Patricio Elgueta, presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre de Codelco (FTC), en entrevista con El Desconcierto analizó la situación actual de la cuprera estatal. En particular, su alto nivel de endeudamiento, que alcanza los US$15 mil millones, lo que podría complicar la continuidad de las operaciones y diversos proyectos estructurales.

Elgueta apuntó como responsable al Estado de Chile, al desarrollar “una política errática” durante estos últimos 30 años, que puso en riesgo la sostenibilidad futura de la Corporación. Además, denunció la delegación de funciones críticas del negocio a empresas contratistas privadas, en las que participan ex ejecutivos de Codelco o sus familiares.

“Codelco llegó a tener este nivel de endeudamiento gracias a una política errática del Estado chileno en los últimos 30 años y no de un gobierno en particular. Nunca se ha querido capitalizar a Codelco como se debe, inyectándole recursos frescos y a tiempo o reinvirtiendo parte de las utilidades que la misma empresa genera. Los distintos gobiernos han tratado a Codelco como la vaca lechera del Estado, a la que todos estrujan, pero nadie se preocupa de mantenerla funcionando correctamente”, dice Elgueta.

Parte de sus análisis tiene que ver con que la gran minería privada del cobre reinvierte, al menos, 30% de sus utilidades para el desarrollo de sus proyectos mineros, mientras que la estatal se queda atrás en esa materia.

“En Codelco se reinvierte solo 7% u 8%.  El resto de las utilidades el Estado las incorpora a su presupuesto anual y las gasta según sus prioridades. Esa es la razón por la que Codelco tiene que endeudarse.  No le dejan otra alternativa para poder implementar sus proyectos estructurales e inversiones rutinarias. Confiamos en que en la nueva Constitución se le otorgue a Codelco el valor real de ser el Sueldo de Chile y así evitemos caer en un mayor endeudamiento”, agrega.

Pero, a pesar de ese análisis, ¿Codelco sigue siendo un buen negocio?

Codelco sigue generando utilidades y se mantiene como la empresa más grande del rubro a nivel mundial, tanto en producción como en reservas de cobre. Por supuesto que hay divisiones o unidades de negocio que no han tenido buenos resultados, como dije anteriormente. En parte, por falta de inversión o por el envejecimiento de los yacimientos, pero también ha sido crucial la deficiente gestión de los gobiernos corporativos en los últimos 30 años, partiendo por sus directorios y presidentes ejecutivos.  Por ejemplo, no es posible aceptar que el Estado y los directivos de Codelco no hayan invertido lo necesario para mantener el funcionamiento competitivo de las fundiciones y refinerías de cobre, que son unidades estratégicas para incrementar el valor de nuestra producción. El negocio minero implica actualizarse constantemente, como lo hace la minería privada. No se puede tener equipamiento obsoleto de los años 50’, como es el caso de la división El Salvador.

Queda la impresión que la opinión de los trabajadores de Codelco no es considerada por la empresa.

El modelo de participación que hoy existe es el de una empresa familiar, jerarquizada y anacrónica, que impone sus directrices sin escuchar la voz ni contar con la participación real de sus trabajadores y sus organizaciones. Estamos lejos de lo que debiera ser una empresa que pertenece a todos los chilenos.

Una muestra palpable de lo anterior, es que nosotros como FTC hace más de 6 meses que propusimos una quina para que se escogiera el representante de los trabajadores en el Directorio de Codelco, tal como lo establece el gobierno corporativo de las empresas del Estado. Pero Piñera hasta ahora se ha negado a nombrarlo. Y esa no designación está afectando a la principal empresa de Chile, y beneficiando a todos aquellos interesados en desmantelar Codelco y el resto de las otras Empresas Públicas de nuestro país.

¿Qué implicancias tiene esta falta de diálogo con los trabajadores en la toma de decisiones de la empresa?

Una de las consecuencias más importantes, es que la ejecución de proyectos, áreas productivas y de mantenimiento, que son clave para el futuro de Codelco, sean externalizados a empresas privadas, en algunas de las cuales participan ex ejecutivos de Codelco o sus familiares. Nosotros como trabajadores tenemos las competencias y el conocimiento completo de la operación de la empresa, por lo que queremos que se internalice la ejecución y los procesos productivos clave. No entendemos como Codelco hace un reconocimiento a sus trabajadores por su eficiencia y después no los considera para seguir dando valor agregado.

¿Codelco sigue aportando más recursos al Estado que las empresas de la gran minería privada?

