e disparaban hasta casi 27% en Wall Street y trepaban hasta 18% en Buenos Aires
JUAN PABLO MARINO
Con una gran euforia entre los inversores, las acciones argentinas se disparaban hasta casi 27% en Wall Street y trepaban hasta 18% en Buenos Aires como respuesta a la mejora en la propuesta del Gobierno a los acreedores por la reestructuración de unos u$s65.000 millones en deuda en moneda extranjera, presentada este lunes ante la SEC de EEUU.
En la bolsa de Nueva York, cuyos índices también operaron con fuertes subas, las acciones del sector financiero lideraron a lo largo de la jornada el rally alcista: Grupo Financiero Galicia voló 22,8%, Grupo Supervielle 22,7%, Banco Macro, un 22,5%, y el BBVA, un 20,9%. Fuera del sector bancario, también sobresalieron las disparadas de Cresud (+39,8%), y de IRSA (+24,8%).
En Argentina, el índice líder S&P Merval de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) escaló un 9%, a 43.339,57 unidades. En el panel líder, los papeles de Cresud ganaron un 23,4%.
En tanto, el riesgo país medido por JP Morgan cedía más de 4% a 2.399 unidades, por una fuerte suba en los bonos soberanos en dólares.
La nueva oferta de Argentina para reestructurar su deuda recibió el visto bueno del mercado, que el lunes analizaba los detalles, impulsando a los activos argentinos ante expectativas de un acuerdo entre las partes antes de la extendida fecha límite de diálogo, el 4 de agosto.
Dos fondos importantes como Gramercy Funds Management y Fintech Advisory, salieron este lunes a decir que respaldarían el acuerdo, aunque todavía no había señales claras de si obtendría la bendición del mayor bloque de acreedores, entre ellos BlackRock y Fidelity.
La nueva propuesta incluye la emisión de un bono en dólares con vencimiento en 2030 con cupón de 1% o de un título en euros con vencimiento en el mismo año y cupón de 0,5% que se entregará por intereses devengados impagos de ciertos bonos elegibles.
"El balance riesgo retornó, sobre todo en la parte corta, parece ser atractivo y, dado que se mantiene la RUFO (Rights Upon Future Offers), y que hay endulzante para quienes entren antes del 4 de agosto, recomendamos aceptar la oferta de canje", comentaron desde Consultatio.
Adrián Yarde Buller, economista jefe del Grupo SBS, consideró que la oferta "tiene potencial para ser exitosa". "Tiene un valor presente en el rango de lo que creo que podrían aceptar lo fondos, está en línea con lo que puede pagar Argentina sin poner en riesgo la sostenibilidad e incluye mecanismos que incentivan la participación. Ojalá salga", sostuvo.
"A esta altura está de más decir que la propuesta es buena. Se podría haber negociado mejor? Puede ser. No lo sabemos. Lo que sí sabíamos ex-ante era que ir a un nuevo default por u$s4/5 dólares adicionales por un tema de la sostenibilidad era un delirio. Esperemos que alcance", expresó Juan Ignacio Paolicchi, analista de Eco Go.
Por su parte, el exfuncionario y economista Carlos Rodríguez sugirió al Gobierno que "en lugar de enojarse (en lo referido al tema de la deuda) debería entender que cuando se hacen las cosas bien, los mercados responden bien y empieza un circulo virtuoso. Miren los ADR!". "Hagan otro cambio en la dirección correcta y verán la respuesta!", escribió en su cuenta de Twitter.
De todas formas, especialistas de Portfolio Personal Inversiones dijeron que "los grandes 'comittes' de acreedores aún mantienen cautela sin dar señales respecto a sus posturas de esta nueva oferta".
La analista Siobhan Morden de Amherst Pierpoint indicó que "aún existe riesgo de que no se llegue a un acuerdo ya que esta última fase no fue negociada con el grupo conjunto Ad Hoc y Exchange Bondholder", y agregó que ambos, que poseen en conjunto bonos por cerca de 21.000 millones de dólares, podrían impedir un acuerdo.
"Es una estrategia de mayor riesgo avanzar con una oferta final sin el consentimiento de acreedores mayoritarios", según Morden.
