SILVIA NAISHTAT

Sucede siempre en tiempos de crisis pero esta vez viene con sello tecnológico. En lo que será cada vez más habitual comenzaron a unirse empresas que competían entre sí. La semana pasada se fusionaron dos plataformas exitosas en la compra-venta de autos usados como Kavak y Checkars. Checkars recibirá US$ 10 millones para ampliar presencia y contratar a 300 nuevos empleados y formar un hub tecnológico en Buenos Aires. Claro que esta plataforma, fundada por los ex OLX Jaime Macaya, de 38 años y Juan Cruz de la Rúa, de 30, pasa a ser una filial de Kavak, con partida de nacimiento en México y líder del rubro en el país azteca. Juntas conforman la firma regional más grande de Latinoamérica en e-commerce de autos usados, bajo la marca Kavak.

La plataforma creció en base a comprar online, recibir el auto a domicilio a las 24 horas con 3 meses de garantía mecánica y una prueba de conformidad de compra de 500 kilómetros. Caso contrario se puede pedir la devolución del dinero. En dos años de operación, Checkars sumó 1.500 transacciones y facturó US$ 8 millones. Fue invertida por Jaguar Ventures y seleccionada por YCombinator, la aceleradora de empresas que catapulta a la fama global. Kavak fue creada a fin de 2016 en México, es liderada por el ex McKinsey, Carlos García y recibió apoyo de Softbank, de Kaszek, uno de los fundadores de Mercado Libre y GreenOaks.

A medida que se acerca mayo de 2021, cuando vence la ley de biocombustibles, se agiganta el lobby de petroleras para pedir un cambio sustancial de esa norma. Esta semana trascendió la carta firmada por YPF, PAE, Trafigura y Raizen dirigida al ministro Guzmán en la que sostienen que el nivel de mezcla con los biocombustibles en Argentina es uno de los más altos del mundo, que el fisco pierde en recaudación y que el sector de biocombustibles está sobre dimensionado con una capacidad ociosa de 49%. Las voces del sector biocombustibles, que mencionan inversiones millonarias además de lo que implica en términos de medio ambiente, preparan una respuesta contundente y cuentan a favor con el apoyo unánime de los sectores ambientalistas que impulsan en esta nueva normalidad una economía más verde.

Los pocos empresarios que participan de reuniones virtuales con los asesores más cercanos a Alberto Fernández deslizan, siempre en off, lo que figura en la agenda presidencial. Aseguran que en Olivos dan por muerta a la reforma judicial que se debatirá dos meses en diputados y aún así no va a conseguir los votos. Dicen que recién en fines de octubre podría desembarcar en el recinto, que en ese interín, la prioridad estará puesta en el Presupuesto, una nueva ley de hidrocarburos y la reforma impositiva, el regreso a la fórmula de ajuste en las jubilaciones que había diseñado Cristina Kirchner, todo al compás de lo que se anticipa una ardua negociación con el FMI. Cuando preguntaron sobre quita de concesiones en obvia alusión a Edesur, les dijeron que esa idea había sido dejada de lado pero que le exigirán que cumpla con los 24 mil millones en inversión a los que se habían comprometido.

En la UIA están viendo con preocupación el caso de Alejandro Bestani, reconocido empresario pyme como titular de la empresa de alimentos Inca en Mendoza y responsable del sector dentro de Copal y en la misma Unión Industrial. Este empresario es una de las voces más críticas a la gestión oficial. Habla de genocidio económico y de funcionarios que no entienden la problemática y hace trascender que no es escuchado entre sus pares. En breve sorprendería con un movimiento de pymes del interior.

Su intervención pasó casi inadvertida, tal vez porque la dejaron para el cierre, pero en la que fue la conferencia del Council of the Americas, Joyce Chang, que es la jefa de Global Research de JP Morgan compartió proyecciones preocupantes para el escenario post pandemia. En su visión habría recuperación que pero a un costo muy alto en medio de medidas sin precedentes como los trillones de dólares emitidos por los bancos centrales en pocos meses. Precisamente esa abundancia de dinero es lo que está haciendo escalar los valores en los mercados de acciones. Señaló que el déficit fiscal en Estados Unidos es el más alto en 80 años.

Pero que la noticia más importante es que China está de regreso en el mundo, con crecimiento de sus exportaciones e importaciones, lo que se refleja en los precios de las materias primas, impulsados a su vez por el dólar débil. “China es una muy buena noticia para América latina”, señaló Chang. Aunque advirtió: “Cuando miramos la película global con un déficit fiscal 14 por ciento del PBI en promedio en el mundo, nos tenemos que preocupar. Por otra parte, América latina se va a recuperar pero hay que recordar que viene creciendo por debajo de su potencial en los últimos seis años”