La mina de Zijin aportará 20 % del oro del país
El viernes fue inaugurada de manera oficial Buriticá, la mina de oro más grande del país. Este complejo, ubicado en el corazón del departamento de Antioquia, se convertirá en pieza clave de la reactivación económica, ya que al año tiene trazado producir ocho toneladas del metal precioso.
Desde el inicio de la operación carbonífera del Cerrejón a principios de los años 80 del siglo pasado, Colombia no registraba otra actividad minera a gran escala e industrial, incluso en tareas subterráneas, luego de las minas de Sal de Zipaquirá, no había existido otra tarea similar en el territorio nacional.
Según su cronograma de producción, el país comenzará a recibir de Buriticá los primeros volúmenes de oro en diciembre próximo con dos toneladas, pero si las proyecciones salen como las tiene calculada la administración de la mina, la cantidad del metal precioso que le entrarían a las arcas de la nación sería de ocho toneladas al año.
James Wang, CEO de Zijin Continental Gold, compañía minera a cargo del complejo aurífero, reorganizó la operación a raíz de la pandemia, y se incrementaron las inversiones en US$60 millones para el 2020. Y para el 2021, el monto destinado será superior a los US$100 millones para llevar la producción a las ocho toneladas de oro.
La inversión total en la mina ascendería a US$800 millones, de los cuales US$610 millones fueron desembolsados para desarrollar la etapa de construcción. “Si bien se registró para el 2020 un ajuste de US$60 millones adicionales al presupuesto original, el monto podría ascender a los US$100 millones”, explicó Wang.
El complejo aurífero de Buriticá es un Proyecto de Interés Nacional Estratégico (Pine) tiene 14 años estimados de producción y más de 3,7 millones de onzas de oro en reservas. Su operación comenzará con 30 frentes de trabajo subterráneos simultáneos y procesará 2.500 toneladas de material minero por día.
Pero el objetivo es llegar a 40 frentes de trabajo subterráneos simultáneos, y procesar 4.000 toneladas de material minero procesado por día, para incrementar los volúmenes de producción del metal precioso.
“Hoy estamos presenciando una de las inversiones más importantes del mundo en materia de minería de oro. Estamos viendo un proyecto que tiene como propósito, en un ciclo de más de una década, aportar en una industria y en una economía más de 3,7 millones de onzas de oro”, resaltó en la ceremonia de inauguración el presidente de la República, Iván Duque Márquez.
Cálculos del CEO de Zijin Continental indican que el proyecto aportará $3 billones por concepto de impuestos y regalías y generará 2.318 empleos, de los cuales 1.243 serán directos y 1.075 indirectos.
“El 70% de los empleados son de Antioquia, pero la idea es que aumente al 75%. Desarrollamos capacitaciones para que la mina cuente con mujeres en labores operativas, y la meta es generar mayor empleo local. Hoy el complejo posee un 20% de mano de obra femenino, pero la meta es llevarlo al 25%”, dijo Wang.
Cabe traer a colación que la historia de la mina comenzó en 2007 bajo la batuta de la canadiense Continental Gold, en una operación a mediana escala, pero a medida que avanzaban las tareas de nueva exploración se percataron que el yacimiento daba para una tarea a gran escala e industrial.
Así, desde el 2017 se inició una segunda etapa del proyecto con la construcción de una infraestructura moderna y con tecnología de punta.
Pero la mina resultó ser tan atractiva y rentable que los canadienses no dudaron dos veces en venderla y la minera china Zijin Mining en mostrar su interés. El negocio se fraguó a finales del 2019 con el pago de 5,5 dólares canadienses por acción (cerca de US$989 millones), con lo que los asiáticos se hicieron con el control de la mina y terminaron las obras.
“Esto también es reactivación, los empleos de nuestros mineros son reactivación, las iniciativas que traen inversión y transformación son reactivación, y qué bueno que cuando vemos esta agenda de reactivación estamos dándole inicio a este proyecto en Buriticá”, subrayó el presidente de la República.
Zijin-Continental Gold hace parte de Zijin Mining Group Co., Ltd., un grupo minero con origen en China que tiene presencia en 12 países y que se dedica principalmente a la exploración y extracción de oro, cobre, zinc y otros minerales, con doble cotización en la bolsa de Hong Kong y la bolsa de Shanghái. Según Wang, la mina Buriticá es uno de los fieles ejemplos de lo que representa la minería moderna.
“Es sinónimo de minería legal, bien hecha, que genera empleo formal, cumple con todos los requisitos de la ley y con los estándares ambientales, de seguridad y salud en el trabajo. Trabajamos de la mano con las comunidades y cuidamos a nuestra gente. La minería legal es muy importante para el desarrollo del país”, indicó.
LAURA LUCÍA BECERRA ELEJALDE Y ALFONSO LÓPEZ SUÁREZ
En los últimos 26 meses, China metió el acelerador a fondo en sus estimaciones de inversión en el país, a tal punto que a la fecha ya son cerca de US$1.000 millones lo programado para el desarrollo de proyectos en infraestructura, minería y comunicaciones claves para la reactivación económica.
Muestra de ello son el Metro de Bogotá y el complejo minero aurífero de Buriticá, dos megaproyectos que son noticia en la presente semana y que dinamizarán sectores productivos y de servicios que quedaron golpeados con la pandemia.
