En los próximos días se conocerá oficialmente el reglamento ambiental de los proyectos de investigación sobre la utilización en Yacimientos No Convencionales (YNC). Sin embargo, en los términos de referencia para la elaboración del estudio de impacto ambiental, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible es claro en establecer las medidas de la elaboración de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA).
“Es obligación de quien elabora el EIA brindar información que permita a las autoridades ambientales conocer todas las particularidades del proyecto, de forma que más adelante, y de acuerdo con las características ambientales del lugar en el que se plantea su desarrollo, tengan total claridad y puedan verificar la identificación y valoración de impactos ambientales, la definición del área de influencia, las especificaciones técnicas de los elementos que potencialmente pueden afectar la biodiversidad”, especifica el borrador del documento.
Es decir, en este punto, se deben aclarar las sustancias químicas utilizadas en los fluidos de fracturación hidráulica, detallar cómo se movilizarán los volúmenes de agua requeridos para la etapa de estimulación, el uso y aprovechamiento de recursos naturales, la formulación de planes y de más componentes del EIA.
Además, la norma aclara que la licencia ambiental que se expida con base en el estudio será el requisito para pasar de la etapa previa a la concomitante (fase en la cual se llevarán a cabo las actividades de perforación, fracturación, estimulación, y dimensionamiento del yacimiento). Durante el momento y en el proceso de evaluación, hasta su finalización, se obtiene información para el análisis por parte de Comité Evaluador.
De igual forma, se debe tener un proceso participativo con la comunidad relativo a licencias, permisos y trámites ambientales y el alcance del EIA para efectos del licenciamiento ambiental de las obras o actividades de los Proyectos Piloto Integrales de Investigación, PPII.
“El país se ha venido preparando por más de diez años en materia normativa para el aprovechamiento de todas las fuentes de recursos hidrocarburíferos disponibles, por demás, en forma muy seria. En este proceso, contar con unas reglas claras frente al licenciamiento ambiental es fundamental. En el caso de los PPII, consideramos que el reglamento que viene adelantando el Ministerio de Ambiente es un paso muy importante para asegurar la confianza de las comunidades en estos proyectos”, afirmó Germán Espinosa, presidente Ejecutivo de Campetrol.
Para la construcción de confianza, añadió Espinosa, es necesario que, a la información obtenida de los PPII, se le aplique en todas sus etapas un concepto de urna de cristal, permitiéndole el permanente monitoreo a todos los grupos de interés de la sociedad colombiana, tales como la academia, comunidades, autoridades, industria, sector público, entre otros.
Cabe recordar que desde julio está listo el primer reglamento que establece los lineamientos técnicos para el desarrollo de los citados proyectos experimentales científicos en roca generadora, y que fue elaborado por el Ministerio de Minas y Energía (Resolución 40185 de julio de 2020).
“El objeto es establecer y desarrollar los requerimientos para adelantar los PPII en YNC mediante la utilización de la técnica del Fracturamiento Hidráulico Multietapa con Perforación Horizontal”, señala la resolución.
Así mismo, la Agencia Nacional de Hidrocarburos está el proceso de selección de contratistas para el desarrollo de proyectos de investigación en YNC. Los Contratos Especiales de Proyectos de Investigación se desarrollarán en las cuencas del Valle Medio del Magdalena y Cesar Ranchería.
Las 2 Orillas
Elisa Pastrana
La seguridad jurídica y el precio del petróleo son hoy las piedras en el zapato del fracking en Colombia. La primera depende de las autoridades locales, el segundo, del volátil y deprimido mercado mundial. El futuro del fracking está en manos del Consejo de Estado que próximamente deberá pronunciarse de fondo sobre el tema. Y del Congreso donde cerca de 40 parlamentarios apoyan un proyecto de ley para prohibirlo.
Ecopetrol en alianza con ExxonMobil, ConocoPhillips, Parex y la minera Drummond han manifestado un interés, que de mantenerse, les podría dar pie para realizar -según el acuerdo de la ANH- hasta dos proyectos y como máximo dos pozos por proyecto en las zonas de Magdalena Medio (VMM) y Cesar Ranchería (CR). Estas empresas tienen algunos de los nueve contratos vigentes que en su momento suscribió la ANH para exploración en Yacimientos No Convencionales (YNC).
