RODOLFO CARRASCO
Por dos horas y media se extendió la reunión del Presiente Sebastián Piñera, con los representantes de todas las ramas de la Confederación de la Producción y del Comercio CPC, que encabeza Juan Sutil. Oportunidad en que los dirigentes del gremio reafirmaron su compromiso por recuperar la mayor cantidad de empleos a la brevedad, cumpliendo las medidas sanitarias que la pandemia establece.
Sutil explicó al finalizar el encuentro que "las seis ramas de la CPC nos hemos reunido con el Presidente para abordar los temas de las diferentes áreas de la economía y para volver a reafirmar nuestro compromiso y voluntad como empresas, en que los empresarios vamos a contribuir en la causa de recuperar la mayor cantidad de empleos en el más breve plazo posible".
El empresario señaló que "para eso estudiamos y trabajamos en función del plan Paso a Paso, discutimos las formas de enfrentarlo mejor y aquellas áreas que requieren más apoyo como el turismo y la gastronomía".
En el encuentro participaron también los ministros de Salud, Enrique Paris y de Economía, Lucas Palacios, para analizar el plan de desconfinamiento por fases que ha desarrollado el Gobierno y que ya ha permitido mayor movilidad y apertura de algunos centros comerciales.
Sutil también se refirió a la forma en que se debe desarrollar el trabajo en medio de la pandemia con teletrabajo. "Todo lo que sea dar adaptabilidad, flexibilidad y especialmente a las mujeres en una situación como la que vivimos es muy positivo, especialmente las embarazadas que no pueden poner en riesgo su salud, el teletrabajo es una muy buena medida y queda perfeccionar más esa ley, dado que las realidades han demostrado que hemos avanzado y hay cosas que se pueden hacer a distancia".
En tanto el ministro Palacios indicó que "tenemos una causa común, en conjunto, con cuidarnos y disminuir los contagios, debemos recuperar los puestos de trabajo, porque ya tenemos 1,8 millón de personas que han perdido sus empleos".
El titular de la cartera señaló que "el sector privado representa el 75% de la economía de nuestro país, además el 81% de la inversión del país, por tanto, cualquier plan para recuperar al país y los empleos de las familias, pasa por un trabajo coordinado. La verdad es que tenemos un sector empresarial que está con las pilas puestas y ganas de colaborar, así como lo ha venido haciendo durante toda la pandemia y hemos establecido los criterios sobre los cuales vamos a trabajar hacia adelante".
Recordó que el Presidente en la Cuenta Pública planteó un subsidio para generar un millón de puestos de trabajo, además un plan de infraestructura pública que va a significar la creación de 250 mil empleos. "Tenemos además una agenda para agilizar procesos y la burocracia, modernizar nuestro sistema de inversiones siempre respetando el medioambiente y la participación ciudadana, que para nosotros es fundamental para tener un crecimiento sostenible", concluyó.
PAMELA CUEVAS V.
Pesimismo es lo que se desprende del Informe de Perspectivas de Negocios (IPN) que dio a conocer esta mañana el Banco Central. Entre los empresarios consultados no hay atisbos de una mejora sustancial en el corto plazo y para el futuro el panorama se les presenta con una elevada incertidumbre.
Así lo revela la encuesta on line realizada entre el 20 y 24 de julio entre un grupo de empresas de todos los tamaños, sectores y regiones del país: “La evolución de los contagios y la extensión de las cuarentenas en varias regiones del país han profundizado sus efectos en el desempeño de las empresas, dejando heridas de diversa índole que podrían tener consecuencias relevantes en la capacidad de recuperación post pandemia”, dice el documento.
Como primera conclusión, se menciona que gran parte de los entrevistados considera que su actividad no mejorará de manera contundente en lo inmediato. Sobre la recuperación en la marcha de sus negocios estiman que comenzará de forma lenta y más tarde que lo proyectado. Es decir, piensan que solo entre el 2021 y 2022 recobrarán los niveles de producción previos a la llegada de la pandemia por covid-19.
En este escenario, el reporte hace énfasis en que aquellos sectores más afectados, este plazo es aún más largo.
Respecto del futuro los consultados dan cuenta de una elevada incertidumbre. Por un lado, emerge como una de las principales preocupaciones el tener que dar un paso a través en la reapertura de la actividad ante el riesgo de rebrotes del coronavirus. Esto según el informe “se destaca bastante”.
“Esta preocupación es especialmente importante para las empresas que han visto fuertemente afectadas sus operaciones por las cuarentenas y deben invertir en adaptaciones para cumplir con las normas sanitarias una vez que puedan reabrir”, señala.
Por otro, existe intranquilidad por el resurgimiento de episodios de violencia como los ocurridos a fines del 2019, al igual que las dudas en torno al avance del proceso de discusión constitucional u otras modificaciones institucionales.
Respecto del mercado laboral, las perspectivas son de una recuperación del empleo más lenta que la de la actividad. En informe advierte que “algunas empresas estiman que aún deben ajustar a la baja sus dotaciones”. El argumento que entregan se basa, por una parte en que el distanciamiento social no permitirá que los negocios se desarrollen de la misma forma que antes.
“De hecho, existe una percepción generalizada de que una parte de la pérdida de puestos de trabajo será de carácter permanente, en especial en los sectores más afectados”, asevera el IPN.
A ellos se suma en el análisis, que una fracción importante de los trabajadores que han mantenido su empleo han visto reducidos sus ingresos. Esto, ya sea por menores comisiones y bonos, por disminuciones de horas extras trabajadas o por recortes de sueldos base, entre otros. En este grupo de personas, se encuentran también quienes están acogidas a la Ley de Protección del Empleo.
En este escenario laboral, en el IPN se menciona que se detectó que “algo más de la mitad de los encuestados cree que la dotación de sus empresas no recuperará los niveles previos a la pandemia”. Uno de los factores que entregan los empresarios es la automatización, optimización y/o externalización de procesos. Todo esto se agregaría a la apertura de canales de venta no presenciales.
El grueso de los entrevistados señala la postergación o cancelación de todo tipo de inversiones, agregándose escasos proyectos nuevos. Sólo los entrevistados de los rubros menos afectados manifiestan que sus inversiones han seguido su curso.
Por ejemplo, se menciona que en el norte del país, una fracción de los grandes proyectos mineros que fueron suspendidos al inicio de la pandemia estaría pronto a retomarse, pero se estima que su desarrollo será a un ritmo más lento de lo previsto originalmente.
En cuanto a los niveles de precios, la mayoría indica que han disminuido ante la debilidad de la demanda. La excepción son los sectores que abastecen productos esenciales, como los alimentos. En este segmento se destaca que informan un aumento en sus precios.
En este contexto, se revela que las empresas han seguido focalizadas en el control de costos como respuesta a la reducción de los ingresos, a lo que en varios casos se suma el mayor desembolso que han significado las prácticas de control sanitario.
Los bancos consultados señalan que sus operaciones en el segmento empresas corresponden principalmente a las líneas de créditos Covid-19, pero que su demanda ha disminuido en lo más reciente.
En el segmento personas, se destaca la caída de la demanda por créditos de consumo e hipotecarios, con operaciones que siguen concentradas en reestructuraciones de deuda y postergaciones de cuotas. Ello se asocia a una menor demanda, pero también a condiciones al acceso que se han restringido por parte de la banca.
Las empresas siguen dando cuenta de alargamientos en los plazos de pago de proveedores.