ALEJANDRO CASTAÑEDA
De 31 proyectos de exploración para encontrar yacimientos viables de litio en el país, 15 se concentran en Zacatecas y los límites con San Luis Potosí, desarrollados por empresas mineras de Canadá e Inglaterra.
El considerado “nuevo petróleo” se caracteriza por ser el más ligero en peso de los elementos sólidos y de bajo punto de fusión; el principal uso de este metal alcalino es la manufactura de baterías, de acuerdo con la Secretaría de Economía (SE).
Además, es un recurso para las fuentes renovables, como eólica y fotovoltaica, para almacenar y resolver la intermitencia de estas energías, uno de los temas polémicos de las políticas de la actual administración federal.
La Dirección General de Desarrollo Minero informó que hay concesiones privadas para la exploración de yacimientos de litio, donde Zacatecas figura entre los estados con más proyectos avalados, pertenecientes a tres empresas.
Organimax Nutrient Corp destaca con La Salada, El Barril, La Donacella, Colorada, Caligüey, Santa Clara, Salina y Salitral. En su página electrónica, la compañía detalla que estos proyectos están a 60 kilómetros de la capital del estado y destaca las redes de comunicación de la zona.
Se asegura que La Salada es el que más destaca por su concentración de litio y potasio, pues desde 2016 se han realizado estudios de muestra que hacen viable la explotación.
Este proyecto se realiza en 300 hectáreas de la comunidad del mismo nombre, que se ubica a 35 kilómetros de la cabecera de Fresnillo.
La alianza canadiense-mexicana de Zenith Minerals y Alejo Monsiváis contempla los proyectos de exploración Illescas, San Juan y San Vicente, los cuales también están en los límites con San Luis Potosí.
Desde 2017, Zenith Minerals adquirió la concesión de exploración para 10 mil hectáreas en la zona limítrofe donde, según un informe en su página oficial, arrojó: “los resultados confirmaron que las salmueras enriquecidas con litio están presentes en Zacatecas y demuestran que es posible la concentración de litio mediante los métodos tradicionales de evaporación solar”.
La minera inglesa, Alien Metals, obtuvo tres proyectos de exploración a principios de 2020: Pozo Hondo, Abundancia y Columpio, ubicados en la zona de Villa de Cos.
Emilio Varela Milanés, director de Minas de la Secretaría de Economía (Sezac), detalló que hasta ahora no hay explotación de litio en Zacatecas y solamente tienen registro de los proyectos de la empresa Organimax Nutrient Corp, con una inversión de 15 millones 787 mil pesos.
Precisó que la minera, de origen canadiense, adquirió concesiones de la empresa mexicana, Litiomex, y explora cuatro proyectos de salmueras en el estado.
Afirmó que el más importante es el de La Salada, en Fresnillo, donde se han realizado 151 pozos de exploración, de los que se obtuvieron 755 muestras, con reservas certificadas bajo la norma canadiense NI 43-101, inferidas de 20 millones de toneladas, con 880 gramos por tonelada de litio y 4.1 por ciento de potasio por tonelada en promedio.
También destacó La Colorada, en Villa de Cos, donde se han realizado 34 pozos, obteniendo 170 muestras, resultando valores de 169 gramos de litio por tonelada y 2.4 por ciento de potasio por tonelada en promedio.
Otros dos proyectos se desarrollan también en Villa de Cos: El Agrito y Las Casas, en los límites con San Luis Potosí, donde también hay presencia de la minera canadiense.
Los proyectos de exploración están amparados por los títulos de concesión minera SUTTI-19, con 8 mil 776 hectáreas en San Luis Potosí y Zacatecas; SUTTI-20, con 6 mil 560 hectáreas, también en ambos estados; SUTTI-24, con 300 hectáreas en Zacatecas, y SUTTI-25 con otras 300 hectáreas. “Los cuatro se encuentran vigentes y ejercen el derecho que les otorga la Ley Minera”, precisó Varela.
Detalló que la Sezac acompañó a la empresa Organimax el 29 de enero de este año, al recibimiento de una misión comercial de la empresa alemana ACISA, que se dedica a la producción de “litio verde”, desde la planificación y construcción de plantas de producción, hasta la comercialización.
