Desde que comenzó la crisis sanitaria, el 6,3% de los contagios corresponde a trabajadores de la industria minera, sector que ha debido tomar las medidas que la autoridad instruye constantemente y modificado su forma de trabajo, estableciendo turnos más extensos. En este contexto, la mayoría de las mineras ha reducido su dotación, intentando mantener la continuidad operacional.
En la jornada de este martes, el presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, expuso ante la comisión de Minería y Energía del Senado, para dar cuenta del efecto del Covid-19 en este sector. En concreto, el representante de la gran minería señaló que las dotaciones operacionales de las grandes empresas, desde el inicio de la crisis a la fecha, se han reducido en un promedio de 35%. Estas caídas, dependiendo de factores como la locación de la faena y otros, van desde 10% hasta 50%.
La cifra fue calculada por el gremio en base a una muestra de empresas mineras que representa el 86% de la producción nacional de cobre, con representatividad de todas las regiones mineras. En tanto, las oficinas corporativas de la industria se encontraban hasta la semana pasada teletrabajando a una tasa superior al 90%.
Villarino además mostró estudios externos que indican que el impacto en la producción de cobre en 2020 sería de una baja 5,5%, unas 320 mil toneladas menos, efecto que incluso puede extenderse a 2021.
“El impacto en producción, sin embargo, es esperable que se extienda más allá de este año porque, con el objetivo de amortiguar la caída de corto plazo, se ha debido sacrificar el desarrollo minero futuro en varias faenas”, dijo el presidente ejecutivo del gremio.
En esa misma línea, agregó que este impacto podría ser mayor si aumentan las restricciones sanitarias. “De imponerse restricciones al movimiento interregional de personas en las comunas mineras, es muy probable que un porcentaje mayor de la producción quede suspendido y que varias faenas mineras deban entrar en un régimen de servicios mínimos para proteger equipos y procesos críticos”, aseguró Villarino.
En la instancia legislativa también intervino el ministro de Minería, Baldo Prokurica quien, en base a cifras oficiales de la Comisión Nacional del Cobre (Cochilco), estimó que el efecto de producción de cobre será más bajo, alcanzando unas 73.466 toneladas, es decir, 1,3%.
“Chile es uno de los países con menor impacto en proporción a su producción de cobre”, aseguró Prokurica. En su presentación, comparó la cifra con la de otros países mineros, donde Panamá sería el más afectado por el Covid-19, teniendo una pérdida de producción de 24,7%. El segundo país que más afectado se vería, según cifras que entregó Cochilco, sería Mongolia, con una menor producción de cobre de 12,5% y luego México con una baja de 8,2%.
En tanto, el vicepresidente de la Empresa Nacional Minera (Enami), Robert Mayne-Nicholls, señaló en la sesión que hoy están con cerca de 12% más de abastecimiento en sus plantas, comparando los meses de enero y marzo de 2018 y 2019. Agregó que se ha aumentado la alimentación de oro debido al precio. No así, ha habido una menor producción de sulfuro de cobre.
En la Comisión, los senadores también abordaron la relación entre Codelco y sus trabajadores, que calificaron de compleja. Al respecto, el senador Guido Girardi señaló que de continuar, irán ellos mismos a las dependencias de Codelco a pedir explicaciones.
Un fuerte recorte aplicó Codelco, la principal empresa pública del país, en su dotación de trabajadores propios durante el año pasado. Así se desprende de la Memoria 2019 de la minera, donde se revela que el número total pasó de 18.036 trabajadores directos en 2018 a 16.194 el año pasado, lo que corresponde a una reducción de 10,2%.
Por divisiones, la mayor baja se produjo en Gabriela Mistral, que pasó de tener 564 trabajadores propios en 2018 a 449 el año pasado, es decir 20% menos. En la faena Salvador la dotación se redujo 13% de un año a otro y en Chuquicamata, 10,8%. En esta última división, la baja fue de 595 trabajadores.
Respecto a la forma en que se materializó la salida, más del 53% de las personas que dejó la organización en 2019 lo hizo voluntariamente, llegando a mutuo acuerdo o acogiéndose a planes de retiro. A esta cifra se suma otro 21% que corresponde a término de contratos a plazo fijo o porque las obras para las que fueron contratados terminaron. El restante 26% se debe al término de la relación contractual, de acuerdo con la legislación laboral vigente.
El número de trabajadores de Codelco viene disminuyendo hace unos años, pero no en la magnitud que se realizó en 2019. A modo de ejemplo, en 2010 la dotación directa era de 19.347 y al año siguiente fue de 18.247. Sin embargo, en 2012, aumentó la cantidad de trabajadores propios, pasando a 19.019. Así, entre 2016 y 2018, se produjo la salida de 569 personas.
Desde Codelco sostuvieron que “las reducciones de dotación han sido progresivas desde hace muchos años y son una tendencia de la industria minera, que busca mejorar sus índices de productividad y competitividad”, agregando que “las nuevas formas de operar de la minería, en general, el término natural de algunas operaciones y proyectos, la obsolescencia de algunos procesos y el nacimiento de otras maneras de trabajar más tecnológicas (como Chuquicamata Subterránea), requiere que adecuemos los perfiles de nuestras dotaciones”.
Hace unas semanas, la Dirección de Presupuestos (Dipres) aprobó el presupuesto 2020 de Codelco. Ahí se detalló que la dotación promedio de personal permanente no podrá superar las 16.825 personas este año.
En el segmento de supervisores fue donde se produjo un despido masivo en julio del año pasado, que significó la salida de cerca de 200 trabajadores. La mayor parte de ellos fueron supervisores de las distintas divisiones, quienes acusaron despido injustificado. Entonces, la estatal argumentó que la razón de fondo es que como empresa enfrentan un contexto cada vez más exigente, que los obliga a transformarse.
Actualmente, existen diversas causas en la justicia, en la que José Tomás Peralta, abogado representante de la Federación de Sindicatos de Supervisores de Codelco (Fesuc) y de la Defensoría Jurídico Laboral Peralta y Asociados, está a cargo de defender algunas. Ante la situación, Peralta señaló que los despidos “no se justifican, porque despiden profesionales altamente calificados muchos de ellos terminan en las mineras privadas, pero además todos son reemplazados en sus cargos y lugares de trabajo, por lo que no hay necesidades de la empresa. Además, la empresa ha descontado ilegalmente las deudas y aporte patronal al seguro de desempleo”.
En la Memoria de 2019 de la cuprífera, se desprende que la mayor salida que hubo -por estamentos- fue en el segmento de profesionales y supervisores, pasando de 4.010 trabajadores en 2018 a 3.626, es decir, una baja de 9,6%.
“Nuestro compromiso es concentrarnos en el plan estratégico de negocios a 2022, que busca aumentar nuestra productividad y rentabilidad, a través de una profunda transformación que ya iniciamos y que iremos profundizando”, aseguró el CEO de la minera, Octavio Araneda en la memoria anual.