DAVID NOGALES
La economía chilena sufrió su mayor caída en 11 años durante marzo debido a los efectos del coronavirus en la actividad.
De acuerdo al Banco Central, el Indicador Mensual de la Actividad Económica (Imacec) experimentó una contracción de 3,5% en marzo, el peor resultado desde noviembre pasado (-4%), en pleno estallido social.
Se trata de una contracción mayor a la esperada por los expertos, quienes en promedio esperaban una caída en torno al 3%. Sin embargo, habían algunos cálculos en torno a una baja de hasta 4%.
Cabe recordar que en febrero el Imacec marcó una variación de 2,7%.
La serie desestacionalizada disminuyó 5,7% respecto del mes precedente y 4,1% en doce meses. El mes registró un día hábil más que marzo de 2019.
El instituto emisor precisó que el Imacec minero creció 0,8%, mientras que el no minero cayó 4,0%. “Este último se vio afectado por las medidas adoptadas para mitigar la propagación del COVID-19. En este contexto, las actividades más afectadas fueron los servicios y el comercio”, dijo el Banco Central.
En los servicios, destacaron las caídas de educación, transporte y restaurantes y hoteles.
Con todo, la entidad dirigida por Mario Marcel dijo que, "considerando los desafíos que la crisis sanitaria ha impuesto sobre la recolección de datos básicos”, hizo esfuerzos adicionales con sus proveedores de información para minimizar el impacto en la calidad de las estadísticas.
Y en esa línea, advirtió que las cifras entregadas en esta oportunidad podrían estar sujetas a mayores revisiones que las registradas históricamente, "las cuales serán difundidas de acuerdo al calendario de publicaciones y revisiones de Cuentas Nacionales disponible en la página web institucional”.
En marzo de 2020, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Índice de Producción Industrial (IPI) creció 0,8% en doce meses, debido a las incidencias positivas de dos de los tres sectores que lo componen.
El Índice de Producción Minera (IPMin) presentó un incremento interanual de 2,3% y aportó 0,924 puntos porcentuales (pp.) a la variación del IPI. Esto, como consecuencia de la mayor actividad registrada en dos de los tres tipos de minería que lo componen. La mayor incidencia provino de minería metálica, que creció 2,3% e incidió 2,214 pp. al resultado del IPMin, producto del alza de 1,4% en la extracción y procesamiento de cobre.
El Índice de Producción Manufacturera (IPMan) creció 0,6% en doce meses e incidió 0,297 pp. en la variación del IPI. Lo anterior se explicó, en gran medida, por el aumento interanual de 19,9% en la fabricación de sustancias y productos químicos, que contribuyó con 2,187 pp. en el incremento del IPMan.
Por el contrario, el Índice de Producción de Electricidad, Gas y Agua (IPEGA) disminuyó 3,9% en doce meses e incidió -0,437 pp. en la variación del IPI. Esto se debió principalmente a que gas se redujo 33,2%, influyendo -4,167 pp. en el descenso del IPEGA.
De acuerdo a la información recogida por la Encuesta Nacional de Empleo (ENE), que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), los ocupados totales tuvieron un alza de 0,7% en doce meses, destacando la variación de los asalariados informales (16,9%) y formales (0,3%).
El aumento de la tasa de desocupación fue producto del alza de 1,8% de la fuerza de trabajo, superior a la variación registrada por los ocupados (0,7%). Por su parte, los desocupados crecieron 15,8%, incididos principalmente por los cesantes y, en menor medida, por quienes buscan trabajo por primera vez.
En el aumento de los ocupados incidieron, mayormente, los sectores servicios administrativos y de apoyo (29,2%) y actividades de salud (7,2%), mientras que por categoría ocupacional el alza se observó en los asalariados informales (16,9%) y formales (0,3%). En tanto, los ocupados informales aumentaron 6,6%, incididos por las mujeres (8,7%) y los hombres (5,0%).
La tasa de desocupación desestacionalizada fue 8,0%, registrando nula variación respecto a la del trimestre móvil anterior, como consecuencia de la reducción de la fuerza de trabajo (-0,8%), de los ocupados (-0,9%) y de los desocupados (-0,3%).
La tasa de ocupación informal alcanzó 28,9%, la más alta de toda la serie, con un aumento en doce meses de 1,6 puntos porcentuales.
A nivel regional, se destaca la Región Metropolitana, en donde la tasa de desocupación del trimestre enero-marzo de 2020 fue 8,7%, creciendo 1,2 pp. en doce meses. El alza del indicador se debió a la expansión de 3,7% de la fuerza de trabajo, superior a la variación de los ocupados (2,3%). Los desocupados registraron un incremento de 20,3%, motivados por los cesantes (21,4%).
En el contexto de la contingencia generada por la pandemia de COVID-19 en Chile, y en conformidad con las directrices otorgadas por las autoridades de Gobierno, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) ha adoptado a contar de marzo de 2020 y hasta que las condiciones lo permitan, una serie de medidas para dar continuidad a la recolección de datos de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE). Estas medidas se reflejan en la separata técnica que acompaña las publicaciones de estos boletines.
Los datos publicados sobre el trimestre móvil enero-marzo 2020 solo estuvieron impactados por la segunda quincena del mes de marzo, en lo que respecta a las restricciones de movilidad tomadas en virtud del COVID-19. En tanto, en el ámbito del efecto de la Ley de Protección al Empleo, que entró en vigencia en abril de 2020, se espera que a partir de la publicación del próximo mes, referida al trimestre móvil febrero-abril de 2020, que incluye el primer mes de aplicación de la nueva normativa, se registre un impacto de los trabajadores(as) acogidos a los distintos pactos contractuales de ausencia temporal o reducción de la jornada de trabajo que la ley señala.
Debido a que las condiciones están cambiando rápidamente, el INE se encuentra monitoreando los elementos de recolección y metodológicos para seguir incorporando las recomendaciones de los organismos internacionales (CEPAL-OIT) y las buenas prácticas de las otras oficinas nacionales de estadísticas.