Precisamente, mañana viernes la minera china Zijin Continental inaugurará una moderna planta, la primera en el país, para la producción a gran escala e industrial de oro, cuya inversión total ascendería a unos US$800 millones.
“Con un proceso de extracción que comenzó en septiembre, estimamos que a principios de diciembre iniciamos la producción comercial. Y para el 2021, llevaremos la operación a 7,2 millones de toneladas”, explicó James Wang, CEO de Zijin Continental Gold.
El otro gran proyecto en el que será protagonista la inversión china es el Metro de Bogotá, megaobra que estará a cargo del consorcio China Harbour Engineering Company Limited y Xi’An Metro Company Limited, que tendrán la tarea de construir y operar por 20 años la primera línea del sistema, que se espera que movilice a más de un millón de personas al día.
“El consorcio fue parte de la licitación, y cuando la ganamos creamos una empresa colombiana, Metro Línea 1 S.A.S., con dos socios, China Harbour, cuya casa matriz ha trabajado en más de 50 ciudades en construcción de estas estructuras, y la firma del metro de la ciudad de Xi’An”, mencionó Wu Yu, representante legal de la firma Metro Línea 1.
Pero ahí no acaba el impulso de las inversiones del gigante asiático en el país. Según registros de ProColombia, a los que tuvo acceso Portafolio, entre agosto de 2018 y septiembre de 2020 la entidad ha acompañado la llegada de 23 proyectos de inversión extranjera provenientes de China, con negocios por US$919 millones que aseguran 26.900 plazas de trabajo.
En infraestructura, además del Metro de Bogotá, hay otro proyecto a cargo de China Harbour, la 4G Mar2, clave para conectar el occidente antioqueño y el Urabá. También está el consorcio China Civil Engineering Construction Corporation (Cecc), adjudicatario del proyecto de Regiotram en Cundinamarca.
En telecomunicaciones, una empresa que ha establecido inversiones en el país es Huawei, con 10 años de presencia, y hoy trabaja con Movistar y la Secretaría de Salud de Bogotá para detección de la covid-19.
Otras firmas chinas en el sector de las tecnología son ZTE, empresa que avanza para establecer un centro de investigación de innovación conjunta 5G junto a la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, y también está Tuya Inc., que trabaja con Internet de las Cosas y creó su sucursal regional en Ruta N, en Medellín.
También tienen inversiones Hytera Communications Corporation Limited; el distribuidor de videovigilancia Dahua, el proveedor de modems WiFi Tp- Link, y los distribuidores de celulares Vivo y Xiaomi. Además, otras compañías que están ingresando al país son Realme e Infinix Mobile.
En el sector de energía, Hydroglobal, un joint venture entre EDP y la empresa eléctrica de propiedad estatal china Three Gorges, tiene un proyecto en el Chocó con la planta hidroeléctrica Talasa; y Trina Solar fue adjudicatario de la subasta de 2019 en proyectos de generación limpia.
En el sector automotor, BYD es el proveedor de una flota de cerca de 600 buses para el sistema masivo en varias ciudades, y otras marcas chinas con distribución local son JAC, Chery, Haima, Changan, DFSK.
ProColombia destaca también a CMIG Internacional, el conglomerado que adquirió en 2019 las operaciones de Old Mutual en México, Colombia y Uruguay por US$307 millones, y Didi, la aplicación de transporte que ingresó al país el pasado año.
“Colombia se posiciona más como un mercado estratégico en Latinoamérica. Trabajamos para promover la atracción de inversión de China, que puede encontrar en nuestro territorio una plataforma exportadora y logística en la región”, aseguró Flavia Santoro, presidenta de ProColombia.
En más de una década, las empresas chinas han logrado una inversión acumulada de unos US$3.000 millones en el sector energético y minero de Colombia.
Según la Consejería Económica y Comercial de la Embajada de la República Popular China en Colombia, solo en el sector de infraestructura se han firmado contratos por casi US$6.000 millones.
Para Dong Wei, consejera Económica y Comercial de la citada representación diplomática, la entrada de empresas chinas a Colombia no solo aporta capital, sino también conceptos de gestión avanzados, tecnología de producción y experiencia, así como empleo, fiscalidad y responsabilidad social.
“Especialmente después de la pandemia, Colombia no adoptó una política económica unilateral, sino que, como China, tomó con calma y racionalidad la protección del sustento de la población y la restauración de la producción como sus objetivos principales, y se esforzó por hacerla más abierta y más transparente.
Esto también genera un entorno empresarial más favorable, por lo que creemos que mientras el país continúe manteniendo un ambiente comercial bueno y estable, seguirá viniendo más inversión china”, recalcó la consejera Wei.
Para China, el entorno político y económico estable a largo plazo de Colombia, con proyección internacional, orientado al mercado, justo, abierto y equitativo, permitirá que nuevos recursos de la nación asiática lleguen al país.
“Los inversionistas van a estar participando activamente en nuevas licitaciones con capital, tecnología y costos competitivos que favorecerán el desarrollo económico. Contribuirán a la redinamización productiva no solo con la generación de empleos directos o indirectos, sino que se verán beneficiadas las empresas colombianas que se conviertan en proveedores de productos o servicios para los grandes proyectos de inversión”, señaló Carlos Ronderos, presidente de la Cámara Colombo China de Inversión y Comercio.