Registró entre los meses de enero y marzo pérdidas de 487 millones de euros
La petrolera, que debería haber presentado su nuevo plan estratégico, explica a la CNMV que la alta incertidumbre sobre la evolución de la pandemia le impide realizar "previsiones sólidas y razonables sobre el impacto futuro de la crisis en sus negocios".
Las cuentas de Repsol comienzan a reflejar ya la crisis inaudita a la que se enfrenta la petrolera española por la doble amenaza del hundimiento del precio del crudo y el impacto del coronavirus en su negocio.
El grupo registró entre los meses de enero y marzo pérdidas de 487 millones de euros que incluyen una caída de sus ventas tanto en la producción de petróleo -lastrada por la caída de precios- como en el negocio de los carburantes debido a las restricciones de movilidad en España. La buena noticia es el comportamiento del negocio eléctrico, hacia el que Repsol quiere dirigir su transformación para convertirse en una compañía energética global.
A la mala marcha de los negocios por el complejo entorno se suman las provisiones financieras realizadas por el grupo para cubrir la rebaja del valor de los hidrocarburos que tiene en inventarios, por un importe de 790 millones y concentrada en su área industrial. Esta operación contable convirtió su resultado neto ajustado de 487 millones de euros -un 27% inferior al del mismo periodo de 2019- en las pérdidas mencionadas.
Las cuentas del primer trimestre reflejan sólo un primer golpe de la crisis, ya que el impacto del estado de alarma decretado en España en la venta de carburantes -tanto para vehículos como para aviones- sólo afectó a una quincena del periodo. Por otro lado, el coste medio del crudo durante el primer trimestre fue de 50 dólares, muy superior a los 17 que llegó a registrar durante el mes de abril.
Según Repsol, los resultados reflejan también que ante la crisis del coronavirus, ha priorizado su papel de suministrador de servicios básicos por encima de la rentabilidad y ha mantenido operativas todas sus instalaciones, incluidas unas 3.400 estaciones de servicio en España), siete complejos industriales (cinco en España, uno en Portugal y otro en Perú) y una docena de fábricas de GLP. Las cuentas reflejan una caída del 9,8% de los "productos claros" refinados -entre los que se encuentran carburantes como la gasolina- en el primer trimestre.
La petrolera debería haber presentado este mismo martes su nuevo plan estratégico al mercado, pero explica que dadas las actuales circunstancias le ha sido imposible por falta de visibilidad en la evolución de su negocio. "La evolución de la pandemia, las medidas de control que apliquen las autoridades sanitarias y las políticas que se adopten para mitigar los impactos sociales y económicos de la crisis condicionarán el alcance y duración tanto de la crisis como de la recuperación posterior. Estas incertidumbres, unidas a la volatilidad existente en mercados relevantes para el sector Oil&Gas, nos impiden en estos momentos hacer previsiones sólidas y razonables sobre el impacto futuro de la crisis sobre nuestros negocios, así como realizar estimaciones precisas sobre su valoración", concluye el documento remitido a la CNMV.
A pesar de haber congelado el diseño de su nueva estrategia, la petrolera reafirma su compromiso con la transición energética y su viraje en el modelo de negocio, con más peso de la electricidad en detrimento de los hidrocarburos. "Repsol reafirma su compromiso para liderar la transición energética, en línea con los objetivos de la Cumbre de París y los de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, manteniendo sus objetivos de reducir en 2020 un 3% el Índice de Intensidad de Carbono respecto a 2016, aumentar significativamente la capacidad de generación renovable y disminuir las emisiones de CO2 en todos los negocios", señala su consejero delegado, Josu Jon Imaz.
La compañía disparó en el primer trimestre del año un 28,9% su electricidad generada y elevó en cuatro millones de euros el resultado neto de su división de electricidad y gas "por el aumento del número de clientes", a pesar de que el coste del megavatio hora también cayó un 36% en los tres primeros meses del año.
En el primer trimestre, la petrolera ingresó 10.475 millones de euros, el 13 % menos, y generó un resultado bruto de explotación (ebitda) de 349 millones, inferior en el 80,7% al de un año antes; en tanto que sus inversiones aumentaron el 6%, hasta 634 millones, informa Efe.
En Exploración y Producción, el resultado neto ajustado bajó el 72%, hasta 90 millones, por los menores precios de realización de crudo y gas, el coste de la adquisición del 63% adicional en Eagle Ford (Estados Unidos) y una valoración negativa de los inventarios -el precio del barril de Brent bajó el 20,6 % y el gas Henry Hub, el 35,5 %-.