Las conversaciones sobre la deuda habían progresado hasta alcanzar tensiones a mediados de junio, cuando los principales tenedores de bonos, liderados por BlackRock, Ashmore y Fidelity, criticaron al Gobierno por su falta de compromiso.
"Teniendo en cuenta todo lo que está atravesando el país, parece una oferta bastante buena", dijo Alejandro Hardziej, de Pala Asset Management (un acreedor), aunque agregó que algunos tenedores de bonos podrían haber preferido un "cupón de PBI" que paga más si el crecimiento económico mejora.
Bajo la nueva propuesta, el Gobierno comenzaría a pagar en un año en lugar de tres, y los pagos de cupones de los nuevos bonos, si bien comienzan en niveles bajos, podrían aumentar hasta alrededor del 5%.
"La brecha de valoración con las últimas propuestas de tenedores de bonos se ha reducido considerablemente", afirmaron analistas del banco de inversión estadounidense Citi, estimando la diferencia en entre 4 y 5 centavos de dólar.
Los analistas del Citi esperaban que una proporción "considerable" de acreedores que poseían los bonos de "intercambio" (reestructurados la última vez que Argentina incumplió) se adhieran al acuerdo, ya que el Gobierno evitó erosionar sus derechos legales.
Sin embargo, podría no haber una aceptación tan alta de aquellos acreedores con bonos emitidos por el Gobierno de Mauricio Macri, ya que los nuevos títulos propuestos se emitirían bajo términos que ofrecen menos protección legal.
En la misma tónica que las acciones, pero con subas algo más moderadas, los bonos argentinos trepaban hasta un 10% ante una buena respuesta del mercado a la mejora presentada por el país.
Entre los más operados, el Discount bajo ley argentina avanza un 9,9%, seguido por el Bonar 2024 (4%) y Bonar 2020 (3,6%).
Sucede luego de que el Gobierno argentino formalizó ante la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) su decisión de mejorar la oferta de canje de la deuda pública a los acreedores y postergar el plazo de la operación hasta el 4 de agosto próximo.
El escrito enviado a la SEC es una réplica de la invitación a los bonistas divulgada anoche por el Ministerio de Economía, que incluye el detalle de una lista de 13 bonos en euros y dólares, desde 2028 hasta 2046, que contiene también nuevos títulos específicos (con vencimiento en 2030) para el pago de intereses devengados, desde el último vencimiento abonado por la Argentina hasta el cierre de la operación. La nueva oferta implica una mejora en valor económico y también incluye modificaciones en términos legales.
La Bolsa de Nueva York subía luego de un fin de semana largo por el día de la Independencia en Estados Unidos, en un mercado que se muestra indiferente al alza de casos de coronavirus en el país.
El índice principal Dow Jones Industrial Average subía 1,65% a 26.253,15 unidades.
El tecnológico Nasdaq en tanto, ganaba 1,75% a 10.386,66 unidades. Y el índice ampliado S&P 500, de las 500 mayores empresas en bolsa, subía 1,50% a 3.176,96 puntos.
La semana pasada, en cuatro días, el Dow Jones ganó 4% y el Nasdaq 4,6% a un nivel récord.
El Cronista
JUAN FRANCISCO POLITTI
Argentina está a un paso de lograr un círculo virtuoso que combina un acuerdo por su deuda con acreedores externos, una reprogramación ordenada de la deuda en dólares locales y la consolidación final de un mercado de capitales argentino en pesos que ayude a financiar la salida de la pandemia .
El paso no está exento de riesgos. La nueva oferta global a conocerse en breve podría tener una aceptación suficiente para resolver definitivamente el asunto o quedar a la mitad de ese camino y obligar a un tránsito algo más complejo.
Pero resulta evidente que es el momento indicado, por las condiciones externas e internas, y por la decisión de las autoridades de avanzar en esa dirección.
Las negociaciones con los acreedores externos han sido tensas pero muestran muchos avances. El mercado leyó la voluntad de acuerdo y eso se reflejó en los precios negociados más allá de los valores normales de este tipo de situaciones.
El encuadre conceptual del proceso tiene algunos puntos salientes muy importantes para la sustentabilidad financiera del período que viene.
