El país europeo lanza plan para una industria nacional de baterías
El Gobierno español trabaja en un proyecto de ley para la explotación de las “tierras raras”, que contienen yacimientos de litio, con miras al “auto-abastecimiento sostenible”; sin embargo, en México, donde hay mayores extensiones de tierra con este material utilizado en la fabricación de baterías y otros instrumentos tecnológicos, los yacimientos en Sonora, Jalisco y Puebla son explorados principalmente por empresas de Canadá, Reino Unido, España y Australia.
El borrador de la “Estrategia de Almacenamiento Energético”, emitido por el Ministerio español para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, inicia su camino hacia la consulta pública con la apuesta del Gobierno europeo para explotar sosteniblemente sus reservas para impulsar la industria de las baterías.
“No podemos perder la carrera de las baterías porque ponemos en riesgo toda la fabricación de vehículos”, planteó Pedro Fresco, experto en el sector energético citado por el diario español elDiario.es. Y es que España tiene yacimientos de litio y otras “tierras raras” que pretenden explotar para impulsar una industria nacional de almacenamiento de energía.
Ahora España busca que fabricantes y proveedores nacionales generen “alto valor añadido e impulsen la innovación y la competitividad en el sector, desde la provisión de materias primas y componentes básicos, pasando por la fabricación y desarrollo de tecnologías, hasta la prestación de todo tipo de servicios mediante los nuevos modelos de negocio asociados al almacenamiento”, de acuerdo con la estrategia dada a conocer por el medio español.
Además, el “fomento del autoabastecimiento nacional de las materias primas o componentes básicos” es una oportunidad para la economía española que enfrenta los golpes que dejó la pandemia de la COVID-19 y las continuas medidas de distanciamiento social que requieren la parálisis de sectores económicos.
La explotación de tierras raras como una contribución a las arcas del país también les planteó la necesidad de promover una industria nacional para facilitar la transición a la creación de una economía sin emisiones de carbono y que a su vez promueva la digitalización sin la dependencia que actualmente tienen con países como China, cabeza de la explotación de “tierras raras”.
“Para potenciar el auto-abastecimiento sostenible, se perseguirá poner en valor los recursos de rocas y minerales del país, reduciendo la dependencia de terceros países, contribuyendo al mantenimiento de la población y la actividad en áreas rurales con problemas de despoblamiento y favoreciendo un uso racional del suelo, principalmente en el medio rural”, planteó el Ministerio español.
En México, la moneda está en el aire. A diferencia de Bolivia, donde el Gobierno de Evo Morales tenía el plan de explotar el litio e industrializarlo para producir baterías y así exportarlo con valor agregado a través de la empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos, el Estado mexicano explora desde 2015 yacimientos de litio en Sonora, Jalisco y Puebla a través del Servicio Geológico Mexicano (SGM). Pero también empresas de Canadá, Reino Unido, España y Australia exploran por su cuenta litio-potasio y carbonato de litio en Sonora, San Luis Potosí, Zacatecas, Coahuila y Baja California, reporta la Dirección General de Desarrollo Minero de la Subsecretaría de Minería. El proyecto de la estadounidense Pan American Lithium en Baja California se postergó.
“Los concesionarios comparten el interés de maximizar el valor agregado que pueden generar en México [como producir baterías tras la extracción]. Trabajamos con ellos y con el Gobierno del Estado para que superen los retos que aún tienen enfrente y para que se posicionen en las cadenas de valor internacional”, tuiteó el exsubsecretario de Minería, Francisco Quiroga, luego de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no es necesario “nacionalizar” el litio, como lo sugirió el exsecretario de Medio Ambiente, Víctor Toledo.
La reglamentación en el sector de la minería y extracción de estos materiales raros se acercó a un posible cambio, cuando el 21 de septiembre una iniciativa del Senador Alejandro Armenta propuso al Senado nacionalizar el litio por disposición constitucional, tal y como ya ocurre con el petróleo, para asegurarse el control de lo que considera un elemento clave para la energía futura.
“El litio es un mineral de alto valor para el desarrollo de tecnologías limpias. Para México lo que representó y lo que representan los hidrocarburos en los últimos 100 años va a representar el litio en los próximos 100 años. Porque México posee los yacimientos de litio más grandes del mundo”, explicó a Efe Armenta, legislador del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Esta nueva iniciativa no busca expropiaciones, pero recoge herramientas para que “los contratos que hay se puedan se puedan regular, se puedan adaptar, se puedan actualizar”. La inversión extranjera es “bienvenida”, expresó Armenta, pero “para que desarrollen tecnologías, para que inviertan, que nos paguen la deuda externa que tenemos y que aprovechen el litio, pero que no se lo lleven como si fuera arena de río, como se lo están llevando hoy los chinos en Sonora”.
