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Calificadoras bajan el grado de la deuda Argentina. El pedido empresarial
MINING PRESS/ENERNEWS/La Nación

Argentina entró en default el 22 de mayo por no pagar u bono de USD 503 millones

27/05/2020

ESTEBAN LAFUENTE

Fitch y S&P dieron su primer veredicto y bajaron el grado de la deuda argentina. Luego de que venciera el plazo de gracia y el Gobierno no realizara el desembolso de US$503 millones correspondiente a los bonos Globales 2021, 2026 y 2046, las calificadoras determinaron oficialmente que el país está en situación de default.

La firma Fitch determinó hoy que la deuda argentina cayó a la calificación de 'default restringido' (restricted default o RD), debido a que el país no cumplió con los vencimientos de intereses que debía concretar el viernes 22 de mayo. Antes de esa fecha, tenía la calificación 'CCC', una de las más bajas en la escala de la calificadora.

Al fundamentar su decisión, la calificadora determinó que no haber realizado el pago de intereses luego de los 30 días de gracia (el vencimiento inicial fue el 22 de abril) constituye un "evento de default bajo los criterios de Fitch" para sus instrumentos en moneda extranjera.

De esta forma, esta porción de la deuda argentina recibe la misma calificación que ya tenían sus instrumentos emitidos en moneda local. Para Fitch, este segmento ya tenía el grado de 'default restringido' (RD), a partir de la estrategia del Gobierno de canjear voluntariamente esos bonos por otros de diferente duración y condiciones.

En tanto, S&P tomó una decisión similar, y degradó de 'CC' a 'D' (default) la calificación para los tres bonos (Globales 2021, 2026 y 2026) cuyos vencimiento no se cumplió.

A su vez, Bque tuvo un vencimiento de US$1600 millones entre intereses y capital el 7 de mayo y cuyo desembolso no fue ejecutado a partir del reperfilamiento de títulos en moneda extranjera bajo legislación local hasta 2021 dispuesto por el Gobierno.

"Ese bono quedó comprendido bajo el decreto 346, del 6 de abril, que postergó todos los pagos de deuda en dólares al menos hasta 2021 o cuando resulte factible para el Gobierno", sostuvo S&P en un comunicado. Desde el 7 de abril, cuando se publicó ese decreto, la calificadora asignó el grado 'SD' (default selectivo) a la deuda argentina. "Es una decisión unilateral y equivalente a un default según nuestros criterios", enfatizó la firma.

Los US$503 millones que la Argentina no pagó el viernes pasado corresponden a tres bonos (Global 2021, 2026 y 2026) que habían sido emitidos en 2016 para cancelar deuda en default desde 2014. El entonces ministro de Hacienda y Finanazas, Alfonso Prat-Gay, dispuso la colocación de esos tres bonos (y un cuarto, el Global 2019, que ya venció) por hasta US$16.500 millones. Las condiciones iniciales establecieron el pago de intereses semestralmente, los 22 de abril y 22 de octubre de cada año.

El Gobierno decidió no realizar el pago y continuar las negociaciones aún en situación de default. El viernes pasado, el Ministerio de Economía oficializó que extendió hasta el 2 de junio el plazo para renegociar la deuda en moneda extranjera, por un total de US$66.300 millones. El ministro Martín Guzmán mantiene conversaciones con los acreedores para intentar acercar posiciones.

En ese contexto, las calificadoras plantearon que la Argentina continuará en situación de default. S&P mantendrá el grado 'D' para los bonos globales "hasta la conclusión de las renegociaciones que se están desarrollando actualmente".

En tanto, Fitch planteó que "aún hay incertidumbre respecto de las posibilidades de alcanzar un acuerdo con los bonistas suficientemente alto para alcanzar los parámetros establecidos en las cláusulas de acción colectiva" de los bonos a reestructurar. Para la firma, recién cuando se logre un canje con los niveles de adhesión requeridos, la Argentina podrá "normalizar las relaciones con la comunidad financiera internacional", en un escenario que permitirá revisar la calificación de 'default restringido' hacia otro grado consistente con sus fundamentos.