Por un lado, Argentina ha puesto de manera explícita el objetivo de que el acuerdo sea consistente con su capacidad de pago. Por el otro, la dirección Argentina respaldó las gestiones encabezadas por el Ministerio de Economía y se incluyó detrás de un acuerdo posible que no compromete las posibilidades de crecimiento del país.
Pero en este tiempo la verdadera novedad en nuestro mercado fue la normalización ocurrida en toda la curva de deuda en pesos, en todos sus plazos.
Se puede ordenar cada vencimiento, con éxito puede ser voluntario por nuevas letras o títulos ajustables por CER o tasa Badlar, y también emitir fluidamente Letras de corto plazo a tasa fija, que se convirtió por fin en el vehículo del manejo de la liquidez en pesos de la economía
El hito más significativo de esa normalización fue el anuncio de las nuevas licitaciones de bonos en dólares que pueden ser suscriptores por tenedores extranjeros de títulos en pesos. La presencia de inversores extranjeros que llegaron al mercado local en condiciones muy diferentes (que les permite capturar la tasa de interés local y retirar sus dólares en cualquier momento a través del mercado de cambios) representaba un obstáculo importante.
Estos inversores quedaron atrapados en las restricciones impuestas después del PASO el año pasado, resignados a esperar en la Argentina estaban en condiciones de abrir el acceso a las divisas o bien buscar por la vía del mercado de capitales locales, y en pequeñas dosis diarias , la salida de sus fondos hacia sus lugares de origen.
Con ese simple anuncio de tres licitaciones de 500 millones de dólares cada una durante este año 2020, más otros que se establecerán oportunamente para los vencimientos del próximo año, se calmarán definitivamente la presión de salida de esos inversores, que renovarán sus vencimientos de títulos en pesos, entre ellos el emblemático Botapo.
Durante este tiempo, en tanto, la oferta del gobierno nacional a los tenedores de deuda global ha mejorado en todos los frentes: menor período de gracia para iniciar los pagos, mayores cupones de intereses y menor reducción del capital, afectar la quita a casi cero .
Estos ajustes aumentan en más de 30% el valor actual neto respecto de la oferta de abril (estimados con rendimientos post canje del 10% anual que finalmente las partes acordaron considerar en la negociación).
Si estos precios están próximos a 53/54 dólares fueron validados por el mercado, los valores actuales de los bonos argentinos tendrían un margen posible de suba del orden de un 20/25% adicional a los saltos importantes que ya han tenido desde que se negociación en abril.
Las condiciones externas también son más favorables hoy que cuando comenzó la negociación. El índice S&P, por ejemplo, subió alrededor del 25%.
En deuda soberana, en tanto, no se produjeron cesiones de pago masivas sino que los rendimientos de deuda de países emergentes se redujeron en promedio unos 500 bps.
En nuestra región, gran parte de los países de América Latina emitió deuda en plazos entre 5 y 30 años a tasas desde el 2,4% anual y en muy pocos casos superando el 5% (Honduras y Guatemala).
Esta realidad genera la expectativa de una tasa de descuento posiblemente menor al 10% que tomamos como referencia para acercarnos, aunque sea específicamente, al pelotón de países con la curva ya reconstruida.
La deuda de pesos, que maneja horizontes de inversión más cortos que la de dólares, hoy muestra rendimientos reales en mercado de entre 3% y 8,% anual para períodos de uno a 4 años.
Esta historia exitosa podría repetirse y nos permite imaginar un primer escalón de rendimientos altos y una evolución inmediata más favorable de la que hoy esperamos para la curva de dólares luego de un canje.
Todas estas variables parecen generar, ahora sí, un espacio adecuado para el mercado global acompañe este nuevo paso de la Argentina hacia su reconstrucción financiera.
Hay consenso en el país de que en una primera instancia postcanje no habrá acceso directo a los mercados financieros internacionales.
Pero lejos de ser un problema, esta circunstancia puede ser una garantía de mayor valor para los nuevos títulos canjeados (por ausencia de nueva oferta) y una oportunidad real para el desarrollo del mercado de capitales local que apuntale la recuperación de nuestra castigada actividad económica.