Costará 1.700 puestos de trabajo y deja en jaque a un plan basado en subsidios y emisión
LUIS BELDI
La incertidumbre sigue dominando al mercado argentino. La salida de Latam del sector aerocomercial de cabotaje, que costará 1.700 puestos de trabajo, empeoró el clima entre los inversores. Sin embargo, las reacciones fueron cautas porque el tema central es la negociación de la deuda, que tampoco aportó buenas noticias después del cierre de los mercados, por eso no se reflejó plenamente en el precio de los bonos. Pero Vicentin y Latam dejaron al desnudo que el plan económico basado en subsidios y emisión está agotado y ha impactado a pleno al sector privado. De hecho, el Gobierno ahora está más cauto en la distribución de subsidios y en las declaraciones.
Tal vez, sin querer, Latam ayudó a Vicentin porque las declaraciones de Alberto Fernández no dieron a entender que esté consumada la expropiación de la cerealera.
A todo esto, los bonos permanecieron en un estado de levitación porque no saben como se resolverá la negociación. Por lo tanto, sus valores se mantienen en un nivel intermedio entre negociación exitosa y default. Pero ese estado de levitación puede terminar hoy cuando vean que no está asegurado el final feliz del acuerdo con los acreedores.
La sensación no es la mejor para los inversores que ven que las señales que envía el ministerio de Economía y el Banco Central son confusas y contradictorias.
Por caso, después de haber recuperado el ritmo de devaluación a 9 centavos diarios, el martes, el Banco Central volvió a la práctica del jueves y viernes pasado y devaluó el peso frente al dólar mayorista en 6 centavos (0,08%) a $ 69,68. Con una soja que está a USD 320 dólares por tonelada, es demasiado desaliento para los exportadores y elevadas tentaciones para la sobrefacturación de importaciones.
Por su parte, el dólar en bancos y casas de cambio se vendió a 17 centavos más caro a $ 72,85 que equivale a un dólar solidario de $ 92,95. La contracara del dólar minorista es que siempre se devalúa más que el mayorista. Tal vez sea una estrategia para contrarrestar los precios de junio que vienen más caros que en mayo. Lo cierto es que el esquema afecta a las reservas y presiona cada vez más sobre una devaluación por la insuficiencia de reservas que ayer crecieron apenas USD 2 millones a 43.173 millones.
“La foto de hoy de reservas, no es la mejor. Si bien en el pasado hubo brechas cambiarias elevadas, convivían con reservas internacionales también elevadas. Pero luego hubo una caída en picada de reservas y en 2014 hubo que hacer una fuerte devaluación. Después de las PASO, las reservas comenzaron a caer y desde entonces la brecha entre los tipos de cambio fue creciendo y hoy estamos en el peor de los mundos porque las brechas están en máximos y las reservas en mínimos”, señaló Iván Cachanovsky economista de la Fundación Libertad y Progreso.
“Esto nos encuentra mal parados. Cualquiera que haya vivido muchos años en la Argentina, sabe cómo termina esto; con una devaluación porque la presión del dólar está presente. Desde mediados de abril hasta finales de mayo, el Banco Central tuvo que vender alrededor de 1.760 millones de dólares para que el tipo de cambio oficial no se le dispare. Después pudo comprar porque endureció el cepo y castigó al importador. Esto da aire en el corto plazo, pero no solucionan el problema de fondo. Uno mira estos números y da la sensación de otra vez, sopa”, agregó Cachanosky.
Los dólares alternativos, en tanto, volvieron a bajar porque los empresarios son vendedores para hacer frente a las obligaciones de fin de mes que incluyen el aguinaldo y no piensan acudir al Gobierno. Por eso el dólar Bolsa perdió 35 centavos y cerró $ 104,96, mientras el contado con liquidación bajó 44 centavos a $ 107,68. Ahora la brecha con el dólar mayorista es de 51%.
Los bonos estuvieron estables. Los de legislación argentina tuvieron comportamientos contradictorios. El Bonar 2020 perdió 0,36%, pero el Bonar 2024 subió 2,52%. Los títulos con legislación neoyorquina, tuvieron pérdidas de hasta 2,43% como fue el caso del Discount, pero fue balanceado por el alza de 0,88% del Par. Por eso el riesgo país de la Argentina subió 36 unidades a 2.554 puntos.
Tal vez esta situación empeore con el comunicado que emitió el gobierno argentino después del cierre de los mercados que transmitió un mensaje pesimista de no haber podido llegar a un acuerdo con los acreedores, aunque faltan dos días para terminar la negociación. Son pocos los que creen que tratarán de evitar el default absoluto. La meta es conseguir una masa crítica de 60% que puede ser la base para conseguir en el futuro 75%, que es lo que exige el acuerdo para no ir al default. La negociación puede terminar el 26 de junio. Hasta ahora, los que aceptan la propuesta argentina no llegan a 50%.
El final no está escrito, pero si hay default la economía argentina la pasará muy mal porque a la privatización de Vicentin hay que agregarle un factor que nunca estuvo presente en las crisis anteriores: la avidez de los países vecinos para llevarse a las empresas e inversores argentinos ofreciéndoles ventajas impositivas para radicarse. Las empresas del cuaderno, en su mayoría, ya se están mudando a Paraguay. La demanda de información para radicarse en Uruguay es creciente y hay comerciantes minoristas que están mirando a Estados Unidos donde con una inversión de USD 350 mil y la toma de seis empleados, se consigue la radicación. Los abogados especializados que están en la Argentina trabajando con estos temas, no son pocos.
La Bolsa, estuvo a tono con el clima que vive la Argentina. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, se desplomó 5,19% con un monto de $ 1.000 millones, similar al de la rueda anterior.
Las entidades financieras, estuvieron entre las más castigadas. Banco Macro (-7,45%), Supervielle (-6,70%, Galicia (-5,91%) y BBVA (-5,62%) reflejaron en sus precios la incertidumbre por la negociación de la deuda. Las petroleras fueron víctimas de la caída internacional del crudo. Ternium perdió 6,73% e YPF, 4,99%.
Los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en dólares en Wall Street- tuvieron bajas generalizadas. Los únicos ADR’s que subieron fueron Central Puerto (+2,79%) e IRSA (+1,54%). Los más afectados fueron Banco Macro (-5,54%), Despegar (-4,93%) y Tenaris (-4,84%).
Para hoy se espera un día negativo. Hay un creciente mal humor de los inversores y huidas de lo que sea riesgo argentino. El dólar puede torcer su rumbo y las acciones y bonos verse afectados.