En Industrial, el resultado neto ajustado aumentó el 6% y sumó 288 millones por el mejor comportamiento de Repsol Perú y del área de Comercialización y Trading de Gas y pese a la caída de la aportación de la actividad de refino.
El negocio de Comercial y Renovables aportó un resultado neto ajustado de 121 millones, el 12 % menos, por la caída de las ventas en las estaciones de servicio a partir de mediados de marzo, cuando se decretó el estado de alarma, y a la caída del negocio de GLP por los menores márgenes en operaciones sujetas a precio regulado y los menores volúmenes de ventas debido a un invierno más suave en España.
Al cierre del trimestre, la deuda neta del grupo era de 4.478 millones, 258 más que a 31 de diciembre de 2019, debido, principalmente, a la adquisición de 17,6 millones de acciones propias durante el trimestre.
El grupo ha adoptado una actitud defensiva frente al actual entorno con un plan de resiliencia que contempla una reducción de 350 millones en gastos operativos y de 1.000 millones en inversiones. El plan de ahorro también tiene una pata financiera con el objetivo de optimizar el coste de su capital circulante en 800 millones de euros.
El grupo también ha confirmado el pago a sus accionistas de un dividendo complementario de 0,55 euros por acción en julio mediante la modalidad de 'scrip dividend', que consiste en entregar nuevas acciones. No obstante, la petrolera retira su intención de recomprar un 5% de sus acciones para estimular el valor de sus títulos.
El País
MIGUEL ÁNGEL NOCEDA
Repsol ha realizado dos importantes descubrimientos de petróleo en aguas profundas de México, con lo que suma este año seis descubrimientos de hidrocarburos en otros tantos pozos en todo el mundo que suponen recursos totales de más de 650 millones de barriles equivalentes de petróleo. En concreto, en México, Estados Unidos y Colombia.
Repsol encabeza un consorcio en el que tiene el 30% y la condición de operador. Además, participan PC Carigali Mexico Operations (28,33%), Wintershall DEA (25%) y PTTEP México E&P Limited (16,67%). El consorcio evaluará todos los datos obtenidos de los pozos para preparar el plan de delineación, que se presentará a la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) de México, el organismo regulador, antes de final de año.
Los pozos, denominados Polok-1 y Chinwol-1, están ubicados en el Bloque 29 de la Cuenca Salina, en la zona sureste del Golfo de México frente a las costas de los estados de Veracruz y Tabasco. Ambos pozos exploratorios confirman un área de gran potencial y con excelentes propiedades, al encontrar una columna neta de petróleo de más de 200 y 150 metros, respectivamente.
Los sondeos exploratorios Polok-1 y Chinwol-1 se han completado en menos tiempo del previsto inicialmente y a un menor coste, con los más altos estándares de seguridad y bajo estrictos protocolos sanitarios para evitar la propagación de la covid-19, tanto en las instalaciones en tierra como en las de alta mar.
Los dos pozos en los que se ha hallado petróleo se encuentran a una distancia de 12 kilómetros y aproximadamente a 88 kilómetros de la costa de Tabasco, bajo una lámina de agua de unos 600 metros. El pozo Polok-1, que alcanzó una profundidad total de 2.620 metros, descubrió una columna neta de petróleo de más de 200 metros. Por su parte, el sondeo Chinwol-1, con una profundidad total de 1.850 metros, encontró una columna neta de petróleo de más de 150 metros.
Recientemente, Repsol recibió la aprobación de la CNH para realizar el tercer pozo de exploración en aguas profundas de la compañía frente a las costas de México, en concreto en el Bloque 10, en la costa de Veracruz. Para los trabajos se recurrirá al mismo buque que se ha usado en los otros dos pozos, denominado Maersk Deep Water Valiant.
Repsol opera un total de seis bloques en la costa de México, tres de ellos en aguas profundas y otros tres en aguas someras. La compañía continúa sus trabajos de evaluación en el resto de bloques para cumplir con el programa exploratorio aprobado por la CNH. La compañía inauguró en marzo de 2018 sus primeras estaciones de servicio en México, país en el que actualmente cuenta con 250. También participa en instalaciones logísticas para almacenar y distribuir combustible en México, cuya población supera los 120 millones de habitantes.
Asimismo, Repsol participa desde hace años en Dynasol, una alianza junto al grupo mexicano KUO, siendo los décimos productores mundiales de caucho sintético. En el mercado de lubricantes cuenta con una alianza con Bardahl y desde México produce y distribuye productos a toda Latinoamérica.