Estimaciones a mano alzada de algunos expertos consultados, señalan que cada pozo de investigación la perforación vertical costaría del orden de unos USD 8 millones y alrededor de 10 millones más entre infraestructura, almacenamiento de sílice, el manejo de las aguas, y, sobre todo, los compromisos ambientales y con las comunidades aledañas, para las cuales tendrá que asignarse el 1 % del proyecto. Estos costos de USD 18 millones no incluyen gasoductos porque el gas se puede quemar in situ, ni oleoductos que pueden reemplazarse por camiones cisterna. Por eso la inversión sube a 32 millones cuando no se hace investigación, sino la exploración y producción de estos yacimientos no convencionales.
Los precios no están ayudando mucho a favor de las decisiones de inversión en fracking. Rondan alrededor de 40-46 dólares, apenas suficientes para lograr el punto de equilibrio en la cuenca de Permian en Texas, un válido referente. Las cotizaciones del Brent y el WTI se mueven como un yo-yo al vaivén de la pandemia del coronavirus y la recuperación de la demanda. Los rebrotes del covid-19 en Europa y Asia hacen prever que la economía global tardará más en recuperarse, y mantendrá débil la demanda en la que todavía pesa el teletrabajo y la aviación empezando a despegar. La Agencia Internacional de Energía recortó esta semana su pronóstico de demanda 2020, y Aramco, la gigantesca petrolera de Arabia Saudita se había adelantado rebajando el crudo arabian light a sus compradores asiáticos. Habrá que esperar hasta bien entrado el 2021 para ver mejores precios.
Con esto en mente las empresas que le apuestan al fracking en Colombia acudirán a la convocatoria. Se trata de aumentar la autosuficiencia que hoy es de 6,2 años para el petróleo y menos de 10 para el gas. Ecopetrol es la abanderada y su presidente Felipe Bayón un convencido, que acaba de anunciar la perforación de 100 pozos en Permian de aquí a fines del 2021, en compañía de Oxxy con la que hizo un joint venture a fines del 2019. Para los pilotos del Magdalena Medio la alianza es con ExxonMobil, una de las grandes del mundo. Su presidente Fernando Sarria Climent lleva tres años al frente de esta vieja conocida en Colombia que dio un vuelco a sus negocios aquí para dedicarse al fracking. Tiene una empresa especializada llamada XTO que se encargaría de los pilotos con Ecopetrol en áreas aledañas a Puerto Wilches
El country manager de ConocoPhilips en Colombia es Álex Martínez, un experto en fracturamiento hidráulico que se unió a la petrolera desde el 2006 en Venezuela, donde tuvo a su cargo el proyecto de crudo pesado en el Orinoco. Siempre ha manifestado el interés por los pilotos de fracking, actualmente ConocoPillips tiene dos contratos en la zona de San Martín en el Cesar (VMM2 y VMM3), y ha estado trabajando con las comunidades para fortalecer su presencia en la región.
Drummond es más conocida en el país por su proyecto de carbón en La Loma. Su presidente, el abogado uniandino José Miguel Linares, ha estado al frente de los contratos en esa región del Cesar (La Loma, La Loma adicional, CR-2, CR-3 y CR-4). Por orden del Consejo de Estado Drummond tuvo que frenar en diciembre la producción de gas metano asociados a mantos de carbón en Caporo Norte por el presunto uso de técnicas de perforación no convencional en 15 pozos. La minera siempre ha manifestado su interés en los pilotos de fracking y Linares participó en la campaña del 2018 #FrackingResponsable.
El uruguayo y estadounidense Lee DiStefano es el presidente de Parex Resources y, gracias a su experiencia de más de 30 años, esta compañía canadiense se ha consolidado como la tercera con mayor producción de petróleo en el país. Tiene un contrato para exploración y producción en YNC en Cimitarra Santander (VMM9), y probablemente sea uno de los interesados en la convocatoria de la ANH.
Cualquier actividad de fracking en Colombia está suspendida desde noviembre del 2018 y solo se harán los pilotos para determinar el impacto ambiental y la viabilidad de esta técnica de extracción, sobre la que se ha dado uno de los más grandes debates en este siglo. La convocatoria para realizarlos fue abierta el 15 de septiembre por la Agencia Nacional de Hidrocarburos, el 23 de noviembre se seleccionarán las empresas, se harán los contratos especiales para proyectos de investigación (Cepi) y se surtirá el trámite de la licencia ambiental ante el Anla. Para empezar en enero 2021.