SOFÍA DIAMANTE
El nuevo secretario de Energía, Darío Martínez, comenzó formalmente a ejercer su cargo la semana pasada con reuniones realizadas en el Ministerio de Economía, la nueva casa matriz de la cartera energética. Luego de visitar al presidente Alberto Fernández en la Quinta de Olivos, el exdiputado por Neuquén tuvo una reunión de trabajo con el ministro Martín Guzmán y el interventor del Enargas, Federico Bernal.
Martínez todavía no anunció a los funcionarios que lo acompañarán. Por lo pronto, los subsecretarios que asumieron en diciembre pasado junto con el exsecretario Sergio Lanziani le ofrecieron los cargos para que decida si continuarán o si nombrará a nuevos funcionarios.
El jueves pasado, Martínez tuvo una reunión extensa con Guzmán y Bernal, quién lo asesoró en materia energética en la Cámara de Diputados entre 2017 y 2019. En ese encuentro se analizó, entre otros temas, un nuevo plan de incentivos a la producción de gas alternativo al proyecto que, una semana atrás, estaban por cerrar las empresas productoras, las distribuidoras y los gobernadores petroleros con el subsecretario de Hidrocarburos, Juan José Carbajales, de buena relación con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
Con el cambio de órbita de la Secretaría, se cree que ese esquema de gas de cuatro años quedaría a un costado. El rechazo principal sería por el impacto que tenía esa propuesta en las cuentas fiscales, que mira de forma rigurosa Guzmán, sobre todo cuando está por iniciar las negociaciones por un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El lanzamiento de un plan que incentive la producción de gas y las definiciones sobre el futuro del barril criollo son necesarias para mandar una señal a la industria, que está paralizada ante la incertidumbre de no tener un precio que garantice las inversiones. Esta situación se hace más visible en la cuenca neuquina, donde la perforación de nuevos pozos está frenada porque, según señalan en el sector, "no está el nivel de precios necesario para operar en shale".
Otro tema relevante a tratar por Martínez será la recomendación que hizo el Enargas de establecer un esquema traifario de transición para las facturas de gas, que ya había hecho Bernal hace dos semanas, cuando le envió una carta a Kulfas con esa propuesta.
El ex Diputado por Neuquén fue anunciado en el cargo el viernes pasado: aun falta que defina su equipo de trabajo. Crédito: Twitter
Martínez, quien llegó al cargo de secretario impulsado por los funcionarios cercanos a la vicepresidenta Cristina Kirchner, tuvo su primer encuentro con el Presidente, en el cual se realizó "un pormenorizado diagnóstico del sector energético y repasaron juntos la agenda de los principales temas del área", según indicó la cartera de Energía en un comunicado.
No se informó si se habló del proyecto de ley de hidrocarburos, que el Presidente quiere impulsar desde que comenzó su mandato, ni del plan para reactivar la producción de gas, que debería lanzarse en las próximas semanas para incrementar los niveles de suministro local para el invierno próximo, ni sobre el precio sostén del barril de petróleo, que está por vencer en estos días, cuando la cotización internacional supere durante 10 días consecutivos los US$45.
El anuncio destacado fue que la Secretaría de Energía tendrá un asiento en Neuquén, la provincia donde está situada la mayor parte de la formación Vaca Muerta y a la que tendría intenciones de postularse como gobernador Martínez en las próximas elecciones.
El secretario de Energía, por su parte, expresó, según el comunicado, que coincide con el Presidente "en la necesidad de armonizar los distintos intereses de los actores del sector". Y señaló: "Es un importante acierto del Presidente el traslado de la secretaría de Energía a la órbita del Ministerio de Economía. Las principales decisiones en materia energética impactan en la macroeconomía, responsabilidad del ministro Guzmán, que viene realizando una excelente y eficiente tarea, y con quien será un placer trabajar mancomunadamente".
Martínez deberá tomar alguna decisión también con el precio de los biocombustibles, congelados desde diciembre pasado, y con las deudas que acumulan las distribuidoras eléctricas con Cammesa, la compañía con control estatal encargada del despacho de energía eléctrica. Según el Gobierno, las deudas ya superan los $100.000 millones, producto de los menores ingresos de las distribuidoras.