Deuda: Empresarios quieren acordar rápido para recuperar acceso al crédito

Infobae

NATALIA DONATO

Por ahora, les urge poner en funcionamiento las fábricas. Muchas empresas todavía siguen sin actividad producto de la cuarentena, y las que volvieron están produciendo al 40% de su capacidad. Pero pese a la coyuntura actual, el sector privado también está mirando el día después y cómo harán para recuperar mercado una vez que la situación esté completamente normalizada. Frente a este escenario, una vez superada la pandemia, las empresas tendrán necesidad de acceder al financiamiento internacional, al igual que el Estado, por lo que un escenario de default extendido sería una muy mala noticia en este sentido.

La Argentina ya está en default desde el viernes 22, cuando no pagó un vencimiento de cupos por USD 503 millones de los bonos globales emitidos por el gobierno de Mauricio Macri. Sin embargo, este incumplimiento fue minimizado por el Gobierno –lo llamó “soft default”– porque está en plenas negociaciones con los acreedores en vistas de lograr un pronto acuerdo.

Los empresarios también lo ven así. No consideran que sea un hecho de gravedad si realmente las partes logran acercar posiciones y esta situación no se extiende por mucho tiempo. A fines de junio vencen USD 566 millones de intereses de los bonos Discount, por lo que ya debería estar resuelta la reestructuración para esa fecha. Un segundo episodio de cesación de pagos ya sería observado con otros ojos.

A comienzos de mayo, el Gobierno convocó a los empresarios del Grupo de los 6 a un encuentro con la CGT en la quinta de Olivos para lograr un fuerte aval al proceso de renegociación de la deuda y darles tranquilidad de que el país no iría a un default. El presidente Alberto Fernández les aseguró que tenían todas las intenciones de acordar con los bonistas, pero el primer plazo cerró sin éxito y Economía ya prorrogó el plazo dos veces. Y seguramente habrá una tercera, según fuentes oficiales. Los tiempos se están extendiendo más de lo deseado, pero desde el Gobierno transmiten que el diálogo va encaminado y que se están acortando las diferencias.

 

Alberto quiere arreglar. Si no lo hace, no tiene gobierno posible. El default para el financiamiento post pandemia es terrible, no sólo privado sino público. Sabemos que están cerca, así que estamos esperando que se solucione”, dijo a Infobae un importante referente de la Unión Industrial Argentina (UIA). El industrial agregó que si bien son optimistas, es un tema que preocupa, ya que un default sería muy perjudicial para la Argentina en un contexto de agravamiento de la crisis económica producto del COVID-19.

“El default preocupa porque no tenés financiamiento, no hay crédito para el sector privado. El incumplimiento de la semana pasada fue absolutamente acordado entre los bonistas y el Gobierno, eso no inquieta. El que preocupa es el otro, pero se van a poner de acuerdo. Sabemos que el Gobierno quiere acordar. Si no fuera así, sería una pésima noticia”, afirmó el secretario de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman.

Los grandes empresarios del rubro del comercio están mirando qué pasará cuando esta crisis pase y son los que se verían afectados con un eventual default para salir a buscar financiamiento a los mercados externos, mediante la emisión, por ejemplo, de obligaciones negociables. Los pequeños están luchando por sobrevivir –en la CAC estiman que podrían desaparecer el 7% de los locales– y están obligados a mirar el corto plazo, aunque son conscientes de que un default terminaría afectando la posibilidad de crecimiento del país.

Para el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Iván Szczech, es de esperar “una solución favorable”, ya que el sector necesita contar con un presupuesto nacional que hoy está a la espera de cómo cierre la reestructuración de la deuda. “Nosotros tenemos en stand by el presupuesto nacional a la espera de renegociación de la deuda. Hoy tenemos a todos los ministerios sin saber cuál va a ser la cuota presupuestaria que van a tener durante todo el año”, remarcó el directivo. Y agregó: “Que se resuelva el tema de la deuda es importante para todos los sectores, pero para el nuestro es clave porque tiene mucho que ver con la obra pública”.

 

En cuanto al impacto sobre la obra privada, Szczech aseguró que “hay muchas empresas que emiten obligaciones negociables o que tienen préstamos con inversores internacionales que van renegociando. Y eso sería muy complejo en un escenario de default". También sostuvo que “lo normal sería que el país se endeude para hacer obras”, y en un contexto de cesación de pagos eso sería inviable. Aun así, el empresario se mostró optimista y consideró que “nadie espera que no se cierre esta negociación”. “Es preferible un mal acuerdo que un buen juicio”, remató.


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