SOFÍA TERRILE
La pandemia de Covid-19 terminó de minar las expectativas de empresarios que no venían de los mejores años para los negocios. Casi un 65% de los ejecutivos del país asegura que esta crisis todavía no encontró piso: espera una situación económica peor de la que se vive hoy.
Así se desprende de la Encuesta de Ejecutivos de IDEA, que se realiza hace 25 años semestralmente y recoge las opiniones de los hombres y mujeres de negocios líderes del país y se presentó hoy por videoconferencia. La crisis derivada del coronavirus sorprendió a todos: casi nueve de cada 10 respondieron que la situación fue "mucho peor" de lo que calculaban para el primer semestre.
En resumen, este momento en particular es malo y lo que sigue no será mejor. Fue algo similar a lo que sucedió en la crisis de 2001: tanto pasado inmediato como futuro próximo en ese momento eran negativos para los empresarios.
El nivel de empleo, hoy congelado en el sector formal por la prohibición de despidos, no va a crecer por decisión del sector privado, según se desprende de las respuestas de casi 200 ejecutivos. Un 40% de los encuestados dijo que no modificará su plantilla; un 31%, que disminuirá levemente y un 16% que disminuirá significativamente.
La inversión de las empresas también estará entre estancada y reducida. Un tercio de los encuestados dijo que no la modificará y casi un 60% dijo que la disminuirá levemente o significativamente. Eduardo D'Alessio, a cargo de la encuesta con su consultora D'Alessio IROL, aseguró que estas expectativas están "en lo más bajo de la serie histórica".
Sobre el crecimiento de los ingresos de las empresas tampoco hay demasiada esperanza. Por primera vez son más los ejecutivos que creen que van a disminuir las exportaciones que los que consideran que van a aumentar, aclaró D'Alessio. Por otro lado, un 54% de los encuestados considera que sus ventas bajarán en los próximos doce meses.
Los empresarios también respondieron sobre las medidas para promover la inversión y para mantener o generar empleo. Sobre las primeras, el 73% respondió que se requiere estabilidad institucional, un nivel alto en comparación con otras encuestas. "Esto tiene que ver con algunas anécdotas relacionadas con el mantenimiento o no de la propiedad privada en algunos sectores", señaló el encuestador.
También señalaron que hace falta una revisión del marco impositivo (66%) y del marco laboral (51%).
Sobre las segundas medidas, las necesarias para promover el empleo, un 67% pidió cambios en las condiciones de contratación; un 55%, incentivos fiscales y un 37%, mayor diálogo con sectores gremiales.
El economista Luis Secco, quien también presentó el informe, señaló que solamente un 23% de los encuestados cree que hace falta más trabajo conjunto de los sectores público y privado, "con un Gobierno que apela sistemáticamente a la idea de buscar consenso social y articulación". A su juicio, los empresarios entienden que eso puede ser meritorio, pero que hay otras cuestiones más importantes para resolver.
Los ejecutivos proyectaron cómo evolucionarán algunas variables macroeconómicas en el segundo semestre. Un 78% cree que aumentará el dólar (porque la escasez de divisas "ya es un tema estructural y no coyuntural", acotó Secco); un 32% sostuvo que subirán las tasas y un 35% piensa que crecerá el riesgo país. En esos dos últimos puntos no hubo un consenso claro en las respuestas porque todo está supeditado a cómo será el desenlace de las negociaciones por la deuda, todavía incierto.
Sobre la competitividad, señalaron que, para que aumente, debería haber una reforma impositiva (68%), una reforma laboral (48%), menor inflación (41%) y un buen funcionamiento de las instituciones y la Justicia (39%).}
Este semestre, la encuesta incorporó las impresiones de los ejecutivos sobre el teletrabajo, un asunto en el ojo de la tormenta por estos días por un proyecto de ley en tratamiento en el Congreso que, según el empresariado, pondría trabas a su desarrollo.
Un 40% de los empresarios respondió que su fuerza laboral trabaja por completo en formato "teletrabajo". Un 41% incorporó un esquema mixto; un 17%, de manera mayormente presencial y un 2% de manera totalmente presencial.
"¿Considera que los cambios introducidos a partir de la pandemia del Covid 19 han afectado la productividad de los empleados?", se les consultó. Un 37% aseguró que cayó, pero un 43% sostuvo que se mantuvo y un 20%, que aumentó.
Cuando se regrese a la "nueva normalidad", ¿cómo será el esquema de cada compañía? Un 22% de los ejecutivos dijo que una parte de su fuerza laboral hará teletrabajo todos los días. Un 60% implementará un esquema mixto, un 5% aseveró que nadie teletrabajará y un 13% aún no decidió. Todo está supeditado a los resultados de la ley, aseguró D'Alessio.