Los precios del oro y la plata volvieron a subir el jueves 11 de junio debido a la demanda por parte de inversores y ahorradores en busca de refugio seguro en medio de un mercado global que se ha vuelto ansioso nuevamente. También debido a que la Reserva Federal de Estados Unidos inundó el mercado de valores con algunos pronósticos sombríos para la economía estadounidense.
El oro también recibió un pequeño repunte el jueves por la mañana cuando el conocido observador del mercado Jim Grant, dijo que “el oro y la plata son el mejor mercado actual para invertir” durante una entrevista televisada por la CNBC.
Según escribe Jim Wyckoff en Kitco News, los mercados bursátiles mundiales fueron principalmente más bajos en el comercio nocturno del miércoles al jueves, sobre todo en Asia. Los índices bursátiles de los Estados Unidos apuntaron hacia aperturas sólidamente más bajas cuando comienza la sesión del día de Nueva York. La aversión al riesgo ha regresado al mercado después de una llamada de atención emitida por la Reserva Federal tras su reunión de dos días del FOMC el miércoles por la tarde. La Reserva Federal no hizo cambios en la política monetaria de los Estados Unidos, pero se inclinó con moderación, diciendo que “la economía de los Estados Unidos podría tomar años para recuperarse completamente de su daño reciente causado por la pandemia de Covid-19”. El banco central también pintó una imagen sombría del estado actual de la economía estadounidense, incluida la previsión del PIB. En menos 6,5% este año y un desempleo superior al 9% para fin de año. Esos números no supusieron un shock para el mercado.
Por otra parte, analistas coinciden en que “la Reserva Federal está comprometida a mantener las tasas de interés cercanas a cero hasta al menos finales de 2022 y usar todas sus herramientas para apoyar la economía. Esto podría traducirse en nuevas apuestas especulativas e impulsar el repunte de la renta variable y la deuda corporativa. Sin embargo, sin una recuperación económica real, el mercado tendrá que enfrentar un desafío más significativo, que es la insolvencia de la deuda. Es por eso que la desconexión entre el rendimiento de los activos y los fundamentos económicos no puede durar para siempre y los inversores deberán ser más racionales con su enfoque de inversión«.
También hay preocupaciones crecientes en el mercado global sobre una «segunda ola» de la pandemia de Covid-19 que afecta a muchos países. Hay algunas pruebas de que esto puede estar ocurriendo en algunas regiones de algunos países, incluidos los Estados Unidos.
Los importantes mercados externos ven al índice del dólar estadounidense con un repunte más fuerte después de alcanzar el miércoles un mínimo de tres meses.
“El dólar está desmayado”, señala Wyckoff. Mientras tanto, los precios del petróleo crudo Nymex son más bajos en un retroceso correctivo después de alcanzar el lunes un máximo de tres meses por encima de 40 dólares, y se cotizan alrededor de 38,50 dólares por barril.
En cuanto al rendimiento del bono de referencia del Tesoro de los Estados Unidos a 10 años se encuentra actualmente en torno al nivel del 0,7%.
El oro subió sólidamente el jueves por la mañana y los alcistas están teniendo una buena semana ya que la demanda de refugio seguro ha regresado al mercado, cotizándose el metal amarillo a 1.733 dólares la onza. Mientras que la plata sigue luchando hacia arriba para alcanzar los 18 dólares, por ahora en 17,76 la onza.
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Ante la señal que envían los mercados de que lo peor de la crisis del Covid-19 ha pasado, ¿cabe esperar que se repliegue el metal brillante?
El oro sube un 10,5% en lo que llevamos de año y más de un 14% desde los mínimos marcados en marzo. El interés de los inversores por este activo ha vivido un claro resurgir en los peores momentos de la crisis actual, al compás de la huida del riego, de modo que ahora hay quien se pregunta si, una vez que el mercado recoge que ha quedado atrás lo más oscuro de la crisis, hay que reducir exposición al metal brillante.
Los expertos se inclinan por mantener la exposición al oro. Se abstienen de recomendar una reducción de su posición en cartera pese a las cotas alcanzadas, aunque muchos también de aumentar en el punto actual. La clave de todo estará en si el entorno económico proseguirá su mejoría o hay riesgo de mayor deterioro. Y esto va a depender de una eventual segunda oleada de infecciones como resultado de la relajación de las medidas de aislamiento social. Si no es así, lo lógico sería que los precios del oro tendieran a bajar más que a subir, pero la incertidumbre actual invita a la prudencia.
De momento, en Tressis tienen claro que mantienen su exposición a oro por varias razones, como explica Daniel Lacalle, su economista jefe. “En un entorno de masiva correlación entre renta fija y renta variable es un activo que no sólo te da descorrelación sino que además te protege contra el aumento desproporcionado de la masa monetaria por parte de los bancos centrales”. Lacalle recuerda que éstos deben comprar más oro al compás que aumentan su balance y reseña también no sólo la demanda general de metal brillante, sino la procedente de mercados emergentes, ante la destrucción del poder adquisitivo de sus monedas. Por tanto, cree que “merece la pena tenerlo en la cartera para reducir exposición a volatilidad”.
Para los expertos de OFI AM -gestora francesa que distribuye en España a través de Selinca AV el fondo OFI Financial Investment Precious Metals-, pese a la mayor estabilidad que lucen los mercados en las dos últimas semanas, el alto endeudamiento público y la incertidumbre continuarán impulsando al alza el precio tanto del oro como de la plata. Recuerdan que, por el lado de la demanda, se observa un fuerte aumento tanto de las inversiones a través de ETFs como de las compras por parte de los bancos centrales, así como el hecho de que, en ciclos recesivos, suele subir porque los bancos centrales bajan los tipos más rápido de lo que lo hace la inflación. Además, aseguran que aunque como activo, el oro no aporta dividendos, un entorno de tipos reales negativos atrae el interés sobre todo de inversores institucionales.
A Pablo Gil, estratega jefe en España de XTB, tener oro en cartera le parece una buena idea en el momento actual. “Normalmente cuando aumentas tanto la base monetaria las divisas tradicionales tienden a depreciarse, por tanto buscar pseudo-divisas que puedan recuperar valoración frente a la divisa tradicional puede ser un tema interesante a tener en cuenta en nuestra cartera. Y el oro actúa de esa forma”, explica. Junto a ello, apunta a que suele ser una buena cobertura a los riesgos de inflación -ahora inexistentes- pero cree que “cuando la economía se recupere habrá que estar muy pendientes de lo que pasa con toda esta cantidad de dinero que se ha inyectado y se ha creado de la nada porque sí que podría dar lugar a presiones inflacionistas”.
Mientras, Víctor Hernandez Gimeno, cogestor del fondo Esfera Seasonal Quant Multistrategy, especializado en materias primas, asegura también que cuentan con una estrategia alcista en oro. "Ahora mismo confiamos bastante en el oro porque la obsesión de los bancos centrales de crear dinero de la nada sólo puede beneficiar al oro y la plata", explica.
Desde un punto de vista técnico, Roberto Moro, analista de Apta Negocios, cree que el oro es el mejor subyacente en el mercado actual. Cree que tiene visos no sólo de "atacar los máximos de principios de abril en los 1.790 sino de superarlos y entrar en la dinámica que desde hace tiempo me parece más probable, la de la búsqueda de sus máximos históricos en la zona de 1.920, como mínimo”. En todo caso, indica el nivel por debajo del cual habría que replantearse su escenario de continuidad alcista: que cierre por debajo de cotas de 1.670 puntos.