al trato que vaya a recibir de Cammesa a la hora de renegociar deudas y facturas.
A mediados de 2019, se supo que hubo contactos entre un banco de inversión estadounidense y Pampa Energía, la controlante de Edenor. JP Morgan, el banco de inversión, y altos ejecutivos de Pampa hablaron sobre Edenor.
Las chinas Southern Power Grid y State Grid se aproximaron a Pampa con la intención de hacer negocios. Se refirieron a Transener, según fuentes de Pampa, pero Edenor también fue parte de la conversación.
Mindlin aprovechó esa oportunidad que le abrió la posible incorporación de socios extranjeros, para contactarse con Power China.
En ese momento, Pampa podía poner sobre la mesa a Edenor, pero también a Transener. La administración anterior había habilitado la posibilidad de realizar cambios accionarios en la empresa. Pero ahora Transener estaría afuera de la negociación con Manzano.