LILIANA FRANCO
“Nuestro escenario base apunta a que el Gobierno finalmente alcance los mínimos de aceptación para que el canje siga su curso, aunque claramente esto no implica que no haya idas y vueltas con los tenedores” de bonos, señala el último informe de Eco Go. El diagnóstico es compartido de manera creciente por los analistas ya que se considera que tras las últimas modificaciones a la oferta para reestructurar la deuda externa argentina introducidas por el ministro de Economía, Martín Guzmán, la propuesta es “razonable”.
En el mismo sentido, el economista Leonardo Chialva de Delphos considera que, contemplando a los bonos Discount y Par, la última propuesta argentina se ubica en torno a un valor de u$s55 por cada lámina de 100 (tomando un exit yiel de 10%), “casi en línea con lo que esperaban los acreedores” y bastante más razonable que la primera oferta realizada por el país en abril pasado.
Al respecto, calculó que en los términos de la última oferta, los bonos argentinos tienen un rendimiento del orden de 12%, unos cuatro puntos por encima de lo que actualmente rinden los países con las peores calificaciones crediticias.
Para acercar posiciones con los acreedores, el país resignó unos u$s15.000 millones en ahorro de capital e intereses acumulado a 2028, con relación a la primera oferta, según Eco Go. De acuerdo con la consultora que dirige Marina Dal Poggetto, la tasa del cupón subió de 2,9% anual en la primera versión a 3,4% en la cuarta y última propuesta de Guzmán. Asimismo, el país efectuó otras concesiones como reconocer los intereses corridos, reducir de más de 4% a menos de 2% la quita de capital y acortar de tres años a uno el período de gracia.
De esta forma, calcula que la última oferta implica una paridad de u$s54, en línea con lo solicitado por el grupo de bonistas más conciliadores - Argentina Creditor Committee- pero todavía a u$s5 de distancia del grupo más agresivo – Ad Hoc-.
El ministro Guzmán sostuvo en las últimas horas que "la oferta está vigente y que la pelota está del lado de los acreedores” ratificando que el país hizo su mayor esfuerzo.
En tanto, también se encuentran en curso negociaciones acerca de los aspectos legales y la interpretación de determinadas cláusulas que impactan en la forma de calcular las mayorías necesarias concretar la renegociación.
En este contexto, la mayoría de los analistas apuestan a que se logrará un acuerdo con los acreedores externos, aunque no se descarta que puedan quedar fuera de un primer entendimiento los grupos más duros.
Con todo, aún en este caso, y dado el lenguaje conciliador que manifiesta tanto la Argentina como los acreedores más exigentes, sería posible continuar con la vía de la negociación sin llegar a los tribunales, opinan fuentes del mercado.