Además, Armenta propone la creación de un “ente de la administración pública federal del Estado mexicano con autonomía para que desarrolle, para que regule, para que promueva la inversión pública y privada”, es decir, una empresa paraestatal con el nombre de Litiomex.
El Estado mexicano ya posee dos compañías estatales de energía, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ambas en una situación precaria que el actual Gobierno pretende remontar y que el Senador morenista atribuye a “un saqueo desde la Presidencia de la república, fue un robo, fue un desmantelamiento” que no permitirán que ocurra con el litio.
Sin embargo, el Presidente López Obrador es reacio a la participación de empresas privadas y extranjeras en el sector energético de México y está impulsando varias políticas restrictivas, al contrario de su predecesor Enrique Peña Nieto, quien liberalizó el sector.
La Secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, retomó el tema este jueves durante una comparecencia en el Senado. Difirió con el Senador Armenya sobre la reserva mexicana de litio. “Diferimos un poco. México no tiene el yacimiento más grande de litio, México no produce litio, no hay un solo kilogramo de litio que se produzca”. dijo.
Aseguró que hay concesiones y asignaciones mineras a particulares y el servicio geológico mexicano. “Cuando se hizo esa estimación del yacimiento de litio se tomó en cuenta toda la arcilla, pero eso no es litio. El proceso metalúrgico va a llevar a la producción del ion litio”. Además planteó que el proceso metalúrgico de producción de litio no es eficiente porque es caro.
Recordó la importancia del litio al entrar en la transición tecnológica a la descarbonización, pero expresó que la tendencia de la industria electromovilidad es de alejarse del litio porque no guarda suficiente energía.
En México, el debate entorno a cómo aprovechar nuestras propias reservas revivió por la intención de la Secretaría de Medio Ambiente de crear una empresa –pública o privada– para “nacionalizar” y que “el Gobierno controle el uso del litio”, como dijo el exsecretario Víctor Toledo durante un webinar de la UNAM. En diciembre aseguró que como el litio será el nuevo petróleo, “nuestro país debería ser capaz de producir autos eléctricos en fábricas públicas”.
“El litio se va a volver algo estratégico. Buena parte de la situación de Bolivia [el Golpe] se debe a que es el país más rico en litio. Nuestro país también tiene grandes yacimientos de litio, simplemente en Sonora se acaba de revelar”, aseveró durante una conferencia de prensa aquel último mes de 2019.
Además de baterías de litio para autos eléctricos que reducen emisión de gases contaminantes, el litio también puede usarse en la industria aéreo-espacial, del aluminio, vidrio y cerámica, sistemas de aire acondicionado, grasas y lubricantes, así como en la farmacéutica.
“La incorporación de litio metálico y algunos compuestos se utilizan como catalizadores en la producción de analgésicos, agentes anticolesterol, antihistamínico, anticonceptivos, inductores del sueño, algunos tipos de esteroides, tranquilizantes, vitamina A y otros productos. El carbonato de litio, grado farmacológico, es utilizado en el tratamiento de la psycosis maníaca depresiva”, detalla el Perfil del Litio 2018 hecho por la Secretaría de Economía en el sexenio pasado.
Actualmente México importa litio principalmente de Chile, Eslovenia y Estados Unidos, expone el documento.
De los 31 proyectos registrados, la canadiense OrganiMax Nutrient Corp tiene 15 por concesiones de salares de potasio y litio que comprenden más de 424 mil hectáreas en Zacatecas, San Luis Potosí y Coahuila, expone en su página.
Y el proyecto en Bacadéhuachi, Sonora, de la canadiense Bacanora Minerals –con asesoría de la china Gangef–, es el más avanzado y prometedor. Con una inversión de 420 millones de dólares, con minería a cielo abierto estima producir a partir de 2021 alrededor de 17 mil 500 toneladas anuales de carbonato de litio, y en una segunda fase, 35 mil toneladas al año, de acuerdo con el reporte técnico de viabilidad publicado por Bacanora. Mining Technology calcula que este yacimiento tiene reservas probadas y probables de 243 millones de toneladas, por lo que sería el depósito más grande del mundo.