ÓMAR G. AHUMADA ROJAS

Consecuente con el proceso de transición que la nación está iniciando para consolidar la producción de oro y desarrollar la de cobre, la compañía Gran Colombia Gold avanza en sus planes de perforación y expansión de los tres proyectos que tiene en el país, a los que se suman otras iniciativas en Canadá y en Guyana.

El presidente de la sucursal Colombia, José Ignacio Noguera, destaca que el país tiene las iniciativas auríferas más importantes de Suramérica, por lo que este sector es uno de los llamados a liderar la recuperación de la dinámica de la economía.

¿Cómo los afectó la pandemia?

​La producción ha estado alrededor del 95 por ciento del plan, que es un poco parecida a la producción que hemos tenido en el primer trimestre. Al 30 de mayo produjimos 18.129 onzas, que es el 98 por ciento de la producción del mismo mes de 2019, y en los primeros cinco meses llevamos 86.978 onzas, contra 99.601 al mismo corte del 2019, y obviamente eso es por el impacto de la pandemia.

¿Qué perspectivas financieras tienen por el alza en el oro?

El precio ha subido porque es un metal de respaldo frente a las monedas que se devalúan y la crisis económica en el mundo va a ir arreciando con el paso del tiempo, que es lo que vemos en la medida en que el covid-19 se mantenga, al igual que el aislamiento obligatorio.

Y los llamados a recuperar la dinámica económica somos las compañías mineras, porque las compañías de oro hemos mejorado nuestros flujos de efectivo y eso nos da la oportunidad no solo de mantener el pago de prestaciones y salarios, sino el pago a proveedores de forma normal

¿Además de consolidación de operaciones en los tres proyectos, miran posibles expansiones?

Lo que hemos hecho es consolidar la operación en Colombia y tenemos otros proyectos en curso, varios de ellos en Canadá, como la participación en Western Atlas que está en Vancouver, y participación también en Goldex, en Guyana.

Estamos trabajando en consolidar nuestra presencia en nuevos recursos. La prioridad es la mina de Caldas Gold, que era Marmato, y precisamente completamos una escisión en febrero de este año, separando este activo, que salió a bolsa directamente.

Mantenemos el 75 por ciento de la propiedad y estamos en el proceso de financiar la operación. Ya tenemos 150 millones de dólares para desarrollar toda la parte profunda de Marmato, que es donde está el recurso más importante.

¿Qué viene para los proyectos en Segovia y Remedios?

En Segovia seguimos con nuestra campaña de exploración. En 2019 tuvimos 214.000 onzas de oro y esta es una de las minas subterráneas que está entre las más grandes del mundo por tenor, entre 16 y 20 gramos por tonelada. Lo que hemos hecho es expandir nuestro plan de exploración, que incluye objetivos regionales en títulos que no necesariamente son de la compañía, para ver en total como está el territorio en exploración.

Tenemos 1.560 empleados y 2.500 empleados indirectos, de los cuales alrededor de unos 1.800 son a través de los contratos de formalización minera y que hoy aportan el 50 por ciento de la producción en Segovia.

¿Y cómo va la formalización en Marmato?

Ha sido más complejo porque en Segovia, por tener unos tenores más altos, ha sido más atractivo para el minero formalizarse. Ser legal es costoso, hay que pagar impuestos, regalías, afiliar a seguridad social, comprar explosivo legal y tener plan de manejo ambiental.

El pequeño minero en Segovia es capaz de asumir sus gastos para operar, pero el caso de Marmato es diferente, porque el promedio de oro por tonelada está entre 2,5 y 5 onzas en las mejores minas, entonces esos costos de operación son muy altos.

Sin embargo, hemos firmado hasta el momento cuatro contratos que quedaron aprobados por la Agencia Nacional de Minería y quedaron nueve que están en proceso de ser aprobados.

¿Cómo ven el tema exploratorio en el país?

Compartimos que la minería es la llamada a reactivar la economía. El país tiene los proyectos más importantes de Suramérica, incluido el nuestro de Caldas Gold.

En nuestro caso, de nuestras operaciones dependen más de 4.000 familias entre empleados, proveedores y contratistas.

El llamado es a que hay que darles un apoyo a estos proyectos, de los cuales tres están en Antioquia y uno en Caldas. Entre esos tres proyectos se genera un porcentaje importante de ingresos y regalías a la Nación. En total pueden ser 9.000 empleados.