Tras haber sido la joya para resolver los problemas económicos y energéticos del país, el desarrollo de las vastas reservas de shale oil & gas, Vaca Muerta espera en stand by, según un nuevo informe del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA).

El desarrollo se había basado en empresas conjuntas entre Argentina y corporaciones internacionales, así como generosos subsidios gubernamentales. La deteriorada situación financiera de la nación latinoamericana ha obligado al gobierno a reducir los subsidios, y las compañías extranjeras han reducido sus promesas de inversión a raíz de la pandemia y la fuerte caída de los precios del petróleo. Sin embargo, incluso antes de que los cataclismos gemelos sacudieran la industria energética, Vaca Muerta estaba lejos de cumplir sus promesas, dijo Kathy Hipple, analista de IEEFA y autora principal del informe.

"La imposibilidad de desarrollar Vaca Muerta ofrece al presidente Alberto Fernández, quien asumió el cargo en diciembre, una oportunidad única para cambiar de rumbo", dijo Hipple. "Su administración puede aprender lecciones del fracaso del fracking en la cuenca del Pérmico de los EE. UU. Y evitar el ciclo de auge y caída que cada vez parece más quiebre que auge".

Tres problemas principales amenazan el futuro del desarrollo:

+Fuentes de la industria han estimado que el campo requerirá entre $ 15 mil millones y $ 20 mil millones para aprovechar plenamente su potencial. Las compañías habían planeado invertir solo $ 4.9 mil millones en Vaca Muerta el año pasado, pero probablemente invirtieron mucho menos dada la crisis económica y política del país. 

+IHS Markit, una empresa de investigación energética global con sede en Londres, estima que los activos en Vaca Muerta perderán $ 13 mil millones a medida que los precios del petróleo caigan de $ 60 por barril a $ 30 por barril. 

+IHS Markit también predice que la producción de petróleo no convencional de Argentina caerá más del 30% respecto al año pasado, cayendo a 90,000 barriles por día. El predecesor de Fernández, Mauricio Macri, había pedido que la producción de esquisto bituminoso alcanzara más de 150,000 barriles por día.

La mayoría de las empresas YPF, Chevron y Vista Oil and Gas representaron el 39 por ciento de las inversiones en producción no convencional en el campo patagónico. Chevron, que fue la primera compañía extranjera en invertir fuertemente en Vaca Muerta en 2013, dijo en marzo que tomaría un recorte adicional de $ 2 mil millones a su presupuesto de gasto de capital para 2020, y que los recortes incluirían a Vaca Muerta. Vista ha reducido su gasto de capital en $ 205 millones, cayendo a $ 95 millones a pesar de haber recibido $ 300 millones en garantías financieras de la Corporación de Inversión Privada en el Extranjero. Y YPF, el mayor productor y refinador de petróleo y gas en Argentina, dijo que reduciría $ 750 millones de su gasto de capital de 2019 de $ 3.5 mil millones.

Otras compañías extranjeras no han anunciado planes específicos para reducir las inversiones en la región, pero han indicado que están reduciendo el gasto de capital a nivel mundial. Shell, que compró una participación de Schlumberger en un bloque de Vaca Muerta en enero, dijo que reduciría el gasto de capital global en más de $ 5 mil millones. Total, que produjo más de una cuarta parte del gas del país en 2019, no ha hecho ningún anuncio sobre sus inversiones en Vaca Muerta. ExxonMobil dijo a mediados de 2019 que expandiría sus inversiones en Vaca Muerta, pero ha detenido casi todas sus nuevas expansiones allí. Pan American Energy, la subsidiaria argentina de BP, había planeado un gasto de capital de $ 400 millones para Vaca Muerta, pero su empresa matriz ha reducido el gasto de capital en $ 3 mil millones, con $ 1 mil millones en reducciones provenientes de la producción no convencional.

"Estos hallazgos y los números de producción recientes muestran que el Plan Energético Argentino 2018 formulado bajo Macri no se ha materializado, y el nuevo presidente debe reescribir el futuro energético de Argentina", dijo Tom Sanzilllo, coautor del informe. "La nueva administración del país tiene la oportunidad de considerar enfoques alternativos para satisfacer las necesidades energéticas del país y promover la recuperación económica".

En los últimos años se ha considerado que Vaca Muerta, la enorme reserva de petróleo y gas que hay en la Patagonia argentina, era la panacea que resolvería los problemas económicos y energéticos del país. La producción no convencional (fracturación hidráulica o fracking) impulsaría la economía del país y acabaría creando un lucrativo mercado de exportación. Pero la explotación de Vaca Muerta ha sido lenta en comparación con la de otras cuentas de esquisto, incluso antes de la destrucción de la demanda y de la abrupta caída de los precios del petróleo este año en todo el mundo. Ahora esta paralizada.1 Dependía de la inversión extranjera que se ha materializado lentamente en los últimos años.

La explotación de Vaca Muerta ha dependido de asociaciones entre el Gobierno de Argentina y sociedades internacionales, que hasta ahora eran impulsadas son sustanciales subvenciones del Gobierno argentino. La desaparición de esas subvenciones debido al deterioro de la situación fiscal de Argentina ha ido erosionando los compromisos de las empresas extranjeras con Argentina. Sin una inversión sustancial por parte de empresas de petróleo y gas tanto nacionales como extranjeras, no se pondrán en práctica los ambiciosos planes de la anterior Administración Pública argentina para explotar el potencial de Vaca Muerta.

Entre las empresas de petróleo y gas más activas en Vaca Muerta de las que IEEFA ha llevado un seguimiento, tres (YPF controlada por el Estado, Chevron y Vista Oil and Gas) han dado manifiestamente marcha atrás a determinadas inversiones. En 2017 y 2018 (los últimos años de los que hay cifras disponibles) el 39% de las inversiones en producción no convencional en la provincia de Neuquén, donde se encuentra la mayor parte de Vaca muerta, correspondió a estas tres empresas.3 Otras cuatro empresas destacadas de petróleo y gas que han invertido en Vaca Muerta (Shell, Total, BP y Exxon) han dado marcha atrás a todas las inversiones de capital de la empresa.4 A medida que las empresas extranjeras de petróleo y gas frenan su inversión en activo fijo, posponen o abandonan por completo la expansión de sus operaciones incipientes en Argentina.

Otras empresas de petróleo y gas más pequeñas parecen estar adoptando una actitud expectante, mientras evalúan al nuevo presiente del país, Alberto Fernández, y la recuperación de la economía. Estas constataciones y las cifras de producción recientes indican que el Plan Energético Argentino de 2018, formulado durante el mandato del ex presidente Mauricio Macri, no se ha puesto en práctica y que el nuevo presidente tiene que volver a escribir el futuro energético de Argentina. La nueva Administración de Argentina tiene la oportunidad de considerar enfoques alternativos para satisfacer las necesidades energéticas del país y favorecer la recuperación económica.