“Se realizó un recorrido por las lagunas que se encuentran ubicadas dentro de las concesiones mineras de Organimax. La comitiva estuvo integrada, además del representante legal, por el geólogo responsable del proyecto de Organimax, por personal de la Embajada de Alemania en México, Servicio Geológico Mexicano, Secretaría de Relaciones Exteriores, representantes de ACISA y personal de la Secretaría de Economía del gobierno del estado”.
El director de Minas reiteró que hasta el momento sólo se tienen estas concesiones de exploración para litio en las lagunas de salmuera de Zacatecas.
Manuel de Jesús Macías Patiño, director de la Agencia Estatal de Energía (AEE), aseguró que desde hace 10 años se proyectaba un gran auge del litio en el estado, impulsado por la demanda mundial para la creación de baterías para el almacenaje de energía.
Puntualizó que desde entonces, diversas investigaciones de tesis para la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), donde es docente e investigador, estudiaron las zonas de La Salada y de Villa de Cos para determinar su importancia.
En una de estas investigaciones se detalla que algunos de estos yacimientos están en un polígono de más de 60 mil hectáreas en el semidesierto, que comparten los municipios de Salinas y Villa de Ramos en San Luis Potosí, así como de Pánfilo Natera, Villa González Ortega y Villa de Cos, de Zacatecas.
Se precisó que: “por cada 10 metros de profundidad se obtendrían 80 millones de toneladas, con una ley de entre 600 y 900 gramos de litio por tonelada. Esto daría fácilmente un rendimiento de 2.5 millones de toneladas de litio, cuyo precio en el mercado de Toronto es de 750 dólares por kilogramo”.
Macías Patiño afirmó que el trabajo de la Unidad Académica de Ciencias Químicas de la UAZ concluyó que La Salada era la zona con mayor concentración de litio. Declaró que la AEE no tiene mayor información sobre los proyectos para exploración y explotación.
Subrayó la importancia de dar seguimiento a estos recursos estratégicos, para la elaboración de baterías y otros componentes de alta demanda en la actualidad.
José Luis Guardado Pérez, economista y académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), consideró que se tienen que comparar los beneficios económicos sobre los costos sociales y ecológicos de estos proyectos.
Recordó que la minería siempre es un tema de amplio debate y, en el caso del litio, se deben valorar los yacimientos y ser explotados, pero de una manera racional y sustentable.
Explicó que, en la mayoría de los casos, la explotación minera compromete intereses de las localidades y se deben especificar los beneficios para pobladores y empresas.
Destacó que Zacatecas es un estado minero y que este sector es uno de los principales aportadores al Producto Interno Bruto (PIB), con generación de empleos y una derrama económica real, por lo que no se puede negar el desarrollo que aporta esta industria.
En la actualidad, el litio es un elemento que tiene un gran valor en el mercado; “si se tienen estos recursos sería retrógrado negarnos al aprovechamiento”, advirtió.
Guardado Pérez enfatizó que cualquier actividad económica tiene costos sociales y ambientales, por lo que es necesario un balance para no cerrarse a la inversión y cuidar a las comunidades.
El estado, agregó, se puede beneficiar con recaudación de impuestos y generación de empleos, además de derrama económica.
“Es necesario que estos beneficios sean para las comunidades, para mejorar condiciones de vida, que no sea un factor que deterioro, sino que permita un desarrollo real”. Insistió en que la distribución de los beneficios debe ser equitativa y no solamente de ganancias para las empresas extranjeras.
El Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL) ha realizado diversas investigaciones en torno a la explotación de litio en las regiones latinoamericanas, específicamente en Chile, en el Salar de Atacama, uno de los mayores yacimientos.
El Salar de Atacama forma parte del llamado “Triángulo de litio”, formado entre Bolivia, Argentina y Chile.
Uno de estos estudios precisa que en la zona de salares de Atacama se ha registrado una afectación hidrogeológica considerable, que ha disminuido los recursos para otras actividades, como la agricultura y la ganadería.
También se menciona el deterioro a la flora por el impacto en las zonas donde se ubican los pozos de extracción de aguas de las mineras de litio, la pérdida de ejemplares endémicos y la disminución de los espejos de agua.
El litio es un metal alcalino que se obtiene en un proceso de evaporación, por lo que el agua subterránea de los salares se tiene que bombear para su posterior evaporación, lo que provoca que diferentes sales se asienten, así se obtiene el carbonato de litio.
Este proceso de evaporación consume mucha agua, por lo que las regiones cercanas a los yacimientos padecen la escasez hídrica para las actividades más esenciales, lo que ha derivado en conflictos sociales.