El aporte de Codelco en impuestos y aportes al Estado es mucho mayor que el que hace el conjunto de las empresas privadas transnacionales. Además, hay que considerar que aparte del total de los ingresos que van al Estado, seguimos teniendo que entregar el 10% de las ventas brutas a las Fuerzas Armadas. Esto es sí o sí, independiente de los resultados operacionales de la empresa. Este es un tema que no se ha resuelto. Aun así, a pesar de las condiciones y desventajas en relación a la gran minería privada que se nos imponen, seguimos siendo fundamentales para el crecimiento y desarrollo de nuestro país. Y por lejos la nacionalización del cobre y Codelco han sido el mejor negocio que ha hecho el Estado de Chile en toda su historia.

¿Se justifican los despidos y los planes de retiro en el actual escenario?

Ha habido un aprovechamiento perverso de Codelco para justificar los despidos y la reducción de dotaciones en medio de la crisis sanitaria COVID-19. Esto está afectando a más de 1.500 trabajadores de Codelco. Un solo dato al respecto. Hoy por hoy, en la División Chuquicamata, la empresa tiene como política ir hasta las casas de los trabajadores para que estos renuncien a Codelco, por ser enfermos profesionales, por edad, etcétera. Esto nos trae a la memoria las terribles persecuciones que usaba la dictadura cívico militar.

Creemos que hay que priorizar la reinserción e internalización de labores. Sin embargo, desde la Corporación no hay disposición a abrir el diálogo sobre estos temas y otros. Por su parte, las empresas de la gran minería privada reunidas en el Consejo Minero también se aprovecharon de la pandemia para reducir dotaciones, bajar sus costos y pretender aumentar la productividad. Hoy, Recursos Humanos de Codelco sólo se preocupa por el tema económico y no ve a las personas. Los turnos se han intensificado al contar con menos trabajadores y la gente está agotada. Es necesario evaluar el impacto de la pandemia en la salud mental y física de los trabajadores. Los resultados no se pueden mantener, o hacer crecer, a costa de los trabajadores.

Como Federación hemos buscado el diálogo, pero la dirección impone sus medidas en las distintas divisiones de Codelco sin el más mínimo diálogo. Por eso estamos en alerta: si quieren conflicto, lo van a tener, de esta manera no podemos seguir. Hay un Pacto Estratégico por Chile firmado por ambas partes, que se está incumpliendo. La empresa no lo está respetando y están desconociendo a la Federación. Con esto se están ganando un conflicto que puede escalar.

A propósito del proceso constitucional que se ha iniciado, se ha repuesto la discusión sobre nuestros recursos naturales y la posible renacionalización del cobre.  ¿Cuál es su visión al respecto?

El desarrollo de la minería es fundamental para nuestra economía, y su explotación debe hacerse teniendo como guía fundamental el incrementar el bienestar de todos, porque el tanto el cobre como los demás recursos naturales pertenecen a todos los chilenos y chilenas. Nosotros en esto no nos perdemos, asumimos nuestra misión como empresa estatal que pertenece a todos y todas, cuya principal tarea es generar mayor valor agregado, para así repartir los excedentes en satisfacer las múltiples demandas ciudadanas. Para esto creemos necesaria la incorporación de más tecnología, de industrializar nuestros procesos, porque hay quienes quieren que como empresa estatal sólo vendamos piedras sin valor agregado, para ellos apropiarse de ese valor.

Por todo lo anterior es que trabajaremos decididamente por renacionalizar el cobre y todos los recursos naturales, para entregar riqueza, generar ciencia y tecnología nacional y, por sobre todo, valor agregado compartido para el bienestar de todo el pueblo. La nueva Constitución debe hacerse cargo de las justas demandas expresadas a partir del 18 de octubre, y para eso es necesario recuperar en su totalidad el cobre para Chile.

Pero lo anterior supone un rol protagónico de la FTC, que hace años no lo vemos. 

Sin ningún lugar a dudas. Recién, hace menos de un año, que recuperamos esta Federación para la totalidad de los trabajadores del cobre. Superamos esa vieja y perniciosa manera de hacer sindicalismo de cogobierno y acuerdo fácil entra las cúpulas sindicales y los ejecutivos de turno de Codelco, y no forzosamente buscando el bienestar de los trabajadores y el futuro de la empresa. Ese sindicalismo que nos llevó a ser considerados como trabajadores de un Chile paralelo, desconectados del país real. En este sentido, nos sentimos al debe con el resto de los trabajadores y también con nuestra propia historia como organización, porque fue uno de nosotros, Rodolfo Seguel, nuestro máximo dirigente de la época, quien en mayo de 1983 convocó a la Primera Protesta Nacional contra la dictadura cívico militar. Y ahora seremos nosotros quienes encabezaremos la renacionalización del cobre para todos los chilenos y chilenas.