La cúpula de la petrolera de mayoría estatal YPF propuso a los gremios de base y jerárquicos de Río Negro, Neuquén y La Pampa, suspender el actual convenio colectivo de trabajo y ajustarlo como forma de reactivar las tareas y volver a poner en marcha los equipos en los campos.
Según precisó, el encuentro virtual fue convocado por la YPF y contó con la participación de la cúpula completa de la firma, liderada por su CEO Sergio Affronti, y con la única falta del presidente, Guillermo Nielsen.
“Nos propusieron suspender el convenio colectivo de trabajo para reactivar YPF, con el compromiso de empezar a subir equipos”, detalló Pereyra. Y agregó que “no dijeron cómo sería esa suspensión así que es un gran debate el que vamos a ver en estos días”.
Si bien los detalles no se conocieron, se supo que desde la petrolera de mayoría estatal se busca modificar los parámetros del convenio colectivo de trabajo para permitir una activación gradual de las tareas, entre las actuales guardias mínimas y el nivel de trabajo que marca el convenio.
Desde el pasado 20 de marzo la actividad de YPF en la Cuenca Neuquina y en especial en Vaca Muerta se vio fuertemente afectada. Por la caída de la demanda de combustibles, la petrolera mantiene cerrados una buena cantidad de pozos productores y, a pesar de concentrar la cuota mayoritaria del trabajo del sector, no reactivó ningún equipo de perforación ni de fractura.
“Le pedimos a YPF que nos manden el proyecto porque queremos ver para qué es esta suspensión. Si es para levantar 20 equipos, si es para activar, entonces vamos a estudiarlo”, aseguró Pereyra aunque anticipó que “hay resistencia nuestra para suspender el convenio”.
La reunión fue extensa, tuvo una duración de más de dos horas, dado que Pereyra advirtió que “no podemos negarnos a escuchar y a analizarlo internamente porque la suspensión de un convenio colectivo no la vamos a hacer ni el secretario general, ni la comisión directiva, sino con una fuerte participación para la que hay que hacer algún tipo de asamblea”.
Pereyra explicó que aún aguardan el envío de la propuesta para analizarla y destacó que “hay que estar serenos porque tampoco podemos firmar con la empresa, en todo caso la firma es con la cámara (CEPH)”. Por lo que remarcó que “sino que presenten un preventivo de crisis para tratarlo por empresa, pero no quieren decir que la empresa del Estado está en crisis”.
La propuesta de YPF guarda relación con el acuerdo firmado en Santa Cruz para la reactivación de una veintena de equipos, un punto sobre el que Pereyra indicó que “en Santa Cruz se flexibilizó el convenio colectivo de trabajo y mucho, pero todavía no subió ningún equipo”.
Y advirtió, como contrapartida, que “con el tema de las guardias mínimas hay muchos problemas en el convencional está interviniendo el ministerio de Energía y Ambiente, recorriendo los yacimientos por las denuncias nuestras, porque al dejar a la gente en la casa, las instalaciones no dan más”.
A más de 100 días del inicio de la crisis abierta en el sector por el coronavirus, el gremio que conduce Pereyra cuenta con cerca de 17.000 trabajadores suspendidos, mientras en el Jerárquicos son más de 7.000 los operarios que siguen en sus casas y en ambos casos cobrando sueldos reducidos.
Al igual que la mayoría de las operadoras y empresas de servicio que trabajan en el país, la petrolera de mayoría estatal YPF inició un plan de retiro voluntario a nivel nacional para todo el personal que está fuera de convenio.
El plan comienza unos meses después de que el presidente de la compañía, Guillermo Nielsen, planteó públicamente que la empresa “no puede seguir adelante con tantos empleados”. Sin embargo, esta situación no se trata de ninguna restructuración, sino de un plan de adhesión voluntaria que solo se activa si el empleado o empleada lo quiere hacer.
Para acceder al plan, como en la mayoría de las empresas, la persona interesada se comunica con el personal de Recursos Humanos quienes le informa si pueden o no acceder al beneficio. En este proceso se tienen en cuenta diversos aspectos como desempeño en las tareas o cuán estratégico es el puesto para la compañía.
A diferencia de otras compañías que abrieron planes similares para reducir personal en un momento crítico para la industria petrolera, la firma de bandera ofrece beneficios importantes. Según trascendió, además de la conocida doble indemnización, suman acceso a la obra social durante tres años, la vigencia de acuerdos personales para cada caso y una mejora en el salario a la hora de hacer la liquidación final.
A quienes accedan al plan se les pagará un monto importante en el momento de la desvinculación y otro porcentaje se hará a través de cuotas, como si fuera un pago de haberes.
Por lo general, este tipo de planes, apuntan principalmente a la gente mayor, con varios años de aporte a quienes les corresponden indemnizaciones altas, y muchas veces coinciden con el inicio de la jubilación. El retiro voluntario no alcanza al personal en condiciones de jubilación, pero no queda descartada la posibilidad de recibir una oferta más seductora.
Ante la noticia, la federación de Sindicatos Unidos Petroleros e Hidrocarburíferos (SUPeH) se mostró en contra de la medida y la catalogaron como “despidos encubiertos”.
“Dicho plan se traduce en una invitación para un programa de Retiros Voluntarios abonando una tentadora indemnización, pero pagadera en 36 cuotas”, dice el comunicado que envió la SUPeH. Vale señalar que la compañía no comunicó detalles del plan oficialmente.
“Esta Organización Gremial no avala y rechaza terminantemente este procedimiento que, como ya lo vivimos anteriormente, precariza a los trabajadores que son inducidos y hasta a veces obligados por las jefaturas a aceptar el retiro”, señalaron desde la SUPeH.
Por último, desde la organización sindical les pidieron a sus representados que “mediten extremadamente” la decisión y que tengan en claro que lo que hoy “parece tentador, puede ser un gran daño en el mediano plazo”, publicó Río Negro
Funcionarios del Gobierno nacional analizaron la semana pasada junto a los directivos de la petrolera YPF la situación del sector hidrocarburífero en el país, su condicionamiento global, y los proyectos de inversión de la compañía en el marco de la emergencia sanitaria.
El jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero, encabezó la reunión junto al presidente de YPF, Guillermo Nielsen, en la que se analizaron la realidad del sector y los efectos de la pandemia, en un encuentro que se realizó en el salón de la Mujeres de la Casa Rosada.
Del encuentro formaron parte los ministros de Economía, Martín Guzmán y su par de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, la vicejefa de Gabinete Cecilia Todesca Bocco, el CEO de la compañía Sergio Affronti y el Vicepresidente de Asuntos Corporativos, Comunicaciones y Marketing, Santiago Alvarez.
Durante la reunión de trabajo se analizó "la situación crítica que atraviesa el sector en el marco de la pandemia de coronavirus", a raíz de las graves consecuencias en la economía mundial y su impacto negativo en la industria del petróleo y gas, informaron voceros del encuentro.
Asimismo, funcionarios y directivos de la petrolera trabajaron sobre "planes de promoción a futuro, haciendo base en los proyectos de inversión y que contemplan la situación en la que se encuentra el sector".
"YPF es un actor protagónico del sector energético, y las inversiones que pueda llevar adelante a pesar de la crisis permitirán retomar el rol transformador que puso a la empresa en un lugar de eficiencia y expansión a nivel mundial", resaltaron las fuentes.
