SEBASTIÁN LA MASTRA
La tensión constante entre Estados Unidos y China, sumada a los inconvenientes que trajo consigo la pandemia de coronavirus, alimentó la incertidumbre que reina en los mercados financieros internacionales, lo que benefició al oro, considerado como un "refugio de valor" por una gran cantidad de inversores.
Esta guerra comercial entre el gigante americano y su par asiático podría derivar en una mayor emisión de dólares por parte de la Reserva Federal, acción que favorecería a la cotización del metal precioso, como ocurrió en la crisis financiera de 2008, la mayor de la historia y que se cargó, por ejemplo, al gigante financiero Lehman Brothers.
En aquellos años el precio del oro rondaba los 750 dólares la onza, pero su rally alcista llegó en agosto de 2011 a una apreciación cercana al 160% y tocó su cifra récord histórica en septiembre de ese año: 1.921,17 dólares. Una década después del mencionado colapso, su cotización se estacionó en el nivel de los 1.200 dólares.
Este ascenso encontró su combustible en una fuerte crisis en la eurozona y las decisiones de la Reserva Federal para generar un estímulo con importantes inyecciones de dinero por parte del banco central estadounidense.
Los analistas internacionales ven similitudes en el contexto actual con el de aquel entonces, y es por eso que los grandes inversores apuestan al metal dorado para incrementar sus beneficios.
Pero este panorama generó una gran incógnita: ¿es el oro una herramienta al alcance del ahorrista medio para invertir? ¿O pensar en este campo implica tener grandes conocimientos para hacerlo de manera segura?
Los expertos pronostican que este año la cotización del oro podría alcanzar un nuevo récord histórico
Para sumarle más atractivo, el precio del oro cerró junio con una cotización de 1.768,10 dólares la onza en la Bolsa de Metales Preciosos de Londres (LBMA), suba que ronda el 15% en comparación con mayo.
En este sentido, es importante resaltar dos estudios. El del equipo de analistas de materias primas de Goldman Sachs, que proyectó que el oro podría alcanzar el nivel de los 2.000 dólares en los próximos meses, y superar de esta manera su récord histórico, y otro más conservador, emitido por el Bank of America, que pronostica que cerrará 2020 a u$s 1.700 por onza.
Como se puede ver, los expertos tienen diferencias en cuanto a sus pronósticos, debido a que se está hablando de lo que ocurrirá en el futuro, y aquí es donde entra en juego el conocimiento de cada ahorrista para decidir si el oro es -o no- un campo en el que está dispuesto a pisar para invertir en este momento.
Invertir en oro no es tan simple como ahorrar en un plazo fijo o en un fondo común de inversión
Consultados por iProfesional, diferentes especialistas se explayaron al respecto, y coincidieron en que esta alternativa no es apta para cualquiera. Exige conocimientos del mercado y no es tan sencilla como abrir un plazo fijo, por citar un ejemplo.
El analista económico y director de la Consultora Focus Market Damián Di Pace, lamentó que el ahorrista medio no tenga un amplio abanico de posibilidades para invertir, pero comparó las operaciones referidas al oro con las criptomonedas, por el conocimiento previo que se debe tener antes de considerarlas como una alternativa.
"Algunos especialistas encontraron un refugio en él porque tiene un valor que sigue creciendo y se espera que alcance nuevos picos, pero se debe estar avezado en este campo. La realidad es que son ya otro tipo de inversiones, pensadas para quienes tengan conocimientos específicos sobre cada una de ellas, no tan accesible para todos los ahorristas", explicó.
Por su parte, Daniel Vicien, Director Comercial de Fondos Comunes de Inversión de Balanz, detalló que quienes estén interesados en esta alternativa, "deberán comprar con pesos un Cedear de alguna de las mineras de oro en Bolsas Y Mercados Argentinos (BYMA)", y citó como ejemplos las alternativas de Barrick Gold, Yamana Gold, Novagold y Gold Fields.
"Ningún Fondo Común de Inversión de Argentina tiene inversiones en oro", agregó.